Jueves, 30 de agosto, 2018
Amnistía Internacional insta al gobierno de Australia a que ponga fin a la tramitación extraterritorial de solicitudes de protección internacional, y a que traslade de inmediato a las personas refugiadas y solicitantes de asilo que actualmente están en Manus y Nauru a Australia o a otro tercer país seguro
La intensificación de la crisis de salud para los niños y niñas refugiados en Nauru y la vergonzosa política del gobierno de Australia en materia de refugiados deben deben ser asuntos prioritarios del programa de trabajo cuando los jefes de gobierno de la región se reúnan en el Foro de las Islas del Pacífico la semana próxima, afirma Amnistía Internacional en una carta abierta suscrita por una coalición de 84 influyentes organizaciones de la sociedad civil.
En la carta se insta a los líderes del Foro de las Islas del Pacífico a pedir que se ponga fin de inmediato a la cruel y abusiva política de Australia en materia de refugiados, con arreglo a la cual más de 2.000 mujeres, hombres, niñas y niños han sido “almacenados” en Nauru y la isla de Manus en condiciones crueles y degradantes durante los últimos cinco años.
“Los líderes de las islas del Pacífico no pueden pasar por alto por más tiempo este problema, y tienen que garantizar que recibe la máxima prioridad en el programa de trabajo del Foro”, ha afirmado Roshika Deo, investigadora de Amnistía Internacional sobre el Pacífico.
“Se trata de una situación desesperada que requiere medidas urgentes. Los líderes de la región deben mostrar que no permanecerán de brazos cruzados mientras las políticas abusivas del gobierno australiano sigan poniendo en peligro más vidas. Es una mancha para la región.”
Esta misma semana, tres profesionales médicos advirtieron que los niños y niñas refugiados en Nauru se enfrentan a una crisis de salud sin precedentes y corren un riesgo real de muerte. Documentos filtrados a medios de comunicación en Australia revelan horrendas incidencias de autolesiones, como los casos de una niña de 14 años que “había vertido gasolina sobre su cuerpo y tenía un encendedor”, y de otro refugiado de 10 años que “intentó autolesionarse ingiriendo algunos objetos metálicos punzantes”.
“Es evidente que el sistema no funciona si niños y niñas están pensando incluso en autolesionarse”, ha manifestado Roshika Deo.
La publicación de esta inquietante información ha tenido lugar sólo una semana después de que un niño de 12 años gravemente enfermo fuera trasladado finalmente a Australia para recibir tratamiento médico, después de reiteradas demoras del gobierno australiano para proceder a su traslado, pese a la opinión médica de que corría un riesgo inminente de morir.
Estas escandalosas revelaciones tienen lugar en un momento en que el gobierno de Australia ha comenzado a reducir servicios de salud y otras formas de apoyo a las personas refugiadas, por ejemplo la supresión del acceso a apoyo psicosocial y servicios de traducción en el último año.
Amnistía Internacional insta al gobierno de Australia a que ponga fin a la tramitación extraterritorial de solicitudes de protección internacional, y a que traslade de inmediato a las personas refugiadas y solicitantes de asilo que actualmente están en Manus y Nauru a Australia o a otro tercer país seguro. Los líderes del Foro de las Islas del Pacífico deben garantizar la protección de los derechos humanos de las personas refugiadas en sus respectivos territorios.
El Foro de las Islas del Pacífico, organización intergubernamental que tiene como objetivo promover la cooperación entre los países del Pacífico, tendrá lugar en Nauru del 3 al 6 de septiembre.
Información complementaria
El 19 de julio de 2013, Australia promulgó una política en virtud de la cual a toda persona que llegara por mar a cualquier lugar de Australia —incluido el territorio continental— se le prohibiría solicitar asilo en el país. En cambio, toda persona que llegara por mar sería trasladada a la isla de Manus, en Papúa Nueva Guinea, o a Nauru, y ni siquiera a las que fueran reconocidas como refugiados se les permitiría establecerse en Australia.
Más de 1.600 personas permanecen en la isla de Manus, Papúa Nueva Guinea y Nauru, y la mayoría están siendo evaluadas como refugiados. En virtud de un acuerdo bilateral por el que el gobierno de Estados Unidos aceptó asentar a un máximo de 1.250 personas refugiadas, casi 400 personas han sido enviadas a Estados Unidos en el último año. Sin embargo, es probable que cientos de personas permanezcan indefinidamente en la isla de Manus y en Nauru en condiciones terribles, sin planes claros para su futuro.
En Papúa Nueva Guinea, personas refugiadas y solicitantes de asilo han sufrido ataques violentos de residentes locales, contratistas y autoridades. En Nauru, han trascendido informes generalizados de abusos físicos y sexuales, incluso contra mujeres, niñas y niños. Nauru y Papúa Nueva Guinea no pueden brindar protección a las personas refugiadas y solicitantes de asilo, y el gobierno de Australia se niega a aceptar su responsabilidad por las personas refugiadas y solicitantes de asilo que continúan bajo su control efectivo en estos territorios.