Jueves, 22 de octubre, 2020
Las periodistas Esraa Abdel Fattah y Solafa Magdy, y los periodistas Hossam al Sayyad y Mahmoud Hussein están en prisión por hacer públicas opiniones o informaciones críticas, lo que niega aún más a la ciudadanía su derecho a la información
Esta semana, más de 278 legisladores y legisladoras de toda Europa y Estados Unidos han enviado sendas cartas públicas al presidente egipcio Abdel Fattah al Sisi con un enérgico mensaje de denuncia de la situación de los presos y presas de conciencia en el país. En una muestra de preocupación creciente, 84 miembros del Parlamento Europeo, 138 miembros de parlamentos nacionales de toda Europa y 56 miembros de las dos cámaras del Congreso estadounidense instaron al presidente Al Sisi a que pusiera fin al encarcelamiento injusto de defensores y defensoras de los derechos humanos, periodistas, profesionales del derecho y activistas políticos en Egipto, en prisión sólo por ejercer sus derechos humanos.
Las organizaciones abajo firmantes consideran que este es un paso oportuno y muy necesario para abordar la lamentable situación de los derechos humanos en el país y piden a las autoridades egipcias la libertad inmediata e incondicional de todas las personas recluidas sólo por ejercer pacíficamente sus derechos humanos. Ya es hora de que las autoridades egipcias respeten los derechos a la libertad de expresión, asociación y reunión pacífica y rompan el ciclo de impunidad por violaciones graves de derechos humanos.
Especialmente en estos momentos de riesgos exacerbados para la salud debido a la pandemia de COVID-19, los legisladores y las legisladoras pidieron a Egipto que diera prioridad a los derechos humanos de las personas detenidas. Las cartas, enviadas una tras otra en Estados Unidos y Europa, reflejan llamamientos similares que han hecho este año la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, personas expertas en derechos humanos de la ONU y organismos internacionales para la salud, y muestran una preocupación creciente por el clima de impunidad que reina en Egipto.
Las cartas llegan en un contexto de deterioro continuo de los derechos humanos en Egipto, pocas semanas después de que las autoridades de este país recurrieran, una vez más, a la fuerza ilegítima, las detenciones masivas y la censura para reprimir las protestas contra el empeoramiento de la situación económica. Pese al alto riesgo para su vida, su seguridad y su libertad, la ciudadanía egipcia sigue haciendo oír su voz. El gobierno también ha instrumentalizado la pandemia de COVID-19 para recortar aún más las libertades fundamentales y combatir las críticas a su gestión de la crisis sanitaria.
Algunos de los presos y presas de conciencia nombrados en las cartas, como Ramy Shaath y Zyad el Elaimy, llevan más de un año en prisión preventiva por su activismo político pacífico. Profesionales del derecho que defienden los derechos humanos, como el abogado Mohamed al Baqer y la abogada Mahienour al Massry, citados también en las cartas, son objeto de acoso y detención por representar a víctimas de desaparición forzada o detención arbitraria. Las periodistas Esraa Abdel Fattah y Solafa Magdy, y los periodistas Hossam al Sayyad y Mahmoud Hussein están en prisión por hacer públicas opiniones o informaciones críticas, lo que niega aún más a la ciudadanía su derecho a la información. Por último, en las cartas se nombra también a investigadores de derechos humanos detenidos, como Patrick Zaki e Ibrahim Ezz el Din, recluidos en aplicación de la política de tolerancia cero del activismo de derechos humanos.
Firmantes:
EuroMed Rights
ACAT Francia
Amnistía Internacional
Instituto Cairota de Estudios de Derechos Humanos
FIDH, en el marco del Observatorio para la Protección de los Defensores de los Derechos Humanos
Organización Mundial contra la Tortura (OMCT), en el marco del Observatorio para la Protección de los Defensores de los Derechos Humanos
The Freedom Initiative