Viernes, 28 de febrero, 2025
Hernández, Daniel
Actualmente hay 1060 personas detenidas arbitrariamente, de las cuales 62 aún se encuentran desaparecidas de manera forzosa. Las personas excarceladas no pueden reanudar su vida, pues quedan bajo medidas cautelares
En Venezuela, la detención arbitraria por razones políticas se ha convertido en una herramienta sistemática de represión. Las familias de las miles de personas encarceladas arbitrariamente por razones políticas viven una constante incertidumbre, enfrentándose a un sistema que busca silenciarlas. En una reciente transmisión organizada por Amnistía Internacional titulada “Libertad para los Presos Políticos: Hablan las familias”, familiares de detenidos relataron el horror de las desapariciones forzadas, las torturas y la falta de garantías procesales en el país, mientras que en otra, titulada “Foro Penal: balance de los derechos humanos en Venezuela”, Gonzalo Himiob, vicepresidente de Foro Penal, detalló cifras, datos y situación de las personas detenidas arbitrariamente en Venezuela.
El Comité por la Libertad de los Presos Políticos
Diego Casanova, familiar de un joven detenido tras la represión postelectoral del 28 de julio, explicó el trabajo del Comité por la Libertad de los Presos Políticos. Esta organización documenta las condiciones de reclusión, denuncia los abusos y brinda acompañamiento a las víctimas. “En diciembre publicamos el informe 'Celdas inhumanas: Prisión injusta', donde detallamos las condiciones de reclusión en cárceles como Tocorón y El Helicoide”, señaló. Este informe revela que los presos son sometidos a aislamiento prolongado, falta de atención médica y condiciones sanitarias deplorables. Además, el comité ha organizado vigilias y actividades públicas para exigir la liberación de los detenidos y denunciar las violaciones a sus derechos humanos.
Las vigilias frente a los centros de reclusión han sido fundamentales para conectar con los familiares de los presos políticos, quienes muchas veces desconocen el paradero de sus seres queridos. “La angustia de no saber dónde están es devastadora”, afirmó Casanova.
El alarmante panorama de las detenciones arbitrarias
Gonzalo Himiob señaló que desde 2014 han sido detenidas más de 18.000 personas por motivos políticos en Venezuela. De ese número, 17.238 han sido excarceladas, pero más de 10.000 siguen bajo procesos penales arbitrarios y medidas cautelares. “El sistema penal no busca la verdad, sino que funciona como una sanción en sí misma para neutralizar y generar miedo en la población”, advirtió Himiob.
Actualmente, hay 1.060 personas detenidas arbitrariamente, de las cuales 165 son militares y 895 civiles. Entre ellos, hay 121 mujeres y 939 hombres, incluyendo 4 adolescentes que siguen privados de libertad. Además, 62 personas permanecen desaparecidas, lo que constituye un claro caso de desaparición forzada.
Foro Penal también ha denunciado el fenómeno de la “puerta giratoria”, que consiste en la liberación de algunos detenidos mientras simultáneamente se realizan nuevas detenciones. Desde el 17 de febrero, se han registrado seis excarcelaciones y cinco nuevos encarcelamientos, lo que demuestra que la persecución política continúa.
Saira Rivas, secretaria técnica del Mecanismo de Seguimiento de la Convención de Belém do Pará, explicó que, tras las protestas del 28 de julio, más de 2.000 personas fueron detenidas, muchas de ellas sometidas a desaparición forzada. "Tenemos casos de presos políticos que llevan más de siete meses sin contacto con sus familias, sin acceso a abogados y sin que el Estado reconozca su paradero", afirmó Rivas.
El patrón de desaparición forzada se ha intensificado en los últimos meses, con detenciones arbitrarias en centros como El Helicoide, El Rodeo y La Tumba. Los familiares de los detenidos deben recorrer estos centros en busca de información, enfrentándose a la opacidad y la negativa de las autoridades. "Es un viacrucis. Los familiares van de centro en centro, preguntando si su ser querido está allí, y la única respuesta es el silencio", relató Rivas.
Condiciones inhumanas en prisión
Las cárceles venezolanas se han convertido en centros de tortura. Andreína Baduel, hermana de un preso político, describió las condiciones en el Rodeo I: “Mi hermano está aislado en una celda de dos por dos metros, sin contacto con nadie. Las visitas son monitoreadas, grabadas y nos obligan a usar capuchas para ingresar”.
Por su parte, Foro Penal advierte que las condiciones varían de un centro a otro. En el Rodeo I, algunos reclusos reportan condiciones mínimamente aceptables, mientras que en el Helicoide o la DGCIM las situaciones son extremadamente precarias. “A las personas detenidas les niegan el acceso a agua potable y la atención médica cuando la necesitan”, explicó Himiob.
A partir del 30 de julio, el gobierno ha centralizado las causas judiciales en Caracas, utilizando tribunales especializados en terrorismo y trasladando a los detenidos a cárceles específicas como Tocorón, Tocuyito y el Rodeo I. Los adolescentes detenidos han sido recluidos en el Centro de Reclusión de Adolescentes de La Guaira.
El calvario de los excarcelados
El hostigamiento no termina con la excarcelación. Muchos liberados deben presentarse ante tribunales cada 15 días, imposibilitando su reinserción en la vida cotidiana. Se relató el caso de Jenny Barrios, una paciente oncológica excarcelada en diciembre, quien tuvo que elegir entre acudir a su cita judicial o recibir su quimioterapia. “Es un juego macabro que no termina”.
Además, la vigilancia y el acoso contra familiares de personas detenidas arbitrariamente sigue siendo una constante. Las casas de algunos familiares han sido objeto de allanamientos arbitrarios, y en otros casos han recibido amenazas anónimas por su activismo. La represión no se limita a los presos, sino que también afecta a quienes alzan la voz por su liberación.
Resistir ante el miedo
Los familiares de los detenidos enfrentan un doble desafío: la angustia por la situación de sus seres queridos y la represión por parte del Estado. Sol Ocaris, hermana de un preso político, relató cómo las autoridades niegan información sobre el paradero de los detenidos y obstaculizan el acceso a la justicia. "Te dicen: 'Búscalo por ahí, vete a tal sitio'. Es un desespero enorme no saber qué hicieron con tu familiar", expresó Ocaris.
Andreina Baduel también denunció las represalias que sufren los familiares por denunciar las violaciones de derechos humanos. "Desde que comenzamos a denunciar, mi hermano fue sometido a un aislamiento aún más severo. Llevo cuatro semanas sin saber de él, y las autoridades se niegan a recibir las medicinas que necesita", afirmó.
Los panelistas coincidieron en que la solidaridad y la visibilidad son herramientas clave para enfrentar la represión en Venezuela. Diego Casanova instó a la ciudadanía a sumarse a la lucha por la libertad de los presos políticos: "El silencio no es una opción. Necesitamos que más personas se unan a esta causa, que exijan justicia y que no permitan que estos crímenes queden en la impunidad".
María de Jesús Pérez hizo un llamado a la comunidad internacional para que no se ignore la crisis de derechos humanos en Venezuela. "Necesitamos que las organizaciones internacionales, las universidades, los parlamentos y los medios de comunicación alcen su voz y exijan la liberación de los presos políticos", afirmó.
La realidad de los presos por motivos políticos en Venezuela es un reflejo de la crisis de derechos humanos que atraviesa el país. La combinación de detenciones arbitrarias, juicios sin garantías y condiciones inhumanas en los centros de reclusión muestra un patrón sistemático de represión.
La labor de organizaciones como Foro Penal y el Comité por la Libertad de los Presos Políticos sigue siendo fundamental para visibilizar esta realidad y presionar a las autoridades nacionales e internacionales.
Mira el webinar “Libertad para los Presos Políticos: Hablan las familias” aquí
Escucha el X Space “Foro Penal: balance de los derechos humanos en Venezuela” aquí