Martes, 18 de octubre, 2022
Para que el retorno de personas refugiadas a su país de origen sea auténticamente voluntario, ha de estar basado en su consentimiento libre e informado
En respuesta a la noticia de que la Dirección General de la Seguridad General de Líbano comenzará a enviar la semana próxima de vuelta a su país a personas refugiadas sirias en un supuesto proceso voluntario, Diana Semaan, directora en funciones de Amnistía Internacional para Oriente Medio y Norte de África, ha declarado:
“Las autoridades libanesas están incrementando los supuestos retornos voluntarios, un plan que existe desde hace cuatro años, cuando es bien sabido que las personas refugiadas en Líbano no están en situación de tomar una decisión libre e informada sobre su retorno debido a las restrictivas políticas del gobierno sobre desplazamiento y residencia, la discriminación generalizada, la falta de acceso a servicios esenciales así como la falta de disponibilidad de información objetiva y actualizada sobre la actual situación de los derechos humanos en Siria.
“Con su entusiasmo en facilitar estos retornos, las autoridades libanesas están poniendo a sabiendas a las personas refugiadas libanesas en peligro de sufrir atroces abusos y persecución a su llegada a Siria.
Diana Semaan, Amnistía Internacional
“Con su entusiasmo en facilitar estos retornos, las autoridades libanesas están poniendo a sabiendas a las personas refugiadas libanesas en peligro de sufrir atroces abusos y persecución a su llegada a Siria Líbano debe respetar sus obligaciones en virtud del derecho internacional y detener sus planes de retorno masivo de personas refugiadas sirias.
“Con la economía del país sumida en una espiral de crisis, la comunidad internacional debe seguir apoyando a las más de un millón de personas refugiadas sirias que hay en Líbano para evitar que se incrementen aún más los retornos inseguros.”
Información complementaria
El 12 de octubre, el presidente libanés Michel Aoun anunció que la Dirección General de la Seguridad General de Líbano comenzaría a enviar a personas refugiadas sirias a su país “por tandas” a partir de la semana siguiente. El 13 de octubre, el general Abbas Ibrahim, jefe de la Dirección General de la Seguridad General, afirmó que 1.600 personas refugiadas sirias retornarán tras la aprobación del gobierno sirio.
Según la Dirección General, las personas refugiadas solicitan el retorno en las oficinas de registro que gestiona en todo el país. A continuación, este organismo procede a recopilar todos los nombres de personas inscritas como refugiadas y organiza su transporte en autobuses hasta la frontera con Siria. Con arreglo al acuerdo bilateral, la Dirección General de la Seguridad General libanesa envía también listas de nombres de personas que están inscritas como refugiadas al gobierno sirio para su aprobación previa antes de su retorno a este país.
Para que el retorno de personas refugiadas a su país de origen sea auténticamente voluntario, ha de estar basado en su consentimiento libre e informado. Sin embargo, dadas las terribles condiciones de Líbano, parece dudoso que las personas refugiadas sirias puedan dar un consentimiento realmente libre.
El derecho internacional prohíbe la “devolución constructiva”, que se produce cuando los Estados utilizan medios indirectos para presionar a las personas a regresar a un lugar en el que correrían un peligro real de sufrir violaciones graves de derechos humanos.
Amnistía Internacional cree que en muchos casos las injustas políticas del gobierno libanés son un factor fundamental en la decisión de salir del país. En estos casos, el consentimiento de la persona refugiada a ser repatriada no puede considerarse libre.
Amnistía Internacional ha documentado torturas, violencia sexual, desapariciones forzadas y detenciones arbitrarias sufridas por personas refugiadas sirias al retornar a su país. Quienes se fueron de Siria al comienzo del conflicto corren grave peligro de sufrir represalias a su regreso por las opiniones políticas que se les atribuyen o como castigo por haber huido del país.