Jueves, 27 de febrero, 2025

Ante los informes de que unos 40 uigures que permanecían recluidos en Tailandia desde 2014 han sido deportados hoy a China, Sarah Brooks, directora de Amnistía Internacional para China, ha afirmado:

“La devolución a China de estos hombres, y en definitiva de cualquier persona uigur, los pone en peligro de sufrir graves violaciones de derechos humanos. Pedimos al gobierno de Tailandia que aclare su situación.

Su historia ya da escalofríos: huyeron de la represión en China para verse sometidos a detención arbitraria en Tailandia durante más de un decenio. Es de una crueldad inimaginable que ahora los devuelvan a un país donde las personas uigures y de otras etnias diferentes al grupo étnico han en Xinjiang sufren tortura y otros malos tratos, detención arbitraria y desaparición forzada.

El gobierno tailandés debería haber protegido a estos hombres, y sin embargo los ha expuesto de manera intencionada a estos graves peligros. Al hacerlo, ha ignorado las peticiones de Amnistía Internacional y personal experto de la ONU de que respete el principio de no devolución (non-refoulement), nacional e internacionalmente reconocido. Y esto sucede justo cuando el Estado tailandés ha sido elegido miembro del Consejo de Derechos Humanos de la ONU.

Pedimos a los gobiernos de Tailandia y China que revelen el paradero de estas personas y que, si continúan bajo custodia, garanticen que se respeta la totalidad de sus derechos humanos, como el derecho a no sufrir tortura y otros malos tratos.

El estado de salud de muchos de estos hombres tras años bajo custodia es sumamente precario. Deben tener acceso a una asistencia médica adecuada y suficiente. Solicitamos que acabe su suplicio, y pedimos a las autoridades que respeten su derecho a la libertad de circulación. Ya es hora de que se les permita reunirse a salvo con sus familias.”

Información complementaria

Los hombres hoy deportados están entre los 300 uigures que fueron detenidos por las autoridades tailandesas el 13 de marzo de 2014 tras huir de la persecución y la discriminación en la Región Autónoma Uigur de Xinjiang. Un total de 109 personas del grupo fueron deportadas a China en julio de 2015. 

Amnistía Internacional ha documentado abusos masivos y sistemáticos por parte del gobierno chino contra uigures en Xinjiang, por ejemplo en los campos de internamiento, donde se ha sometido a detención arbitraria a más de un millón de personas.

En un informe publicado en 2021, Amnistía Internacional concluía que el gobierno chino ha perpetrado, como mínimo, los crímenes de lesa humanidad de encarcelamiento, tortura y persecución contra personas uigures, kazajas y de otros grupos étnicos predominantemente musulmanes en Xinjiang.

En una carta al gobierno tailandés de enero de 2025, personal experto de la ONU afirmó que, según informes, 23 de los 48 hombres que permanecían bajo custodia tenían problemas graves de salud, como “diabetes, disfunción renal, parálisis de la parte inferior del cuerpo, afecciones cutáneas, enfermedades gastrointestinales y problemas de corazón y pulmón”.

Tailandia debe cumplir el principio de no devolución, que prohíbe transferir a una persona a un país o jurisdicción donde corra peligro real de sufrir graves violaciones de derechos humanos.