Martes, 15 de febrero, 2022

Alexei Navalny fue detenido por cargos de motivación política y nunca debería haber sido encarcelado. Con este nuevo juicio, es evidente que las autoridades rusas quieren asegurarse de que Navalny no sale de prisión en mucho tiempo


Ante la noticia de que el líder político de oposición política encarcelado Alexei Navalny se enfrenta a un nuevo juicio penal en prisión el 15 de febrero por cargos de malversación y desacato al tribunal, Marie Struthers, directora de Amnistía Internacional para Europa Oriental y Asia Central, ha manifestado:

“Claramente insatisfechas con las penas de prisión ya impuestas a Alexei Navalny, las autoridades rusas van a juzgarlo de nuevo tras las vallas electrificadas de una prisión en lo que cínicamente han llamado ‘vista judicial abierta’. Esta farsa judicial, a la que asistirán guardias penitenciarios en lugar de los medios de comunicación, incumple el derecho internacional de los derechos humanos y claramente priva a Navalny de su derecho a un juicio justo.

Alexei Navalny fue detenido por cargos de motivación política y nunca debería haber sido encarcelado. Con este nuevo juicio, es evidente que las autoridades rusas quieren asegurarse de que Navalny no sale de prisión en mucho tiempo. Un juicio a puerta cerrada no hace sino despertar más sospechas sobre nuevas violaciones de derechos humanos que las autoridades rusas intentan ocultar. Las autoridades tienen el deber de garantizar que se respeta el derecho de Navalny a un juicio justo, permitiendo una vista pública y haciendo que se celebre conforme al derecho nacional e internacional.”

Información complementaria

Alexei Navalny ha sido acusado de desacato al tribunal y malversación de más de 35.000 dólares estadounidenses que, según la fiscalía, desvió de donaciones a organizaciones fundadas por él.

La vista se celebrará en la colonia penitenciaria IK-2, situada en Pokrov, unos 100 kilómetros al este de Moscú. El tribunal no aclaró por qué el juicio se celebraba en prisión ni cómo los testigos, periodistas y el equipo defensor de Navalny podían asistir a él en una instalación tan restringida.

Alexei Navalny cumple actualmente una condena de dos años y medio de prisión por cargos falsos de motivación política, calificada por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de “arbitraria y manifiestamente irrazonable”. Si es declarado culpable de estos nuevos cargos, podría ser condenado hasta a 15 años de prisión.