Lunes, 19 de noviembre, 2018
Las autoridades de EAU utilizan de manera habitual leyes penales excesivamente amplias sobre difamación, delitos informáticos y antiterrorismo para detener, juzgar, condenar y encarcelar a personas críticas con el gobierno y a destacados defensores y defensoras de los derechos humanos
Cuando está a punto de celebrarse, entre el 23 y el 25 de noviembre, el Gran Premio de Fórmula 1 de Abu Dabi, las autoridades de Emiratos Árabes Unidos (EAU) deben acercarse más a la imagen de modernidad que quieren proyectar y dejar en libertad sin condiciones a todas las personas detenidas sin más razón que haber criticado pacíficamente al gobierno.
“Mientras sintoniza con EAU para ver la carrera final de la temporada del Gran Premio de Fórmula 1 y asistir a los deslumbrantes conciertos de música, el mundo debe saber que el país ha estado organizando también una carrera para silenciar a quienes expresan críticas y a los defensores y defensoras de los derechos humanos”, ha señalado Samah Hadid, directora de Campañas de Amnistía Internacional para Oriente Medio.
Desde 2011, las autoridades de EAU vienen ejerciendo una represión despiadada contra defensores y defensoras de los derechos humanos, jueces, profesionales del derecho, representantes del mundo académico, estudiantes y periodistas con el fin de eliminar la disidencia en el país. Muchas de esas personas ha sido objeto de detención arbitraria, desaparición forzada, tortura y juicio injusto. Debido a ello, en EAU las personas con opiniones críticas y disidentes cumplen largas penas de prisión simplemente por el ejercicio pacífico de su derecho a la libertad de expresión.
“Hoy, pedimos a los pilotos, equipos y artistas del Gran Premio de Fórmula que salgan en defensa de los derechos humanos en el circuito y en el escenario. Deben dar voz a quienes han sido silenciados y detenidos injustamente.
“Instamos a los equipos de carreras y a los artistas a que pidan a las autoridades emiratíes que dejen en libertad de inmediato y sin condiciones a todos los presos de conciencia, detenidos sin más motivo que criticar a las autoridades o pedir que se respeten los derechos humanos pacíficamente.”
Información complementaria
Las autoridades de EAU utilizan de manera habitual leyes penales excesivamente amplias sobre difamación, delitos informáticos y antiterrorismo para detener, juzgar, condenar y encarcelar a personas críticas con el gobierno y a destacados defensores y defensoras de los derechos humanos.
Habiendo cumplido los requisitos para pasar a las etapas finales de la competición, Abu Dabi está también pujando por el título de capital mundial del deporte en 2019 Es una distinción reconocida por el Parlamento Europeo y la ONU, así como por distintos organismos deportivos europeos.
Amnistía Internacional está haciendo campaña por la excarcelación en EAU de los presos de conciencia siguientes:
Ahmed Mansoor es un destacado defensor de los derechos humanos, galardonado con el prestigioso Premio Martin Ennals para los Defensores de los Derechos Humanos en 2015. Ha documentado la situación de los derechos humanos en EAU desde 2006 y ha salido públicamente en defensa de los derechos humanos internacionales. Hasta su detención, el 20 de marzo de 2017, Ahmed Mansoor era el último defensor de los derechos humanos que quedaba en Emiratos Árabes Unidos que había podido criticar públicamente a las autoridades. Tras ser juzgado y declarado culpable de cargos como “atentar contra el estatus y el prestigio de los EAU y sus símbolos”, incluidos sus líderes, “publicar información falsa para dañar la reputación de EAU en el extranjero” y “retratar EAU como una tierra sin ley”, el 29 de mayo de 2018 fue condenado a10 años de prisión.
Mohammed al-Roken es un destacado abogado de derechos humanos y ex presidente de la Asociación de Juristas, detenido el 17 de julio de 2012. Fue condenado a 10 años de prisión en julio de 2013, tras el juicio manifiestamente injusto de 94 personas que propugnaban reformas, conocido como el juicio de "los 94 de EAU".
Muchas de estas 94 personas habían denunciado ante el tribunal haber sido torturadas o sometidas a otros malos tratos en prisión preventiva, cuando en muchos casos pasaron meses recluidas en régimen de incomunicación en centros de detención secreta de los servicios de Seguridad del Estado.
Osama al-Najjar fue detenido el 17 de marzo de 2014 y condenado a tres años de prisión tras haber enviado al ministro del Interior unos tuits donde expresaba preocupación por que su padre hubiera sufrido malos tratos en prisión. Tenía que haber salido en libertad de la prisión de Al Razeen de Abu Dabi en marzo de 2017, tras cumplir completamente su condena, pero la Sala de Seguridad del Estado del Tribunal Supremo Federal decidió prorrogar su reclusión a instancias del fiscal con el pretexto de que seguía representando una amenaza y, por consiguiente, debía estar recluido en el Centro de Orientación, otra ala de la prisión.
El profesor de Ciencias Hussain Ali al-Najjar al-Hammadi es el padre de Osama al-Najjar. Fue detenido el 16 de julio de 2012. Lo condenaron a 10 años de prisión en el juicio de los “94 de EAU” y a 15 meses más en otro celebrado contra 20 egipcios y emiratíes.
Nasser bin Ghaith fue condenado 10 años de prisión el 29 de marzo de 2017 por el Tribunal de Apelaciones Federal de Abu Dabi. Había sido juzgado y declarado culpable de cargos como “publicar información falsa” sobre los líderes de EAU y sus políticas por unos comentarios en Twitter en los que manifestó que no había tenido un juicio justo 2011, cuando fue procesado junto con Ahmed Mansoor y otros tres emiratíes en una causa conocida como el caso de los “5 de EAU. También fue declarado culpable de “comunicarse y cooperar con miembros de la organización prohibida Al Islah” por unas reuniones que había mantenido con personas presuntamente vinculadas a ella.