Miércoles, 03 de noviembre, 2021
En Amnistía Internacional, pedimos a las autoridades iraquíes que presten atención a las peticiones de estas organizaciones durante la aplicación efectiva de la ley
El nuevo reglamento sobre la Ley de sobrevivientes yazidíes aprobado por el Parlamento iraquí en septiembre representa un avance pendiente desde hace largo tiempo para muchas personas que sufrieron las atrocidades del grupo armado Estado Islámico, manifestó Amnistía Internacional.
No obstante, las autoridades iraquíes deben hacer más para abordar las necesidades de todas las personas sobrevivientes, lo que incluye proporcionar expresamente reparaciones a los niños y niñas nacidos de la violencia sexual cometida por miembros del Estado Islámico durante el cautiverio.
Además, las autoridades iraquíes prácticamente han ignorado las importantes recomendaciones sobre el reglamento formuladas por organizaciones iraquíes de la sociedad civil, lo que significa que éste carece de un enfoque centrado en las personas sobrevivientes y no establece mecanismos de rendición de cuentas ni procesos de difusión, solicitud ni examen de las solicitudes.
“El nuevo reglamento de aplicación de la Ley de sobrevivientes yazidíes es un paso esencial hacia la justicia para la comunidad yazidí y hacia la garantía de que las reparaciones llegan a las personas sobrevivientes”, manifestó Nicolette Waldman, investigadora del Programa de Respuesta a las Crisis de Amnistía Internacional.
“No obstante, la Ley no hace mención expresa de los menores nacidos como consecuencia de la violencia sexual perpetrada por miembros del Estado Islámico ni de las necesidades de sus madres. Se trata de una omisión significativa que debe abordarse para garantizar justicia para todas las personas yazidíes sobrevivientes.”
“Aunque hubo mujeres yazidíes que decidieron separarse de sus hijos o hijas nacidos de la violencia sexual, a otras muchas las separaron a la fuerza de ellos y están desesperadas por recuperarlos.”
Las autoridades iraquíes deben abordar la terrible situación de estas mujeres y menores, incluyendo expresamente en las reparaciones a los niños y niñas nacidos de la violencia sexual y tomando todas las medidas necesarias para garantizar que estas mujeres, niños y niñas pueden vivir juntos en condiciones seguras.
“Las organizaciones y actores de la sociedad civil han ayudado a que la ley se haga realidad gracias a su incansable trabajo de incidencia, digno de elogio. Pero, desafortunadamente, las autoridades iraquíes han perdido una oportunidad clave para incorporar sus recomendaciones al reglamento de la ley. En Amnistía Internacional, pedimos a las autoridades iraquíes que presten atención a las peticiones de estas organizaciones durante la aplicación efectiva de la ley.”
Entre 2014 y 2017, el Estado Islámico cometió atrocidades contra la comunidad yazidí en Irak constitutivas de crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad, y, según una investigación de la ONU, genocidio.
Información complementaria
El 1 de marzo de 2021, el Parlamento iraquí aprobó la Ley de sobrevivientes yazidíes, que establece un marco de reparación para muchas personas sobrevivientes a los crímenes del Estado Islámico, entre ellas las mujeres y niñas que sufrieron violencia sexual así como sobrevivientes de secuestros infantiles.
Aunque la ley se centra en la comunidad yazidí, también incluye en su ámbito de aplicación a sobrevivientes de las minorías cristiana, turcomana y shabak. La ley establece un salario mensual, una vivienda o un terreno, apoyo para reincorporarse a la escuela y acceso a servicios de salud y psicosociales, así como a otras ayudas esenciales.
En un informe publicado el año pasado, Amnistía Internacional documentó que casi 2.000 menores yazidíes que han regresado con su familia tras vivir bajo el cautiverio del Estado Islámico sufren una crisis de salud física y mental.
El informe, Legacy of Terror: The Plight of Yezidi Child Survivors of ISIS, (Legado de terror: La situación de los niños y niñas yazidíes sobrevivientes del ISIS) también abordó la necesidad urgente de poner fin a la separación forzada de las mujeres yazidíes y sus hijos e hijas nacidos de la violencia sexual de los miembros del Estado Islámico.