Miércoles, 20 de abril, 2022
Las activistas han puesto en marcha una línea telefónica de emergencia para ofrecer apoyo psicológico a activistas contra la guerra y una Fundación Antibelicista que ayuda a las personas despedidas del trabajo o expulsadas de la universidad por sus opiniones contrarias a la guerra
“El Juzgado de Distrito de Vasileostrovsky de San Petersburgo ha ordenado hoy la detención preventiva de Aleksandra Skochilenko, activista que había cambiado etiquetas de precios en supermercados por consignas contra la guerra, en el contexto de las medidas generales de represión adoptadas contra una red de activistas feministas antibelicistas”, ha declarado hoy Amnistía Internacional.
Skochilenko, artista y música que interpreta canciones contra la guerra, fue detenida inicialmente el 11 de abril e interrogada hasta las 3 de la mañana de la mañana siguiente. Después fue acusada formalmente de “desacreditar a las Fuerzas Armadas Rusas” y se ordenó su detención preventiva hasta el 1 de junio. Podría ser condenada a hasta 10 años de cárcel.
“Las autoridades rusas continúan su guerra contra los derechos humanos del pueblo ruso. Todas las personas dedicadas al activismo detenidas por participar pacíficamente en actos de disidencia contra la guerra deben ser puestas en libertad de forma inmediata e incondicional. La represión de este movimiento feminista antibelicista es otro intento desesperado más de silenciar las críticas a la invasión rusa de Ucrania”, afirmó Marie Struthers, directora de Amnistía Internacional para Europa Oriental y Asia Central.
Según la fiscalía, el activismo de Skochilenko en un supermercado el 31 de marzo fue un acto de “hostilidad política” que “difundió información falsa” sobre el uso de las fuerzas armadas rusas.
La vista judicial se celebró a puerta cerrada para “preservar el secreto de la investigación” y “garantizar la seguridad de los testigos”. Según la defensa jurídica de Skochilenko, ésta fue denunciada a la policía por una persona cliente del supermercado.
La Resistencia Feminista Antibelicista
Pese a los implacables esfuerzos del Estado para reprimir la postura contra la guerra, cerrar o bloquear los medios de comunicación independientes, y la detención de decenas de miles de personas, las feministas rusas han seguido desempeñando un papel en el movimiento contra la guerra del país.
La sustitución de las etiquetas del precio en supermercados fue una de las acciones contra la guerra promovidas por la Resistencia Feminista Antibelicista (FAS). Creada el 25 de febrero, al día siguiente de la invasión de Ucrania por Rusia, el grupo tiene como objetivo reforzar el movimiento contra la guerra mediante el establecimiento de una red de grupos feministas con posturas críticas hacia el conflicto.
“Desde que comenzó la guerra […] nos organizamos rápidamente y lanzamos un llamamiento en el que declaramos que la guerra es contraria a todas las metas del movimiento feminista”, dijo a Amnistía Internacional Ella Rossman, una de las pocas caras públicas del movimiento.
Las seguidoras de la FAS usan herramientas de campaña visuales, como folletos y grafitis contra la guerra. También estampan consignas antibélicas en billetes de banco e imprimen artículos de medios de comunicación independientes prohibidos, que siguen siendo inaccesibles dentro de Rusia.
Las activistas han puesto en marcha una línea telefónica de emergencia para ofrecer apoyo psicológico a activistas contra la guerra y una Fundación Antibelicista que ayuda a las personas despedidas del trabajo o expulsadas de la universidad por sus opiniones contrarias a la guerra.
Según la FAS, a 4 de abril había instalado 500 cruces de madera en 41 ciudades para conmemorar a las víctimas civiles de la guerra, y al menos 3.000 simpatizantes habían salido a la calle con consignas antibélicas en la ropa en lo se conoce como “piquetes silenciosos”.
Duras represalias
Las activistas de la FAS han sufrido duras represalias por su activismo. Según el grupo, las autoridades han detenido, arrestado, registrado o amenazado al menos a 100 activistas.
El 30 de marzo, Yevgenia Isaeva, artista de San Petersburgo, fue multada con 45.000 rublos (530 dólares estadounidenses) y posteriormente detenida ocho días por “gamberrismo” debido a sus actuaciones artísticas.
Otra artista, Yulia Kaburkina, de Cheboksary, en la Rusia central, fue detenida el 2 de abril por “desacreditar a las fuerzas militares rusas” después de pegar figuritas de papel que representaban a personas con carteles contra la guerra a etiquetas de precios en un supermercado.
En un canal de Telegram, dijo: “Al sustituir algo muy habitual por algo extraño e inusitado, mostramos que no hay un solo lugar en nuestro país que no se vería afectado por la guerra y no permitimos que la gente cierre los ojos sin más ante lo que está pasando”.
Información complementaria
Aleksandra Skochilenko es la segunda activista antibelicista enjuiciada penalmente y detenida por sustituir etiquetas de precio en supermercados. El 5 de abril, Vladimir Zavyalov, de Smolensk, Rusia central, fue acusado de “desacreditar a las Fuerzas Armadas rusas” en aplicación del artículo 207.3 del Código Penal. En total, más de 20 ciudadanos y ciudadanas rusos han sido enjuiciados en virtud de este artículo represivo, recién introducido, del Código Penal.