Amnistía Internacional pide también a la Asamblea General de la ONU que declare la necesidad de proporcionar ayuda humanitaria a través de la frontera de Siria

“Cuando la supervivencia de millones de personas afectadas por el terremoto sigue dependiendo de la ayuda humanitaria transfronteriza de la ONU, ésta debe seguir entregando ayuda a través de los pasos fronterizos de Bab al Salam y Al Rai después del vencimiento el 13 de mayo de la autorización del gobierno sirio, con independencia de si el gobierno renueva ese consentimiento”, ha declarado hoy Amnistía Internacional.

Según el análisis legal de Amnistía Internacional, la entrega de ayuda humanitaria imparcial a civiles que la necesitan con urgencia a través de la frontera siria sin la autorización del Consejo de Seguridad de la ONU o el consentimiento del gobierno sirio es legal según el derecho internacional. Esto se debe a que no existen otras alternativas y a que las operaciones transfronterizas de ayuda humanitaria de la ONU son esenciales para prevenir el sufrimiento de la población civil y violaciones graves de derechos humanos en el noroeste de Siria.

“Amnistía Internacional pide a la ONU que continúe con la entrega transfronteriza de ayuda a través de los pasos fronterizos disponibles con independencia de si el gobierno sirio da o no su consentimiento. Está en juego la vida de más de cuatro millones de personas y el derecho internacional dice claramente que sus derechos deben ser primordiales”, dijo Sherine Tadros, directora adjunta de Relaciones Institucionales y representante ante la ONU de Amnistía Internacional.

“Durante los primeros días críticos después de los terremotos, la entrega de ayuda humanitaria esencial a través de pasos fronterizos adicionales y el apoyo a los equipos de búsqueda y rescate se retrasó debido a las continuas restricciones arbitrarias a la ayuda del gobierno sirio y a la reticencia por parte de la ONU de usar pasos fronterizos no autorizados por el Consejo de Seguridad. Esto tuvo un enorme costo para la población civil en la zona de Siria controlada por la oposición. La ONU debería adoptar una postura clara contra los crueles manejos políticos que obstaculizan desde hace varios años sus operaciones humanitarias en el norte de Siria”.

Desde julio de 2020, la ONU entrega ayuda para la zona del noroeste de Siria afectada por el conflicto a través del paso de Bab al Hawa, en la frontera con Turquía. Tras los terremotos que afectaron al norte de Siria y al sudeste de Turquía el 6 de febrero de 2023, el primer envío de ayuda de la ONU tardó tres días en llegar. Este retraso, combinado con la incapacidad de la ONU de aumentar su respuesta de ayuda debido a dificultades logísticas y políticas, agravó aún más las necesidades humanitarias y obstaculizó la labor de los equipos de búsqueda y rescate. El gobierno sirio no acordó hasta el 13 de febrero la apertura temporal, durante tres meses, de dos pasos fronterizos adicionales, también desde Turquía al noroeste de Siria. Ese acuerdo expirará el 13 de mayo.

La ayuda transfronteriza: necesaria y legal

Desde el estallido del conflicto en Siria en marzo de 2011, el gobierno de ese país restringe arbitrariamente el acceso a la ayuda en las zonas de Siria controladas por la oposición y utiliza el hambre de la población civil como arma de guerra al privar a esta población de alimentos, medicamentos y otros artículos de primera necesidad. Como consecuencia, el Consejo de Seguridad de la ONU estableció un mecanismo transfronterizo de ayuda humanitaria de la ONU en julio de 2014 que permitía que esta organización y sus entidades asociadas proporcionasen ayuda al noroeste de Siria sin autorización del gobierno sirio.

Está en juego la vida de más de cuatro millones de personas y el derecho internacional dice claramente que sus derechos deben ser primordiales.

Sherine Tadros, Amnistía Internacional

Rusia, miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU con derecho a veto, y el gobierno sirio se oponen desde hace tiempo al mecanismo transfronterizo alegando que viola la soberanía de Siria. Desde 2014, vienen reduciendo el marco temporal y el ámbito geográfico de la resolución, dejando Bab al Hawa como único paso fronterizo autorizado para la entrega de ayuda humanitaria e incluso esa autorización expirará en julio de 2023 salvo que la renueve el Consejo de Seguridad.

En 2016, la Oficina de la ONU para la Coordinación de la Asistencia Humanitaria a Afganistán (OCAH) afirmó que, en situaciones excepcionales, cabe mermar temporalmente la soberanía y la integridad territorial de un Estado si éste ha rechazado de forma arbitraria una asistencia vital para civiles que necesitan ayuda humanitaria con urgencia. Las dos opciones para proporcionar dicha ayuda son obtener autorización del Consejo de Seguridad de la ONU o entregar la ayuda sin autorización por razones de necesidad urgente, que es claramente lo que ocurre en el noroeste de Siria.

Amnistía Internacional pide también a la Asamblea General de la ONU que declare la necesidad de proporcionar ayuda humanitaria a través de la frontera de Siria y que reitere su condena de la negativa arbitraria de Siria a la entrega de ayuda transfronteriza imparcial.

“La suerte de millones de personas no debe depender de la autorización del Consejo de Seguridad de la ONU ni de la aprobación del gobierno de Siria. Los juegos políticos tóxicos han impedido que llegue la ayuda a las personas cuya supervivencia depende de ella. Expirada o no, detener la entrega transfronteriza de ayuda en un momento tan crítico equivaldría a abandonar a personas en situación desesperada y privarles de sus derechos humanos fundamentales”, concluyó Sherine Tadros.