Jueves, 21 de marzo, 2019
Casi dos años después de haber sido detenidos por primera vez, dos figuras destacadas de Amnistía Internacional Turquía y otros nueve defensores y defensoras de los derechos humanos deben ser absueltos de los absurdos cargos a los que aún se enfrentan
Casi dos años después de haber sido detenidos por primera vez, dos figuras destacadas de Amnistía Internacional Turquía y otros nueve defensores y defensoras de los derechos humanos deben ser absueltos de los absurdos cargos a los que aún se enfrentan. Así lo ha manifestado Amnistía Internacional en vísperas de su juicio, que se reanuda mañana en Estambul.
Taner Kılıç, presidente honorario de Amnistía Internacional Turquía, e İdil Eser, ex directora de Amnistía Internacional Turquía, están siendo juzgados junto con otros nueve activistas por acusaciones infundadas de “pertenecer a una organización terrorista”.
“Después de casi dos años, y sin que se haya presentado la más mínima prueba para fundamentar los absurdos cargos formulados contra estas personas, ya es hora de poner fin a esta farsa judicial y absolver a Taner y a los 10 de Estambul”, ha manifestado Kumi Naidoo, secretario general de Amnistía Internacional.
“En el transcurso de las seis vistas judiciales, se han refutado detalladamente todos los aspectos del caso montado por la fiscalía contra estos defensores y defensoras de los derechos humanos. El tribunal debe ahora levantar finalmente la amenaza de declaración de culpabilidad que pende innecesariamente sobre sus cabezas, y poner fin a su suplicio.”
Taner Kılıç pasó más de 14 meses en prisión antes de quedar en libertad bajo fianza en agosto de 2018. Ocho de los 10 de Estambul pasaron casi cuatro meses cada uno entre rejas antes de quedar en libertad bajo fianza en octubre de 2017.
“Taner y los 10 de Estambul han dedicado su vida a defender los derechos de otras personas, y son poderosos símbolos de lo que está sucediendo hoy bajo la implacable represión ejercida por el gobierno en Turquía”, ha manifestado Kumi Naidoo.
“Los defensores y defensoras de los derechos humanos de Turquía pasan sus días consumiéndose en prisión o viviendo con el miedo constante al procesamiento y el encarcelamiento. Tanto los 10 de Estambul como Taner deben ser exonerados, y todas las personas encarceladas simplemente por defender los derechos humanos deben ser puestas en libertad de forma inmediata e incondicional.”