Miércoles, 28 de abril, 2021
Las autoridades egipcias deben frenar de inmediato este alarmante aumento de las ejecuciones
Ante la noticia de que las autoridades egipcias han ejecutado hoy a nueve personas —entre ellas un hombre de 82 años— tras un juicio manifiestamente injusto relacionado con la muerte de 13 agentes de policía durante un ataque a la comisaría de policía de Kerdasa en agosto de 2013, Philip Luther, director de Investigación e Incidencia de Amnistía Internacional para Oriente Medio y Norte de África, ha declarado:
Las nueve ejecuciones llevadas a cabo hoy demuestran que las autoridades egipcias desprecian el derecho a la vida así como sus obligaciones contraídas en virtud del derecho internacional.
Al llevar a cabo estas ejecuciones durante el sagrado mes de Ramadán, las autoridades egipcias muestran una implacable determinación de persistir en su escalada del uso de la pena capital.
La pena de muerte es abominable en todas las circunstancias, y en Egipto es sumamente alarmante su aplicación tras juicios sin las debidas garantías donde los tribunales se basan sistemáticamente en “confesiones” empañadas por tortura.
Estas condenas a muerte se impusieron tras un juicio manifiestamente injusto en el que los acusados fueron privados de acceso a sus abogados y coaccionados para que “confesaran”. Según el derecho internacional, los procedimientos en los casos de pena capital deben cumplir escrupulosamente las normas relativas a juicios justos, y llevar a cabo una ejecución tras un juicio injusto vulnera el derecho a la vida.
Las autoridades egipcias deben frenar de inmediato este alarmante aumento de las ejecuciones. Pedimos a todos los Estados del mundo que adopten una postura inequívoca condenando públicamente el uso de la pena capital en Egipto y pidiendo al gobierno egipcio que declare una suspensión inmediata de las ejecuciones como primer paso hacia la abolición de la pena capital.”
Información complementaria
La semana pasada, Amnistía Internacional reveló en su informe anual sobre la pena de muerteque el número de ejecuciones documentadas en Egipto se había triplicado en 2020, por lo que se había convertido en el tercer país con mayor número de ejecuciones en el mundo, después de China e Irán.
En diciembre de 2014, el Tribunal Penal de Giza declaró culpables a 184 personas en relación con el ataque a la comisaría de policía de Kerdasa y condenó a muerte a todas excepto una, menor de edad, a la que impuso 10 años de prisión. En la repetición del juicio ante el Tribunal Penal de El Cairo, en julio de 2017, 20 personas fueron condenadas a muerte. El Tribunal de Casación de Egipto ratificó sus condenas a muerte en septiembre de 2018. Nueve organizaciones egipcias de derechos humanos denunciaron la sentencia poniendo de relieve violaciones manifiestas del derecho a un juicio justo, como privar a las personas acusadas de acceso a representación letrada durante la detención y el interrogatorio, y obligarlas a “confesar”. Otros tres hombres juzgados en la misma causa fueron ejecutados el 4 de octubre de 2020.