Jueves, 09 de junio, 2022

Antes de la marcha se envió un correo electrónico oficial a todo el alumnado en el que se decía que el evento del Orgullo no está autorizado, que “amenazaría la reputación de la universidad” y que se llamaría a la policía si la marcha se llevaba a cabo


Antes de la marcha se envió un correo electrónico oficial a todo el alumnado en el que se decía que el evento del Orgullo no está autorizado, que “amenazaría la reputación de la universidad” y que se llamaría a la policía si la marcha se llevaba a cabo.

“Hace tres años, la policía hizo frente a una marcha pacífica del Orgullo en el campus de la METU con pulverizadores de pimienta, balas de plástico y gas lacrimógeno. Las personas que participaban fueron detenidas y arrastradas por los tribunales antes de ser absueltas”, ha manifestado Nils Muižnieks, director para Europa de Amnistía Internacional.

“Resulta sumamente decepcionante que no se haya extraído ninguna lección de aquello. El daño que pueda sufrir la reputación de la universidad estará causado por esta injustificada prohibición y por el posible uso innecesario de la fuerza por parte de la policía, no por la celebración del amor y la solidaridad por parte del alumnado.”

En mayo de 2019, el alumnado y el personal de la METU organizaron una marcha pacífica del Orgullo en el campus. La respuesta fue el uso excesivo de la fuerza por parte de la policía. Se acusó a 18 estudiantes y un profesor de “participar en una reunión ilícita” y de “negarse a dispersarse a pesar de las advertencias”. Las 19 personas acusadas fueron absueltas en octubre de 2021, pero aún se enfrentan a actuaciones judiciales tras una apelación de la fiscalía.

“Los gobiernos tienen la obligación de facilitar las reuniones pacíficas, y la prohibición por la universidad de esta marcha del Orgullo carece de fundamento legal. Las autoridades de la METU deben anular esta decisión”, ha manifestado Nils Muižnieks.