Lunes, 19 de septiembre, 2022
Las autoridades penitenciarias rusas están utilizando los crueles métodos que han ido perfeccionando durante años para tratar de quebrantar la moral de Alexei Navalny
En respuesta a los últimos y preocupantes informes y fotografías del destacado activista político ruso Alexei Navalny, que cumple condena de nueve años de cárcel por cargos falsos de fraude, Marie Struthers, directora de Amnistía Internacional para Europa Oriental y Asia Central, ha declarado:
“Hemos recibido informes muy preocupantes sobre el trato cada vez más duro que recibe Alexei Navalny en la colonia penitenciaria de régimen estricto donde se encuentra recluido, con duros castigos por supuestas faltas disciplinarias y reiterados esfuerzos por marginarlo de los otros presos, quienes, según informes, no pueden hablarle, ni siquiera dirigirle la mirada. A Navalny tampoco se le permite entrevistarse confidencialmente con su abogado, lo cual supone una grave violación de sus derechos y de las propias leyes rusas. Su salud y su bienestar corren grave peligro, y esto equivale a trato cruel, inhumano o degradante.”
“Las autoridades penitenciarias rusas están utilizando los crueles métodos que han ido perfeccionando durante años para tratar de quebrantar la moral de Alexei Navalny haciendo insoportable, humillante y deshumanizadora su estancia en la colonia penitenciaria. Exigimos la libertad inmediata y sin condiciones del preso de conciencia Alexei Navalny, y que todos los responsables de su encarcelamiento ilegítimo y sus malos tratos rindan cuentas.”
Las autoridades penitenciarias rusas están utilizando los crueles métodos que han ido perfeccionando durante años para tratar de quebrantar la moral de Alexei Navalny haciendo insoportable, humillante y deshumanizadora su estancia en la colonia penitenciaria
Marie Struthers, directora de Amnistía Internacional para Europa Oriental y Asia Central
Información complementaria
El 14 de junio, Alexei Navalny fue trasladado de la colonia penitenciaria IK-5 (Pokrov, región de Vladimir) a otra de la misma región con un régimen de seguridad más estricto, la IK-6 (Melekhovo), donde el trato de las autoridades y los guardias penitenciarios se ha endurecido, según sus abogados.
Desde el 15 de agosto, las autoridades de la colonia han puesto cuatro veces a Navalny en una celda de castigo (shtrafnoy izolyator, o SHIZO en ruso) sin explicación alguna o alegando infracciones menores del reglamento penitenciario, como llevar desabrochado un botón de la camisa del uniforme. En la celda de castigo, a Alexei Navalny no se le permite recibir visitas familiares, paquetes ni cartas. Según informes, el preso de conciencia también ha sido calificado de “infractor malintencionado” del régimen de la colonia penal y puesto en “estrictas condiciones de detención.” Esto significa, entre otras cosas, que sólo puede recibir cuatro visitas familiares al año, en vez de seis.
Además de imponerle estas medidas disciplinarias, las autoridades de la colonia comunicaron a Alexei Navalny que quedaba privado de su derecho a tener comunicaciones confidenciales con su abogado. Esto supone que ahora deben comunicarse a través de una lámina de plástico opaca que impide totalmente que intercambien o examinen documentos.
Según informes, la comunicación de Alexei Navalny con otros presos también está muy restringida: al parecer, tienen prohibido hablarle y hasta dirigirle la mirada. Según informan sus colegas y un activista de derechos humanos ruso, al paso de Navalny suena una alarma que indica que los presos deben apartarse de él o alejarse de las ventanas si el político se encuentra cerca en ese momento.