Miércoles, 26 de marzo, 2025

Un nuevo informe describe la lucha de las futbolistas afganas por el derecho a jugar.

La Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA) debe actuar para poner fin a la discriminación que actualmente sufren las futbolistas afganas que viven en el exilio y facilitar su regreso a la competición internacional, ha declarado la Sport & Rights Alliance (Alianza de Deportes y Derechos) en un informe que publica hoy.

Dentro de dos días se celebra el sorteo de la fase de clasificación para el torneo de la Copa Asiática Femenina de la Confederación Asiática de Fútbol (AFC) 2026, etapa final de clasificación para la Copa Mundial Femenina de la AFC 2027 y en el que no estará presente la selección femenina de fútbol de Afganistán por segunda vez desde que los talibanes tomaron el país en 2021.

“Aunque la selección femenina de fútbol de Afganistán escapó de los talibanes en 2021, la sombra de la discriminación sistemática de género continúa planeando sobre sus integrantes a través de las fronteras, negándoles el lugar que les corresponde en la escena internacional”, ha dicho Samira Hamidi, responsable de campañas para Asia Meridional de Amnistía Internacional. “Amnistía, las Naciones Unidas, Human Rights Watch y otras organizaciones de la sociedad civil han pedido que se investigue la persecución por motivos de género de los talibanes como constitutiva de crimen de lesa humanidad”.

El nuevo informe de la Sport & Rights Alliance, titulado ‘It’s not just a game. It’s part of who I am’: Afghan Women Footballers’ Fight for the Right to Play (“No es sólo un juego. Es parte de lo que soy”: Las futbolistas afganas luchan por el derecho a jugar), explica en detalle cómo las mujeres del equipo afgano, símbolo del empoderamiento de la mujer en el Afganistán postalibán, fueron objetivo específico de represalias cuando los talibanes volvieron al poder en 2021. Según documenta el informe, decenas de futbolistas afganas que fueron evacuadas a países como Australia, Portugal, Albania, Reino Unido y Estados Unidos siguen deseosas y dispuestas a representar a Afganistán en la competición internacional.

“Ahora mismo estamos en el descanso del partido y los talibanes creen que van ganando”, ha declarado Khalida Popal, fundadora de la selección femenina de fútbol de Afganistán y Girl Power Organization. “Si la FIFA cambiara sus reglas y nos dejara jugar, podríamos demostrar al mundo que las mujeres y las niñas afganas deben hacer deporte, ir la escuela y estar en todos los ámbitos de la sociedad, y que no nos derrotarán.”

Actualmente la normativa de la FIFA exige que el equipo sea reconocido por la Federación Afgana de Fútbol, controlada por los talibanes, que no reconocerá a un equipo femenino de fútbol, pues los talibanes han prohibido el deporte femenino. Durante más de tres años, las jugadoras del equipo afgano y quienes las apoyan han hecho campaña para que la FIFA intervenga y les proporcione el reconocimiento oficial y el apoyo económico que Afganistán les niega.

En respuseta a una carta de la Sport & Rights Alliance solicitando sus comentarios sobre el informe, la FIFA señaló, en carta del 21 de marzo, que se ha elaborado un plan para ofrecer oportunidades en el fútbol a las mujeres afganas, tanto dentro como fuera de su país, pero sin decir si tiene pensado reconocer oficialmente a la selección femenina de fútbol de Afganistán ni cómo se asignarían los fondos destinados a tal efecto.

“La selección femenina de fútbol de Afganistán ha demostrado una notable resiliencia desde su creación, incluso ante hostigamientos, abusos y amenazas de muerte y teniendo que dejar sus hogares y construir una nueva vida en ciudades de todo el mundo”, ha declarado Joanna Maranhão, coordinadora de la Red de Atletas para un Deporte Más Seguro de la Sports & Rights Alliance. “Que esta selección vuelva a poder acceder a lugares de entrenamiento y a recursos para jugar y representar a su país sería una forma importante de proporcionarle reparación, como exige el derecho internacional de los derechos humanos.”

Los Estatutos de la FIFA y su Política de Derechos Humanos prohíben cualquier tipo de discriminación, incluida la de género, y compromete al organismo rector del deporte mundial con la promoción del fútbol femenino. Los Estatutos exigen que todas las federaciones miembro cumplan con el reglamento de la organización, incluida la obligación de prevenir la discriminación y luchar contra ella, así como de fomentar el desarrollo del fútbol femenino. La violación de estas obligaciones por parte de las federaciones miembro podrá dar lugar a sanciones.

“La posibilidad de que las futbolistas afganas jueguen internacionalmente depende totalmente de la intervención de la FIFA”, ha declarado Andrea Florence, directora ejecutiva de la Sport & Rights Alliance. “En su carta en respuesta a nuestro informe, la FIFA expuso su estrategia para apoyar a las mujeres afganas. Es fantástico saber que la organización está trabajando para fomentar las oportunidades de que jueguen, pero seguimos teniendo la esperanza de que decida reconocer oficialmente al equipo y asignarle recursos económicos, como hace con otras federaciones miembro”.

La Sport & Rights Alliance afirmó también que la FIFA debe proporcionar apoyo económico al equipo de mujeres para entrenar y participar en competiciones internacionales, como hace con otras federaciones. A través del Programa de Desarrollo Forward de la FIFA (FIFA Forward), por ejemplo, cada una de las 211 federaciones miembro tienen derecho a recibir hasta 9,2 millones de dólares estadounidenses durante un periodo de cuatro años.

La campaña del equipo afgano ha cosechado la atención y el apoyo del mundo durante los últimos tres años, como en el caso de la premio Nobel de la Paz Malala Yousafzai, y en el de las casi 200.000 personas que firmaron una petición de Change.org instando a la FIFA a reconocer al equipo en el exilio.

“Para estas atletas el fútbol no es sólo su pasión, sino un acto fundamental de resistencia contra los talibanes, un acto de solidaridad con sus hermanas que siguen viviendo en Afganistán”, afirmó Fereshta Abbasi, investigadora para Asia de Human Rights Watch. “El reconocimiento y el apoyo del equipo por parte de la FIFA sería una potente declaración de que los derechos de las mujeres afganas no pueden ser borrados.”

El Comité Olímpico Internacional (COI) sí reconoció a un Comité Olímpico Afgano en el exilio para las Olimpiadas de París de 2024, lo que permitió a las mujeres afganas competir a pesar de las restricciones de los talibanes. Para varios expertos y expertas de la ONU , esta decisión fue un “buen punto de partida”, aunque pidieron a los organismos deportivos internacionales y nacionales que hicieran más para contrarrestar las represivas políticas de los talibanes y “apoyaran a las atletas afganas estén donde estén”.