Jueves, 03 de octubre, 2019
Las autoridades honkonesas deben abrir una investigación independiente y efectiva sobre el uso de la fuerza por la policía en las protestas de los últimos meses contra el proyecto de ley de extradición, la cual ha desembocado en que un adolescente luche por su vida en el hospital
En respuesta al disparo efectuado por la policía contra un manifestante —actualmente hospitalizado en estado crítico— durante las manifestaciones del día nacional de China en Hong Kong, Man-Kei Tam, director de Amnistía Internacional Hong Kong, ha declarado:
“El disparo contra un manifestante constituye una alarmante novedad en la respuesta de la policía de Hong Kong a las protestas. Las autoridades honkonesas deben abrir una investigación inmediata y efectiva sobre la secuencia de sucesos que han desembocado en que un adolescente está luchando por su vida en el hospital. La policía solo debe usar medios letales como respuesta a un peligro inminente de muerte o de lesiones graves y únicamente como último recurso.”
“Instamos a las autoridades de Hong Kong a que revisen con carácter urgente su forma de enfocar la actuación policial en las protestas a fin de reducir la tensión y prevenir que se pongan en peligro más vidas.”
Amnistía Internacional analizó vídeos del incidente e identificó el lugar como la plaza Hau Tei de la zona honkonesa de Tsuen Wan. En una breve declaración en vídeo, la fuerza policial de Hong Kong defendió el disparo afirmando que el agente creyó que su vida estaba en peligro:
“Un agente creyó que su vida corría grave peligro y disparó una bala contra el agresor para salvar su vida y las vidas de sus colegas”.
Amnistía ha pedido reiteradamente una investigación independiente y efectiva sobre el uso de la fuerza por la policía en las protestas de los últimos meses contra el proyecto de ley de extradición, incluidos presuntos casos de tortura y otros malos tratos bajo custodia. El hecho de que no se abordaran casos anteriores de uso excesivo de la fuerza ha contribuido a la escalada actual de la violencia. Según las directrices de la ONU, las armas de fuego sólo pueden emplearse como protección en caso de peligro inminente de muerte o lesiones graves.