Lunes, 24 de febrero, 2025
Melitópol es una ciudad ucraniana de la región de Zaporiyia que quedó bajo ocupación rusa. Algunos residentes se marcharon para evitar vivir bajo la ocupación, pero Olha se quedó para cuidar de su madre. En Facebook se publicó un vídeo en el que Olha enviaba información actualizada sobre la vida en Melitópol bajo la ocupación rusa
Olha Baranevska, maestra de guardería jubilada de Melitópol, abiertamente proucraniana, se negó a volver a trabajar en la guardería bajo la ocupación rusa. En mayo de 2024, las autoridades ocupantes la secuestraron en su domicilio y al parecer la torturaron. Un mes más tarde fue liberada brevemente para luego ser detenida de forma arbitraria y sometida dos veces a 14 días de “detención administrativa”, antes de que la acusaran de esconder explosivos en su jardín y la condenaran a seis años de prisión. Mientras tanto, su madre, de avanzada edad, murió, y su propia salud corre peligro.
ACTÚEN: REDACTEN SU PROPIO LLAMAMIENTO O UTILICEN LA SIGUIENTE CARTA MODELO
Tatiana Moskalkova
Comisionada de derechos humanos
Human Rights Commissioner
Smolensky Boulevard, 19, c 2
119121 Moscow, Federación Rusa
Correo-e: Moskalkova@ombudsmanrf.ru
Señora Comisionada de Derechos Humanos:
Le escribo para expresar mi preocupación por el trato que recibe la población civil ucraniana en los territorios ucranianos ocupados por Rusia, y en concreto la maestra de guardería jubilada Olha Baranevska (Olga Baranevskaya). Creo que podría haber sido objeto de ataques por sus opiniones a favor de Ucrania. Desapareció de su casa en Melitópol el 15 de mayo de 2024. El 19 de mayo, una persona que residía en la zona contó que había visto cómo tres hombres sin uniforme la llevaban brevemente a casa, magullada y escoltada.
No se supo nada de la suerte ni del paradero de Olha hasta el 27 de junio de 2024, cuando acudió inesperadamente a casa de sus padres y telefoneó rápidamente a su hija (que se encuentra en el extranjero) para decirle, con palabras crípticas, que la habían tenido cautiva sola “en la oscuridad”, que “todo lo que [antes] le dolía se había curado”. Poco después de la llamada, Olha fue detenida arbitrariamente por la policía, multada y condenada a 14 días de detención administrativa (dos veces), supuestamente por violar el toque de queda. Mientras, las autoridades informaron de que habían encontrado explosivos en su jardín. En el juicio que se celebró en noviembre, el Tribunal Interdistrital de Melitópol condenó a Olha Baranevska en virtud del Art. 222.1(1) del Código Penal ruso (que hace referencia a la tenencia ilícita de explosivos) y la condenó a seis años de prisión, basándose en pruebas dudosas, incluida la “confesión” de Olha. El juez aceptó sin cuestionamiento alguno que se hubieran encontrado explosivos en el jardín de Olha el 7 de agosto de 2024 (mientras cumplía “detención administrativa”) y no puso en tela de juicio ni la motivación de Olha ni el origen de los explosivos. Olha padece problemas de salud que están empeorando, es insulinodependiente y necesita tratamiento para otras afecciones. Se han violado gravemente sus derechos humanos.
Según Amnistía Internacional, la policía rusa utiliza habitualmente la colocación de explosivos y las declaraciones autoincriminatorias forzadas para inculpar falsamente a personas civiles y encarcelarlas.
La insto a que tome todas las medidas a su alcance para garantizar que Olha Baranevska:
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sea puesta en libertad de forma inmediata e incondicional, a menos que se presenten pruebas creíbles de un delito del que pueda sospecharse de forma plausible, en cuyo caso debe respetarse plenamente su derecho a un juicio justo;
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en espera de su puesta en libertad, se la proteja de malos tratos y se le proporcione la atención médica que necesite;
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se investiguen las circunstancias de su secuestro, detención arbitraria y supuesta tortura, así como la presunta falsificación de pruebas, y que todas las personas sospechosas de estas violaciones de derechos humanos rindan cuentas en juicios justos.
Atentamente, [NOMBRE]
Información complementaria
Melitópol es una ciudad ucraniana de la región de Zaporiyia que quedó bajo ocupación rusa en febrero de 2022. Algunos residentes se marcharon para evitar vivir bajo la ocupación, como la hija de Olha Baranevska, pero Olha se quedó para cuidar de su madre, de edad avanzada (que murió más tarde, mientras Olha estaba detenida). En Facebook se publicó un vídeo en el que Olha enviaba saludos e información actualizada sobre la vida en Melitópol bajo la ocupación rusa, en lengua ucraniana. Entre las publicaciones de Olha en Facebook había una historia sobre una persona que trabajaba con ella y que sufrió acoso por parte de las autoridades de ocupación, como registro domiciliario, abusos verbales y destrucción de objetos personales con símbolos nacionales ucranianos.
La guardería donde había trabajado Olha volvió a abrir bajo la ocupación rusa. Se le pidió en repetidas ocasiones que volviera a dar clases allí, pero ella se negó sistemáticamente. Amnistía Internacional ha documentado prácticas abusivas contra docentes ucranianos por parte de las autoridades rusas ocupantes, como intimidación, violencia física y trabajos forzosos, para asegurarse de que reanudan la enseñanza a los niños y niñas de la zona con arreglo al plan de estudios ruso. La organización también ha documentado la política rusa encaminada a cambiar la demografía de los territorios que ocupa, entre otras cosas tratando de erradicar la identidad y la cultura ucraniana y otras identidades y culturas no rusas.
Olha Baranevska tiene 61 años, es diabética e insulinodependiente, y padece otros problemas de salud que requieren análisis y tratamiento. Tuvo que aceptar el pasaporte ruso en 2023 para poder acceder a la atención médica. Mientras estuvo detenida le suministraron insulina, pero le negaron un tratamiento adecuado para otros problemas de salud, según su hija. En noviembre de 2024, el día del cumpleaños de su madre, de 85 años, Olha, que estaba detenida, recibió la noticia del fallecimiento de su madre, lo que le causó aún más sufrimiento mental.
Amnistía Internacional ha documentado numerosas violaciones de derechos humanos de la población civil ucraniana y violaciones del derecho internacional humanitario cometidas por las fuerzas rusas y las autoridades ocupantes de Ucrania. Entre esas violaciones se incluyen crímenes de guerra y probables crímenes de lesa humanidad, como el traslado o la deportación ilegales de civiles de algunas zonas ocupadas de Ucrania. Se ha informado abundantemente de secuestros, desapariciones forzadas y encarcelamientos ilegítimos, así como de tortura y otros malos tratos de civiles en la Ucrania ocupada por Rusia, y Amnistía Internacional ha documentado numerosos casos de estas prácticas en Crimea y el este de Ucrania desde 2014, y en otros territorios ocupados por Rusia posteriormente. La tortura y otros malos tratos, como la negación de atención médica adecuada bajo custodia y la negación del derecho a un juicio justo, también son habituales en Rusia.
PUEDEN ESCRIBIR LLAMAMIENTOS EN: ruso.
También pueden escribir en su propio idioma.
ENVÍEN LLAMAMIENTOS LO ANTES POSIBLE Y NO MÁS TARDE DEL: 31 de mayo de 2025
Consulten con la oficina de Amnistía Internacional en su país si desean enviar llamamientos después de la fecha indicada.
NOMBRE Y GÉNERO GRAMATICAL PREFERIDO: Olha Baranevska (femenino)