Lunes, 27 de junio, 2022
"Los millones de personas que pueden quedarse embarazadas en Estados Unidos se enfrentan a un futuro en el que no podrán tomar decisiones profundamente personales que afectan a su cuerpo", Tarah Demant
En respuesta a la decisión de la Corte Suprema de anular el caso Roe v. Wade, Tarah Demant, directora nacional interina de programas, incidencia y asuntos gubernamentales de Amnistía Internacional USA, dijo:
“El día de hoy marca un triste hito en la historia de Estados Unidos, ya que la Corte Suprema ha anulado la sentencia de la causa Roe v. Wade y ha despojado a la población del derecho al aborto.”
“Los millones de personas que pueden quedarse embarazadas en Estados Unidos se enfrentan a un futuro en el que no podrán tomar decisiones profundamente personales que afectan a su cuerpo, su futuro y el bienestar de sus familias. Esta resolución afecta a todas y cada una de las personas en Estados Unidos, con independencia de su capacidad de tener un embarazo. Seguro que conocen a alguien que se ha sometido a un aborto. Todo el mundo conoce a alguien, ya que aproximadamente una de cada cuatro mujeres en Estados Unidos se someterá a un aborto en el curso de su vida.”
“Ahora tendrán que llevar su embarazo a término o someterse a un aborto en condiciones de riesgo. Éste es el resultado de varias décadas de una campaña dirigida a controlar los cuerpos de mujeres, niñas y demás personas susceptibles de quedarse embarazadas, y prepara el terreno para la adopción de una legislación estatal sin precedentes para penalizar el aborto, así como otros proyectos de ley dirigidos a despojar de sus derechos humanos a la población de Estados Unidos, algunos de los cuales afectarían al control de la natalidad, el género y el matrimonio igualitario así como a otra legislación contra la discriminación.”
Los millones de personas que pueden quedarse embarazadas en Estados Unidos se enfrentan a un futuro en el que no podrán tomar decisiones profundamente personales que afectan a su cuerpo
Tarah Demant
“Independientemente de lo que diga la Corte Suprema, el aborto sigue siendo un derecho humano y los estados de todo el mundo siguen estando obligados a defender ese derecho. A todas las personas que simpatizan con nuestra causa aquí y en todo el mundo y que están viviendo este momento con el mismo espanto y dolor que sentimos nosotras, les decimos: da igual si sentís indignación, miedo, traición o tristeza, no estáis solas. Pertenecéis a una inmensa mayoría de estadounidenses que discrepan con la decisión pronunciada hoy. Estáis entre los 10 millones de personas en todo el mundo que forman este movimiento de base en favor de los derechos humanos. De ahí nacen nuestro poder y nuestra esperanza: somos la mayoría.”