Lunes, 24 de agosto, 2020
No se ha vuelto a ver a Merdan Ghappar desde marzo de 2020, después de que publicara en redes sociales fotos y mensajes que describían sus malas condiciones de detención. Aunque está detenido desde enero de 2020, las autoridades revelaron hace muy poco que está bajo “medidas forzosas”, acusado de agredir a personal sanitario. El bienestar de Merdan Ghappar es motivo de gran preocupación, pues se teme que corra peligro de sufrir tortura y otros malos tratos.
Actúen: Redacten su propio llamamiento o utilicen la siguiente carta modelo
Director Wang Xiaoming
Kuqa County Public Security Bureau
Jiefang Lu, Kuqa Shi
842000 Xinjiang Uyghur Autonomous Region
República Popular China
Señor Director Wang:
Le escribo para expresarle mi preocupación por Merdan Ghappar (麦尔丹 • 阿巴), modelo uigur actualmente sometido a “medidas forzosas” (强制措施), que fue detenido en enero de 2020 en Foshan, provincia de Guangdong, y a quien no se ha vuelto a ver desde marzo de 2020.
Han circulado mensajes suyos por las redes con fotos y detalles alarmantes sobre sus malas condiciones de detención: hacinamiento, falta de higiene, medidas de protección insuficiente contra la COVID-19 y gritos al parecer provenientes de una sala de interrogatorio. En un vídeo tomado por él mismo en marzo de 2020 aparece en una habitación atado con grilletes a una cama. Nadie lo ha vuelto a ver ni ha sabido nada de él desde entonces.
Me preocupa que las autoridades de la Región Autónoma Uigur de Sinkiang no hayan revelado detalles sobre la situación de Merdan Ghappar hasta que su caso apareció en los medios de comunicación internacionales. Sólo entonces informaron, en una escueta declaración escrita, de que había sido trasladado a su lugar de origen, Kuqa. Al parecer está bajo “medidas forzosas” por agredir a personal sanitario, y fue esposado a su cama para evitar que se autolesionara y que reaccionara contra la policía.
Me preocupa que Merdan Ghappar siga detenido únicamente por los vídeos y mensajes que envió. Dado que no tiene acceso a su familia ni a asistencia letrada de su elección, también me preocupa mucho su estado y su bienestar, pues temo que corra peligro de sufrir tortura y otros malos tratos, en violación del derecho internacional.
Por tanto, le insto a:
- Poner en libertad a Merdan Ghappar o acusarlo sin demora de algún delito común reconocible internacionalmente —lo cual no incluye el ejercicio pacífico de sus derechos humanos— y juzgarlo con arreglo a las normas internacionales sobre juicios justos;
- Hasta que quede en libertad, revelar su paradero, permitirle acceder a su familia y a asistencia letrada de su elección y garantizar que no es sometido a tortura y otros malos tratos.
Atentamente,
[NOMBRE]
Información complementaria
Merdan Ghappar, de 31 años, es un modelo uigur que trabaja para Taobao, una de las mayores empresas chinas de venta al por menor. Se fue de la Región Autónoma Uigur de Sinkiang (Sinkiang) en 2009 en busca de mejores oportunidades en el este de China. Cuando trabajaba en Foshan (provincia de Guangdong), fue condenado a 16 meses de cárcel por vender cannabis. Al quedar en libertad, a finales de noviembre de 2019, reanudó su carrera de modelo.
El 4 de agosto de 2020, la BBC hizo un reportaje sobre los vídeos y mensajes en redes sociales en los que Merdan Ghappar describía sus condiciones de detención. El reportaje se viralizó y atrajo mucha atención sobre las detenciones masivas y otras violaciones de los derechos humanos en Sinkiang. El Ministerio de Asuntos Exteriores de China inicialmente desmintió el reportaje de la BBC, calificándolo como “el típico bulo”. Posteriormente, la oficina de prensa del gobierno de Sinkiang envió a la BBC una declaración escrita que daba a conocer más detalles.
Según la Ley de Procedimiento Penal de China, las “medidas forzosas” son una serie de medidas con diversos grados de restricción o privación de la libertad personal que las autoridades encargadas del cumplimiento de la ley o las autoridades judiciales pueden tomar contra una persona sospechosa o acusada de cometer un delito. Estas medidas van desde el arresto o detención penal, más restrictiva y consistente en recluir bajo custodia a una persona en un centro de detención oficial, hasta la vigilancia domiciliaria o la libertad provisional bajo fianza en espera de investigación, menos restrictivas. También incluyen la “vigilancia domiciliaria en un lugar designado”. En marzo de 2020, los órganos de expertos en derechos humanos de la ONU expresaron su alarma por que China continuara usando la vigilancia domiciliaria en un lugar designado, sistema de detención que permite a los responsables de una investigación penal retener a una persona durante periodos de hasta seis meses al margen del sistema de detención formal, lo que puede ser una forma de detención incomunicada secreta. Esta forma de detención se ha utilizado para obstaculizar las actividades de los defensores y defensoras de los derechos humanos, incluidos activistas, abogados y abogadas y practicantes de religiones.
La Región Autónoma Uigur de Sinkiang es una de las regiones de China donde hay más diversidad étnica. Más de la mitad de sus 22 millones de habitantes pertenecen a etnias mayoritariamente túrquicas y con predominio musulmán, como la uigur (unos 11,3 millones de personas), la kazaja (unos 1,6 millones de personas) y otras, cuyos idiomas, culturas y formas de vida son claramente diferentes de los de la etnia han, mayoritaria en la China “interior”.
En marzo de 2017, el gobierno de Sinkiang promulgó la “Normativa sobre Desradicalización”, que describe y prohíbe una amplia variedad de conductas calificadas de “radicales”, tales como “difundir el pensamiento radical”, desacreditar o negarse a oír o ver programas de la radio y la televisión estatales, llevar burka, llevar una barba “extraña”, resistirse a las políticas nacionales y publicar, descargar, almacenar o leer artículos, publicaciones o material audiovisual de “contenido radical”. Esta normativa también establece un “sistema de responsabilidad” de los cuadros oficiales respecto a la labor de “desradicalización”, así como la revisión anual de su desempeño.
Se calcula que hasta un millón de personas uigures, kazajas o de otras etnias predominantemente musulmanas se hallan recluidas en centros de “transformación mediante la educación”. Las autoridades chinas negaron la existencia de estos centros hasta octubre de 2018, cuando reconocieron que existían, aunque describiéndolos como centros voluntarios y gratuitos de “formación profesional” cuyo objetivo, según afirman, es proporcionar a la gente una formación técnica y profesional que le permita encontrar trabajo y llegar a ser ciudadanos y ciudadanas “útiles”. Sin embargo, la explicación de China contradice los informes de palizas, privación de alimentos y reclusión en régimen de aislamiento que han dado a Amnistía Internacional personas que han estado detenidas en estos centros.
China ha rechazado las peticiones de la comunidad internacional, incluida Amnistía Internacional, para que permita el acceso sin trabas a Sinkiang de expertos independientes, y en cambio ha hecho esfuerzos para silenciar las críticas invitando a delegaciones de diferentes países a visitar la región en recorridos cuidadosamente organizados y estrechamente supervisados.
Pueden escribir llamamientos en: Chino e inglés
También pueden escribir en su propio idioma.
Envíen llamamientos lo antes posible y no más tarde del: 9 de octubre de 2020
Consulten con la oficina de Amnistía Internacional de su país si desean enviar llamamientos después de la fecha indicada.
Nombre y género gramatical preferido: Merdan Ghappar (masculino)