Miércoles, 10 de noviembre, 2021
Ni Huang Xueqin ni Wang Jianbing han cometido ningún delito reconocido internacionalmente. Deben ser puestos en libertad de inmediato
Ante la detención oficial de la activista china del movimiento #MeToo Sophia Huang Xueqin y del activista laboral Wang Jianbing, acusados de “incitar a la subversión del poder del Estado”, Gwen Lee, encargada de campañas sobre China de Amnistía Internacional, ha declarado:
“El desdén del gobierno chino hacia los derechos humanos ha quedado de manifiesto una vez más con estos cargos injustificables contra dos activistas cuyo único supuesto delito ha sido defender pacíficamente el bienestar de otras personas.
“La periodista Huang Xueqin ha sido señalada por las autoridades después de haber ayudado a mujeres en China a denunciar casos de acoso sexual y de convertirse en una figura clave en el movimiento #MeToo del país.
“Además de arrojar luz sobre el terrible trato que reciben las víctimas de violencia sexual, su detención también muestra la hostilidad de las autoridades chinas hacia los y las periodistas que se atreven a informar de la verdad.
“Wang Jianbing, que defiende a trabajadores y trabajadoras con discapacidad y enfermedades profesionales, también afronta una larga pena de prisión por el mismo cargo falso de ‘subversión’. Nadie debería ser encarcelado sólo por defender los derechos de los trabajadores y las trabajadoras.
“Ni Huang Xueqin ni Wang Jianbing han cometido ningún delito reconocido internacionalmente. Deben ser puestos en libertad de inmediato”.
Información complementaria
Sophia Huang Xueqin y el activista laboral Wang Jianbing fueron detenidos en la ciudad china de Guangzhou el 19 de septiembre, víspera del día en que Huang iba a salir de China rumbo a Reino Unido para estudiar una maestría en la Universidad de Sussex.
Sus familias han confirmado que ya están detenidos oficialmente, acusados de “incitar a la subversión del poder del Estado”.
Huang Xueqin es una periodista que ha participado en varias campañas del movimiento #MeToo para proporcionar apoyo y asistencia a víctimas de agresión sexual y acoso sexual. Ya había estado detenida entre octubre de 2019 y enero de 2020, acusada de “provocar peleas y crear problemas” por escribir sobre las protestas multitudinarias en Hong Kong.
El activista laboral Wang Jianbing (a quien sus amistades llaman “Panqueque”) ha proporcionado asesoramiento jurídico a personas con discapacidad y a trabajadores y trabajadoras con enfermedades profesionales. También es un destacado simpatizante del movimiento #MeToo en China.
Desde su detención, no se les ha permitido a ninguno de los dos elegir a un profesional de la abogacía ni ver a sus familias. Mientras tanto, la policía ha citado a varias de sus amistades, cuyos domicilios han registrado y a quienes ha confiscado aparatos.
Desde la represión masiva de activistas y profesionales del derecho de 2015, las autoridades chinas han utilizado sistemáticamente cargos relativos a la seguridad nacional con disposiciones muy imprecisas, como “subvertir el poder del Estado” e “incitar a la subversión del poder del Estado”, para procesar a activistas, intelectuales, periodistas, profesionales del derecho y personal de ONG.