Viernes, 01 de noviembre, 2019
Amnistía Internacional ha verificado también casos en los que la policía, armada con rifles semiautomáticos, ha disparado munición real durante las protestas, contrario a lo establecido por el derecho internacional de los derechos humanos y las normas internacionales relativas al uso de la fuerza
Las autoridades de Haití deben poner fin al uso ilegítimo de la fuerza contra manifestantes y deben garantizar el derecho a la vida. Así lo ha manifestado hoy Amnistía Internacional, tras verificar múltiples casos de uso excesivo de la fuerza por parte de la policía durante seis semanas de protestas antigubernamentales en las que al menos 35 personas perdieron la vida; en muchas de las muertes estuvo implicada la Policía Nacional.
“Las imágenes que hemos verificado arrojan luz sobre las violaciones de derechos humanos cometidas por las autoridades haitianas. Las fuerzas de seguridad bajo el mando del presidente Jovenel Moïse han hecho uso de la fuerza excesiva. Esos incidentes deben investigarse de manera inmediata, exhaustiva y efectiva”, ha manifestado Erika Guevara Rosas, directora para las Américas de Amnistía Internacional.
“El presidente Moïse debe tomar medidas urgentes para garantizar que quienes protestan contra su gobierno pueden hacerlo de forma segura, sin poner su vida en peligro. La policía debe dejar de utilizar armas de fuego cargadas con munición real en el contexto de las protestas, y debe tomar medidas especiales para garantizar la seguridad de los y las periodistas que informan sobre la situación política y de derechos humanos en Haití.”
El personal de investigación de Amnistía Internacional y el Cuerpo de Verificación Digital de la organización han verificado vídeos de varios incidentes en los que la policía ha utilizado armas menos letales de forma indiscriminada e ilegal, incluidos casos en los que se ha lanzado gas lacrimógeno desde un vehículo policial en marcha contra personas que se manifestaban pacíficamente, se ha disparado contra manifestantes con munición menos letal a una distancia extremadamente corta, y se ha golpeado a un manifestante.
Amnistía Internacional ha verificado también casos en los que la policía, armada con rifles semiautomáticos, ha disparado munición real durante las protestas, contrario a lo establecido por el derecho internacional de los derechos humanos y las normas internacionales relativas al uso de la fuerza.
Entre el 16 de septiembre y el 17 de octubre, la ONG haitiana Red Nacional de Defensa de los Derechos Humanos (Réseau National de Défense des Droits Humains, RNDDH) documentó al menos 35 muertes en el contexto de las protestas, incluidas al menos nueve a manos de la policía. En ese mismo período, la ONG informó de que más de 200 personas habían resultado heridas, entre ellas al menos ocho periodistas.
Problema 1: Uso indiscriminado de armas menos letales
- Según el derecho y las normas internacionales de derechos humanos, el uso de las armas menos letales —como el gas lacrimógeno, los cañones de agua o las balas de goma— debe limitarse a situaciones específicas, tras someterlas a un cuidadoso examen y sólo cuando sea necesario y proporcionado a un objetivo policial legítimo, ya que pueden causar lesiones graves o la muerte.
El 11 de octubre, en torno a la Route de Delmas, Puerto Príncipe, un vehículo policial en marcha arrojó imprudentemente lo que se sospecha que era gas lacrimógeno contra personas que se manifestaban pacíficamente, y las obligó a dispersarse.
El 4 de octubre, en el contexto de las protestas de Puerto Príncipe, Haití, unos funcionarios encargados de hacer cumplir la ley que empuñaban armas de fuego dispararon sin cuidado lo que se sospecha que eran balas de goma contra dos hombres mientras éstos huían y escalaban una valla.
El 11 de octubre, en torno a la Route de Kenscoff, Puerto Príncipe, un agente golpeó en el estómago a un manifestante que huía de los cañones de agua.
Problema 2: Uso de munición real en el contexto de protestas
- El derecho y las normas internacionales disponen que la munición real sólo debe utilizarse como último recurso y cuando sea estrictamente necesario para proteger frente a una amenaza inminente para la vida o una amenaza inminente de lesiones graves.
- Las armas de fuego cargadas con munición real no son adecuadas para utilizarlas durante manifestaciones públicas o en otras concentraciones de personas. Si se requiere el uso de la fuerza para dispersar reuniones públicas violentas, este uso debe cumplir los principios de estricta necesidad y proporcionalidad.
El 16 de octubre, en la plaza Jean-Jacques Dessalines, Puerto Príncipe, Haití, unos miembros de la Unidad General de Seguridad del Palacio Nacional (Unité de sécurité générale du Palais national), unidad especializada de la Policía Nacional de Haití encargada de garantizar la seguridad del presidente y del Palacio Nacional, interrumpieron el funeral de una persona que presuntamente había perdido la vida en el contexto de las protestas. Según la información publicada en la prensa, ese mismo día se celebraron funerales similares en todo el país.
Los agentes iban armados con modernos rifles israelíes Galil ACE, un arma adecuada para operaciones de combate, no para el control policial de manifestaciones masivas, y un policía disparó munición real al aire cerca de donde se encontraban los manifestantes.
Según la RNDDH, dos personas resultaron heridas durante el incidente. Amnistía Internacional no ha podido verificar cómo resultaron heridas.
El 11 de octubre, al menos un funcionario encargado de hacer cumplir la ley disparó munición real con una pistola contra manifestantes que huían en Petion-Ville, cuando no existía un riesgo evidente o inmediato para el agente (único caso en el que habría una justificación legítima y proporcionada para el uso de esa fuerza). Otro vídeo tomado en la zona sugiere que las protestas eran pacíficas.
Información complementaria
En Haití llevan organizándose protestas todo el año, provocadas principalmente por las denuncias de que altos cargos, entre ellos el presidente Jovenel Moïse, podrían estar implicados en el desvío de hasta 2.000 millones de dólares estadounidenses de beneficios procedentes del petróleo que Venezuela proporcionó a Haití en condiciones favorables.
En febrero, 41 personas murieron y 100 resultaron heridas en el contexto de protestas similares, según la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos.
En septiembre, el Comité para la Protección de los Periodistas condenó los disparos recibidos por el periodista Chery-Dieu-Nalio, que resultó herido después de que un senador realizara un disparo al aire cerca del edificio del Senado.
El 10 de octubre, Néhémie Joseph, periodista de Radio Mega, fue hallado muerto en su automóvil.