Martes, 09 de abril, 2019

El aborto está prohibido en Corea del Sur salvo en circunstancias limitadas, como la violación, el incesto o cuando la salud de la mujer corre peligro. Incluso en estos casos, los abortos deben practicarse dentro de las primeras 24 semanas de embarazo, y las mujeres casadas necesitan el permiso de sus esposos


El 30 de marzo, más de un millar de mujeres de Corea del Sur desafiaron al frío extremo en Seúl para pedir la despenalización del aborto, en vísperas de la resolución que se espera que el Tribunal Constitucional anuncie el 11 de abril.

El aborto está prohibido en Corea del Sur salvo en circunstancias limitadas, como la violación, el incesto o cuando la salud de la mujer corre peligro. Incluso en estos casos, los abortos deben practicarse dentro de las primeras 24 semanas de embarazo, y las mujeres casadas necesitan el permiso de sus esposos. Pese a la prohibición, en Corea del Sur se practican a diario abortos clandestinos e inseguros. Las mujeres y niñas que se someten a un aborto se enfrentan al estigma y la vergüenza, que agravan los riesgos para su salud.

Las cosas deben cambiar, y creemos que pueden hacerlo. A lo largo del último año hemos visto a varios países dar pasos trascendentales para reconocer el derecho de las mujeres a elegir: por ejemplo, Irlanda, que anuló la prohibición constitucional de facto del aborto en mayo de 2018, y Argentina, donde una nueva oleada de activismo por parte de mujeres jóvenes situó la cuestión en lo alto de la agenda política. La lucha continúa pero, sea cual sea la resolución del tribunal de Corea del Sur, queremos recordar a las mujeres que reclamar la libertad para tomar decisiones sobre sus propios cuerpos y vidas reproductivas no es nada de lo que tengan que avergonzarse.

Pedimos a activistas de cuatro países que enviaran mensajes a las mujeres de Corea del Sur. Esto es lo que les dijeron:

Irlanda

n 2013, Amanda Mellet desafió la prohibición del aborto en Irlanda ante el Comité de Derechos Humanos de la ONU. Dos años antes, los médicos irlandeses le habían dicho que su bebé no sobreviviría, y se vio obligada a irse al extranjero para interrumpir su embarazo, algo que debió de ser insoportablemente traumático. El Comité resolvió a favor de Amanda, y su caso abrió el camino al cambio en Irlanda. Amanda dijo:

“A todas las activistas que en Corea del Sur luchan por cambiar la legislación sobre el aborto: que quede claro, tu lucha es nuestra lucha. En todo el mundo hay mujeres afectadas por legislación restrictiva, y una cosa que hemos aprendido en Irlanda es que la gente responde con compasión cuando se ve enfrentada a las historias reales de mujeres en circunstancias difíciles. La gente empieza a ver que no se trata de una cuestión de blanco o negro, y también que su opinión puede no ser válida para todas las personas. Eso es lo que funcionó en irlanda: contar nuestra historia. Y, aunque resulta difícil, es una poderosa herramienta para llegar hasta la gente. El día que se anunció el resultado del referéndum en Irlanda, sentí que se me quitaba un peso de encima. Confío en que podáis sentir lo mismo en abril pero, aunque eso no suceda, ¡seguid luchando para que las cosas cambien!”.

Argentina

Manuela Pizzolorusso y Lucila Galkin trabajan en Amnistía Internacional Argentina. El año pasado formaron parte de los cientos de miles de personas que protestaron en las calles de Argentina, vestidas con icónicas bufandas verde esmeralda, antes de la votación que iba a tener lugar en el Senado sobre el aborto. Aunque el Senado votó en contra de legalizar el aborto libre en las etapas iniciales del embarazo, la increíble ola de activismo ha desencadenado un nuevo capítulo para los derechos de las mujeres en Argentina. Mujeres como Manuela y Lucila luchan por desmantelar el estigma en torno al aborto y, junto al resto de Amnistía Argentina, están decididas a seguir luchando para que cambie la ley.

Lucila dijo: “No dejaremos de luchar hasta que todas las mujeres del mundo tengan acceso a un aborto legal".

Manuela dijo: “Todas las mujeres en todo el mundo deben poder tomar una decisión sobre su propio cuerpo. ¡Los derechos de las mujeres son derechos humanos!”.

Madagascar

Mbolatiana Raveloarimisa y Kemba Ranavela trabajan para una organización de Madagascar que defiende los derechos de las mujeres llamada Nifin’Akanga. Nifin’Akanga es el nombre de una hierba que se suele usar para inducir el aborto: un recordatorio de que, cuando se criminaliza el aborto, las mujeres se ven obligadas a buscar peligrosas opciones alternativas.

Ambas han dicho:

“Este es nuestro mensaje a nuestras hermanas y nuestros hermanos de Corea. Qué alegría ver avanzar esta lucha universal por los derechos de las mujeres. Desde Corea hasta Madagascar, los vínculos que nos unen son más fuertes que nunca. Las activistas del movimiento Nifin'Akanga os felicitamos. Nos enorgullecéis. Nos alegra vuestra lucha, os apoyamos en este día memorable. Habéis dado un paso más: un paso que nos da fuerza para continuar".

“En Madagascar, la normativa sobre el aborto se ha endurecido. Nuestro país ha dado un gran paso para criminalizar aún más el aborto. Incluso en los casos de violación, incesto o embarazos de riesgo, el derecho de las mujeres se viola integralmente”.

“Estudios recientes han demostrado que casi el 34% de las mujeres de Malasia —casi cuatro de cada 10 mujeres— se han sometido a un aborto. Sin embargo, nuestros dirigentes siguen cerrando los ojos".

“¡Por eso seguimos luchando! Os felicitamos; que nuestra lucha común para liberar a las mujeres continúe".

PoloniaKarolina is an activist with “Abortion Dream Team” in Poland, which has one of the most restrictive abortion laws in Europe

Karolina es activista del “Equipo Ideal contra el Aborto” (“Abortion Dream Team”) en Polonia, país que cuenta con una de las leyes de aborto más restrictivas de Europa. El “Equipo Ideal contra el Aborto” es un movimiento que trabaja sobre los derechos reproductivos y lucha contra los intentos del gobierno polaco de endurecer aún más la ley. Karolina dijo:

“Hola, Os envío nuestra solidaridad y nuestro apoyo sin fisuras a vuestra lucha por la despenalización del aborto. El aborto forma parte de nuestra vida sexual, y ya es hora de que todo el mundo lo comprenda. ¡Somos buenas personas! Las buenas personas se someten a abortos, y ayudan a otras que desean abortar. ¡Sólo queremos nuestra vida! ¡¡¡Buena suerte con vuestro trabajo!!! Cruzo los dedos por vuestra lucha y espero con ilusión tener noticias de vuestro éxito :) ¡Un abrazo desde Polonia!”.