Viernes, 11 de diciembre, 2020
Los cuatro periodistas padecen una serie de problemas médicos, como dolor de estómago y de colon, hemorroides y otras afecciones que no se han diagnosticado o tratado adecuadamente. Tawfiq al Mansouri sufre además diabetes y cardiopatía
Las autoridades de facto huzíes niegan a Tawfiq al Mansouri, uno de los cuatro periodistas detenidos desde 2015, que en abril fue condenado a muerte en Saná, un tratamiento médico del que puede depender su vida en el marco de un estado de salud crítico y de las terribles condiciones de reclusión.
Lynn Maalouf, directora regional adjunta de Amnistía Internacional para Oriente Medio y Norte de África, ha declarado:
La negación por las autoridades de facto huzíes de tratamiento médico urgente al periodista y activista Tawfiq al Mansouri, enfermo de gravedad, es un acto de crueldad que viola la prohibición de la tortura y otros malos tratos.
“Desde su detención, y debido a las terribles condiciones de reclusión, ha sufrido enfermedades crónicas, como diabetes, insuficiencia renal, problemas cardíacos, inflamación de la próstata y asma. En fechas más recientes recibimos información preocupante que indicaba que había contraído la COVID-19 en junio, y que desde octubre su estado de salud se ha deteriorado aún más al negársele un tratamiento fundamental para sus problemas cardíacos.
“De entrada, nunca debería haber sido encarcelado, y mucho menos condenado a muerte. En tanto se produce su liberación, que debería haber tenido lugar hace tiempo, se debe permitir con carácter inmediato el acceso de Tawfiq al Mansouri a la atención médica que necesita con gran urgencia, prestada por profesionales médicos de su elección. Pedimos además a las autoridades de facto huzíes que anulen de inmediato las condenas a muerte impuestas a los cuatro periodistas después de un juicio injusto, que retiren todos los cargos infundados pendientes y pongan en libertad a estas personas sin más demora.”
Información complementaria
En abril de 2020, un tribunal de Saná afín a los huzíes condenó a muerte a los cuatro periodistas —Tawfiq al Mansouri, Akram al Walidi, Abdelkhaleq Amran y Hareth Hamid— por cargos falsos, entre otros “espiar para Arabia Saudí”. Junto con otros seis periodistas liberados con posterioridad, estuvieron detenidos, sin cargos ni juicio, de 2015 a 2020, y fueron condenados en un juicio manifiestamente injusto. Durante este tiempo, estuvieron en situación de desaparición forzada, recluidos en régimen de incomunicación intermitente y en régimen de aislamiento, y se les privó de acceso a atención médica. Al menos tres de ellos fueron sometidos a tortura y otros malos tratos.
Los cuatro periodistas padecen una serie de problemas médicos, como dolor de estómago y de colon, hemorroides y otras afecciones que no se han diagnosticado o tratado adecuadamente. Tawfiq al Mansouri sufre además diabetes y cardiopatía.
Amnistía ha documentado ampliamente el uso del sistema judicial por parte de los huzíes para reprimir la libertad de expresión, asociación y religión dictando sentencias severas, incluida la pena de muerte, por ejercer estos derechos humanos.
Amnistía Internacional viene haciendo campaña por la liberación inmediata y sin condiciones de los cuatro periodistas condenados a muerte y les invita a actuar aquí.