Lunes, 03 de septiembre, 2018

“Es un día aciago para los derechos de las personas LGBTI, y por tanto para los derechos humanos en Malasia. Infligir este brutal castigo a dos personas por intentar mantener relaciones homosexuales con consentimiento mutuo supone un espantoso revés para los esfuerzos del gobierno por mejorar su historial de derechos humanos", dijo Rachel Chhoa-Howard, investigadora sobre Malasia de Amnistía Internacional


En respuesta a la noticia de que en un tribunal del estado de Terengganu se ha ejecutado —según los informes, con familiares y autoridades como testigos— la pena de seis azotes con vara impuesta a dos mujeres   condenadas por intentar mantener relaciones homosexuales con consentimiento, Rachel Chhoa-Howard, investigadora sobre Malasia de Amnistía Internacional ha declarado:

“Es un día aciago para los derechos de las personas LGBTI, y por tanto para los derechos humanos en Malasia. Infligir este brutal castigo a dos personas por intentar mantener relaciones homosexuales con consentimiento mutuo supone un espantoso revés para los esfuerzos del gobierno por mejorar su historial de derechos humanos.

“La flagelación con vara de dos mujeres es un terrible recordatorio de la profunda discriminación y criminalización que sufren las personas LGBTI en el país. Es una señal de que el nuevo gobierno admite el uso de medidas que equivalen a tortura u otras penas crueles, inhumanas o degradantes, de forma muy parecida al anterior.

“Mientras continúen existiendo leyes draconianas que criminalizan a la población de Malasia por su orientación sexual y su identidad de género, las personas LGBTI seguirán en peligro de sufrir este tipo de castigo. Nadie debe vivir con miedo por lo que es o a quién ama. Las autoridades de Malasia deben derogar de inmediato leyes represivas, proscribir penas que constituyen tortura y ratificar la Convención de la ONU contra la Tortura.

Información complementaria

El 12 de agosto de 2018, el Tribunal Superior de Terengganu condenó a dos mujeres malasias de 22 y 32 años a pagar una multa de 3.300 ringgits (633 libras) y recibir seis azotes con vara por mantener “relaciones sexuales entre mujeres”.

Las mujeres han sido flageladas tras semanas de ataques contra la comunidad LGBTI en Malasia, con redadas en los establecimientos LGBTI y declaraciones discriminatorias de políticos y autoridades contra las personas LGBTI. La semana pasada, en los medios de comunicación aparecieron unas declaraciones del ministro para Asuntos Religiosos, Datuk Dr Mujahid Yusof Rawa, en las que afirmaba que el gobierno “nunca ha reconocido” a las personas LGBTI, y que su implicación con ellas en el pasado sólo había tenido como objetivo su “rehabilitación”.

Los azotes con vara son una forma de trato cruel, inhumano y degradante que puede constituir tortura, y como tal están absolutamente prohibidos por el derecho internacional.