Viernes, 10 de marzo, 2023
La legislación, ampliamente criticada, desató protestas multitudinarias en Tiflis el 7 de marzo, el mismo día que el Parlamento de Georgia
En respuesta a la noticia de que, tras las multitudinarias protestas celebradas en Tiflis, el Parlamento de Georgia ha anunciado su decisión de retirar los represivos proyectos de ley sobre “agentes extranjeros”, Marie Struthers, directora de Amnistía Internacional para Europa Oriental y Asia Central, ha declarado:
Las autoridades finalmente se han comprometido a escuchar las voces de los y las manifestantes que llenaron las calles durante dos días, y que mostraron su enorme valentía al enfrentarse a chorros de cañones de agua y nubes de gas lacrimógeno.
Marie Struthers, directora de Amnistía Internacional para Europa Oriental y Asia Central
“Las autoridades finalmente se han comprometido a escuchar las voces de los y las manifestantes que llenaron las calles durante dos días, y que mostraron su enorme valentía al enfrentarse a chorros de cañones de agua y nubes de gas lacrimógeno. Todas las personas que fueron detenidas por ejercer de forma pacífica su derecho a la libertad de reunión deben ser puestas en libertad de inmediato.”
“Las fuerzas de seguridad no sólo utilizaron cañones de agua y gas lacrimógeno, sino también granadas aturdidoras al dispersar las multitudes el segundo día de protestas en Tiflis; en muchos casos dirigieron estos materiales sin previo aviso contra personas que se manifestaban pacíficamente. Hubo manifestantes que denunciaron que la policía había bloqueado las rutas de salida, al tiempo que perseguía, detenía, golpeaba y arrojaba granadas aturdidoras contra quienes se manifestaban. La policía golpeó y detuvo al menos a 77 personas, incluidas personas que se manifestaban pacíficamente y periodistas.”
En muchos casos, el uso de la fuerza por parte de la policía no fue ni proporcionado ni necesario, y no minimizó los daños y las lesiones.
Marie Struthers, directora de Amnistía Internacional para Europa Oriental y Asia Central
“En muchos casos, el uso de la fuerza por parte de la policía no fue ni proporcionado ni necesario, y no minimizó los daños y las lesiones. Los cañones de agua sólo deben utilizarse cuando sea estrictamente necesario para contener o dispersar multitudes, o cuando la violencia haya alcanzado tal grado que no se le pueda hacer frente con medios más pacíficos. De igual modo, el gas lacrimógeno no debe utilizarse en cantidades excesivas, en espacios cerrados o directamente contra personas. El uso intensivo combinado de gas lacrimógeno y cañones de agua constituye tortura u otros malos tratos, y debe investigarse a fondo.”
Información complementaria
La legislación, ampliamente criticada, desató protestas multitudinarias en Tiflis el 7 de marzo, el mismo día que el Parlamento de Georgia adoptó el primero de los dos proyectos de ley sobre “agentes extranjeros” en su primera vista.
Las protestas, que duraron dos días y fueron básicamente pacíficas, se tornaron violentas en algunos momentos. Los manifestantes rompieron ventanas del Parlamento de Georgia, destruyeron vallas y arrojaron piedras contra la policía. Las fuerzas encargadas de hacer cumplir la ley detuvieron a más de 77 personas. La policía también utilizó cañones de agua y gas lacrimógeno para dispersar las multitudes.