Lunes, 25 de marzo, 2019

Todos los bandos involucrados en el conflicto armado en Yemen continúan infligiendo un sufrimiento inimaginable a la población civil, ha dicho hoy Amnistía Internacional en el cuarto aniversario de esta guerra devastadora


Todos los bandos involucrados en el conflicto armado en Yemen continúan infligiendo un sufrimiento inimaginable a la población civil, ha dicho hoy Amnistía Internacional en el cuarto aniversario de esta guerra devastadora.

Desde que la coalición encabezada por Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos (EAU) inició los bombardeos en Yemen en marzo de 2015, Amnistía Internacional ha documentado un terrible cúmulo de crímenes de derecho internacional perpetrados por todas las partes en el conflicto, incluidas las fuerzas gubernamentales yemeníes, las fuerzas de la coalición y aliados, y los huzíes y fuerzas aliadas.

“Tras cuatro años de derramamiento de sangre en el país más pobre del mundo árabe, la población yemení no puede seguir soportando el catastrófico impacto humanitario de la guerra. La comunidad internacional debe redoblar sus esfuerzos para garantizar que se protege a la población civil, que se eliminan los obstáculos para la ayuda humanitaria y las restricciones arbitrarias para la importación de productos esenciales, y que se pone fin a la impunidad de los crímenes de guerra y otras violaciones de derechos humanos”, ha afirmado Samah Hadid, directora de Campañas para Oriente Medio de Amnistía Internacional.

La organización ha documentado violaciones de derechos humanos cometidas por todas las partes en el conflicto en los últimos cuatro años, como ataques indiscriminados, detenciones arbitrarias, desaparición forzada, tortura y otros malos tratos, agresión sexual e imposición de restricciones a la entrada y circulación de productos y ayuda esenciales. Algunos de estos actos constituyen crímenes de guerra.

“Basta ya. Ante el incesante aumento del número de víctimas en Yemen y el deterioro que cada día sufre la calamitosa situación humanitaria, estas devastadoras violaciones de derechos humanos deben terminar y los responsables deben rendir cuentas”, ha afirmado Samah Hadid.

Un consorcio de Estados occidentales —que incluye a Estados Unidos, Reino Unido y Francia— sigue suministrando armas a los miembros de la coalición liderada por Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos, a pesar de los abrumadores indicios de que se han utilizado para cometer crímenes de guerra. Sólo unos pocos países han suspendido las ventas de armas, como Países Bajos, Noruega, Dinamarca, Finlandia y Suiza.

Amnistía Internacional lleva cuatro años haciendo campaña por la suspensión de las transferencias de armas a la coalición liderada por Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos.

“Los Estados occidentales deben poner fin de inmediato al comercio de armas con las partes beligerantes. Los derechos humanos, las vidas de millones de civiles yemeníes y sus propias obligaciones jurídicas deben prevalecer sobre sus lucrativas ventas de armas”, ha manifestado Samah Hadid.