Lunes, 01 de marzo, 2021

Según información publicada en medios de comunicación, el 28 de febrero murieron 18 manifestantes al utilizar las fuerzas de seguridad armas letales contra las personas participantes en manifestaciones multitudinarias y pacíficas celebradas en todo el país


En respuesta a la información según la cual 18 personas han muerto y muchas más han resultado heridas al cargar fuerzas policiales y militares contra manifestaciones pacíficas celebradas en todo Myanmar, Emerlynne Gil, directora regional de Investigación de Amnistía Internacional, ha manifestado:

“Es terrible y sumamente alarmante que la policía y el ejército hayan utilizado medios letales para responder a manifestaciones totalmente pacíficas, provocando un aumento del número de víctimas mortales ayer.

“A las personas participantes en estas protestas se les debe permitir ejercer el derecho de reunión pacífica para que expresen su opinión sobre la situación actual del país.

“El deber de los agentes encargados de hacer cumplir la ley, sean policías o militares, es facilitar las reuniones pacíficas. No deben causar daño a quienes se manifiestan ni, desde luego, emplear medios letales. Toda medida que tomen para controlar estas reuniones pacíficas ha de ser legítima, proporcionada y necesaria.

“Ante este rápido deterioro de la situación, las fuerzas de seguridad de Myanmar deben dejar de inmediato de hacer uso innecesario de la fuerza contra manifestantes pacíficos, y poner en libertad a todas las personas detenidas arbitrariamente.


Información complementaria

Según información publicada en medios de comunicación, el 28 de febrero murieron 18 manifestantes al utilizar las fuerzas de seguridad armas letales contra las personas participantes en manifestaciones multitudinarias y pacíficas celebradas en todo el país.

Tras el golpe militar del 1 de febrero de 2021, la población de Myanmar ha venido celebrando en todo el país manifestaciones mayoritariamente pacíficas.

Anteriormente, la misión de investigación de la ONU había pedido que se iniciaran investigaciones y enjuiciamientos contra el general Min Aung Hlaing, jefe militar de Myanmar a cargo ahora del país, y otros altos mandos por crímenes de guerra, crímenes de lesa humanidad y genocidio.