Viernes, 24 de mayo, 2019
Esperamos que las reuniones con Alexandre Magno y con Santos Cruz sean provechosas para la construcción de un diálogo positivo en favor de los derechos humanos. Aún tenemos la esperanza de que alguna de las demás autoridades, en especial el presidente Jair Bolsonaro, nos puedan recibir para hablar de temas de tanta importancia en el actual contexto brasileño
Amnistía Internacional lanzó el martes la acción “Brasil para todo el mundo”, en la que presenta sus preocupaciones y recomendaciones con respecto a la garantía, protección y promoción de los derechos humanos en el país, tras cinco meses de gobierno de Jair Bolsonaro.
Además, la organización ha explicado sus posturas a Bolsonaro en una carta abierta que la directora ejecutiva de Amnistía Internacional Brasil, Jurema Werneck, y la directora para las Américas de Amnistía Internacional, Erika Guevara Rosas, pretenden entregar personalmente al presidente en Brasilia, donde permanecerán hasta el jueves, 23 de mayo, tratando de concertar una audiencia. El lunes por la tarde, el Ministerio de Mujer, Familia y Derechos Humanos y el de Relaciones Exteriores comunicaron por escrito, en una nota, que estaban abiertos al diálogo con Amnistía Internacional.
“Esperábamos más receptividad por parte de las autoridades, y ahora es de esperar que la disposición al diálogo expresada en la nota interministerial se convierta en realidad. Solicitamos un encuentro con el presidente Jair Bolsonaro, y él derivó nuestra solicitud a Damares Alves, ministra de Mujer, Familia y Derechos Humanos. De las seis reuniones que hemos pedido con las autoridades, sólo se nos han confirmado dos, aunque la ministra de Mujer, Familia y Derechos Humanos, Damares Alves, nos ha indicado que, esta semana, nos recibirá también el secretario nacional adjunto de Protección Global, Alexandre Magno.”
“Además, hemos solicitado sendas audiencias con el ministro Sergio Moro y con el ministro de Presidencia, Onyx Lorenzoni. Moro nos ha contestado que no puede recibirnos, mientras que la oficina de Presidencia no nos ha respondido aún. La única persona que aceptó dialogar con nosotros es el general Carlos Alberto dos Santos Cruz, responsable de la secretaría de Gobierno”, afirma Jurema Werneck.
A continuación, añade: “esperamos que las reuniones con Alexandre Magno y con Santos Cruz sean provechosas para la construcción de un diálogo positivo en favor de los derechos humanos. Aún tenemos la esperanza de que alguna de las demás autoridades, en especial el presidente Jair Bolsonaro, nos puedan recibir para hablar de temas de tanta importancia en el actual contexto brasileño”.
Erika Guevara Rosas incide en la necesidad de que los gobiernos dialoguen con la sociedad civil:
“Creo que sería importante que Bolsonaro y otras autoridades mostrasen voluntad de conversar sobre los temas de derechos humanos que presentamos ayer, que no preocupan sólo a Amnistía Internacional, sino también a otras muchas organizaciones que trabajan por los derechos humanos y a numerosos ciudadanos y ciudadanas de Brasil. Son medidas que amenazan los derechos de millones de personas, sobre todo de los pueblos indígenas y quilombolas, las mujeres, las personas de raza negra o LGBTI y los defensores y defensoras de los derechos humanos. Todas nuestras preocupaciones y recomendaciones se basan en análisis de los decretos y medidas adoptados o propuestos por el gobierno, que cotejamos con los compromisos internacionales de defensa de los derechos asumidos por Brasil”, afirma Erika Guevara Rosas.
A continuación, añade: “Lo que estamos proponiendo son posibles caminos para garantizar un país más inclusivo, un país para todo el mundo. Mostrar disposición al diálogo sería un paso importante para el gobierno de Brasil, el mayor país de América del Sur, en este momento de grandes amenazas y violaciones de derechos humanos en América”.