Jueves, 12 de septiembre, 2024
Hernández, Daniel

La Misión Internacional Independiente de Determinación de los Hechos sobre Venezuela puede jugar un rol clave en la rendición de cuentas en medio de la represión generalizada tras las elecciones del pasado 28 de julio en Venezuela, por lo que se espera que se renueve su mandato en septiembre de 2024


Amnistía Internacional Venezuela transmitió el X Space: “Qué hará la ONU por Venezuela”. Contó con la participación de Luis Carlos Díaz, periodista; Beatriz Borges, directora ejecutiva del Centro de Justicia y Paz (CEPAZ); Clara del Campo, encargada de campañas para Sudamérica de Amnistía Internacional y Calixto Ávila, abogado investigador especialista en derechos humanos.

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Borges inició comentando que, debido a la actual situación de graves y masivas violaciones de derechos humanos, es crucial que las Naciones Unidas, un órgano que debe tener como centro la paz, los derechos humanos, la seguridad y desarrollo de los países, aborde de forma “audaz y coordinada” lo que se hará al respecto. 

Subrayó que es importante que esta discusión se dé porque la Misión Internacional Independiente de Determinación de los Hechos sobre Venezuela es la encargada de la documentación y visualización de las violaciones graves de derechos humanos en el país, para exigir la rendición de cuentas y de que se mantenga un escrutinio internacional constante en medio de la brutal escalada de represión postelectoral.

Por ello, enfatizó que se espera que no solo renueven el mandato de los expertos independientes, sino que se renueve el mecanismo y que las tres personas expertas que hoy en día conforman la misión presenten el informe pautado para el 19 de septiembre.

Por su parte, Ávila destacó que la Organización Internacional del Trabajo, un organismo anterior a las Naciones Unidas, únicamente ha creado 10 comisiones de investigación, una de ellas para Venezuela. Agregó que en el mes de noviembre la OIT retomará la discusión sobre el país, sumándole importancia por la cantidad de organismos internacionales activos al mismo tiempo para vigilar el transcurso de la situación.

También agregó que todos estos mecanismos internacionales deben “ser vistos en su conjunto” y que cada uno genera resultados a distintas velocidades. Pero pese al tiempo que ha tomado, han sido muy efectivos para evitar que las violaciones de derechos humanos sean aún más graves en Venezuela. Destacó la importancia de las organizaciones de la sociedad civil a la hora de documentar y denunciar las injusticias y violaciones de derechos humanos, pues no solo aceleran los procesos, sino que ejercen presión en el propio gobierno.
 
Ante todo esto, Clara del Campo enfatizó en que la ONU sigue siendo el espacio más importante a nivel global para tratar problemáticas que afectan a la humanidad en su conjunto y que Venezuela esté como tema prioritario debería brindar esperanzas a las víctimas. “Es tan importante que se designó un grupo de expertos únicamente para la investigación de los hechos en el país, quienes tienen a las víctimas de la situación en el centro y buscan que los perpetradores de las violaciones de derechos humanos rindan cuentas ante la justicia”. 
 
Señaló que el punto más importante que tiene la Misión Internacional Independiente de Determinación de los Hechos sobre Venezuela es exponer al mundo las atrocidades cometidas y hacer saber a los perpetradores que cada abuso que comenten será conocido por todos y judicializado.
 
“Si nos basamos en las experiencias previas de los informes del grupo de expertos, lo único que podemos esperar es un reporte contundente e inequívoco sobre los crímenes internacionales cometidos en la última semana”, comentó del Campo. A esto sumó que, en los últimos años, la confianza que se le tiene a la Misión ha ido aumentando, por lo que podemos esperar que tengan mucha más información que antes, ya que tendrán “conclusiones y hallazgos tajantes”.
 
Sobre el regreso de la Misión de Determinación de Hechos a Venezuela, ya que fue expulsada del territorio el 15 de febrero de 2024, Ávila recalcó que alrededor de este organismo existe un acuerdo de confidencialidad, por lo que no se puede saber con certeza si regresarán. Sin embargo, el trabajo de informar y convencer a los demás países sobre lo que sucede en Venezuela se sigue haciendo como “trabajo de hormiga” y añadió que la intervención de Argentina en nombre de 45 estados es un claro reflejo de que el esfuerzo para informar sobre lo ocurrido luego del 28 de julio tiene una trascendencia especial y puede ser un preludio sobre lo que podemos esperar en el informe de la Misión.
 
Borges destacó que, en estos momentos de inflexión, se necesita acciones eficaces por parte de los funcionarios que componen el sistema de escrutinio internacional para alcanzar la paz de la propia región. “Por paz nos referimos a una basada en la justicia y los derechos humanos, no una basada en el silencio, la represión y el miedo”.
 
En los años pasados, las votaciones a favor de renovar la Misión para Venezuela fueron ganadas con amplia mayoría. Para este año, Del Campo recalcó que hay un consenso sobre la importancia de la Misión en medio de la acuciante represión, por lo que gran parte de los Estados Europeos, dentro y fuera de la Unión Europea, y gran parte de los Estados de las Américas, como Canadá, Chile y Argentina, también se suman al consenso. 
 
Expresó que los interrogantes surgen en el continente africano, asiático y Oceanía, pues son distantes a la realidad y a la cotidianidad de Venezuela. No obstante, han estado alerta de lo que sucede en el país. “Nos consta que varios Estados, desde Sudáfrica hasta Malawi, Malasia y Japón están informados y atentos de lo que pasa en Venezuela, por ello creemos informadamente que se renovará la Misión y tenemos esperanza de que las víctimas tendrán justicia y verdad en un futuro no muy lejano”, puntualizó del Campo.