Munther Amira, defensor de los derechos humanos y activista palestino, fue condenado a seis meses de prisión, cinco años de libertad condicional y el pago de 2.000 séqueles israelíes (alrededor de 581 dólares estadounidenses) de multa por el Tribunal Militar de Ofer, en el territorio ocupado de Cisjordania, el 12 de marzo. Declarado culpable de 4 de los 13 cargos formulados contra él, se espera que termine de cumplir su condena de prisión el 28 junio de 2018. Actualmente se halla recluido en la prisión de Hadarim, en el centro de Israel.

Fue detenido por soldados israelíes el 27 de diciembre de 2017, cuando participaba pacíficamente en una protesta organizada por activistas y vecinos de la ciudad palestina de Belén, en el territorio ocupado de Cisjordania, para pedir la puesta en libertad de los activistas Ahed y Nariman Tamimi.

Munther Amira fue acusado originalmente de 13 delitos relacionados con su participación en cinco manifestaciones distintas. Fue declarado culpable de cuatro cargos de “alteración del orden público” y participación en una “marcha sin permiso” en relación con cuatro manifestaciones que habían tenido lugar en noviembre y diciembre de 2017. Algunos de los cargos, como el de “participación en una marcha sin permiso”, formulado en aplicación de la Orden Militar 101, no deben ser considerados delitos según las normas internacionales. Entre las pruebas presentadas contra Munther Amira figuran el hecho de que llevara carteles de “rechazo de Estados Unidos” y la “Declaración Balfour” y un cartel con la imagen del activista Ahed Tamimi.

Munther Amira había sido acusado también de arrojar objetos hacia personas y bienes y arrojar piedras contra agentes de la policía de fronteras israelí. Estos cargos, que él negó y que el tribunal retiró, estaban relacionados con un protesta celebrada el 22 de diciembre de 2017 en contra de la decisión del presidente estadounidense, Donald Trump, de reconocer Jerusalén como capital de Israel.

Escriban inmediatamente en inglés, en hebreo, en árabe o en su propio idioma, instando a las autoridades a:

- Dejar en libertad a Munther Amira de inmediato y sin condiciones, pues es preso de conciencia, recluido únicamente por el ejercicio pacífico de su derecho humano a la libertad de expresión y de reunión pacífica;

- Garantizar que se anula su sentencia condenatoria;

- Rescindir la Orden Militar 101 y respetar plenamente el derecho de la población palestina del territorio ocupado de Cisjordania a la libertad de expresión y de reunión pacífica.

Envíen llamamientos antes del 30 de abril de 2018 a:

Munther Amira es un refugiado palestino del pueblo de Deir Aban, situado al sur de Jerusalén. Vive en el campo de refugiados de Aida, cerca de Belén, donde es trabajador social y director del Centro Comunitario Juvenil de Aida. Según el Comité de Coordinación de la Lucha Popular, Munther Amira presta apoyo a campesinos palestinos afectados por los asentamientos israelíes mediante su trabajo de campaña y promoción y promueve los productos palestinos locales. Munther Amira se esfuerza por utilizar una plataforma de no violencia en su lucha popular y periódicamente organiza protestas pacíficas contra las acciones israelíes en la ciudad de Belén.

Tras su detención se formularon contra él 13 cargos relacionados con cinco manifestaciones distintas organizadas cerca del puesto de control de la Tumba de Raquel de Belén. La mayoría de estos cargos se formularon en aplicación de la Orden Militar 101 israelí, que sanciona a la población palestina por la expresión política pacífica. Los cargos que figuran en el acta de acusación son: delito contra el orden público, por haber participado en manifestaciones y “marchas sin permiso” que tuvieron lugar el 1 de noviembre y el 13, 22, 23 y 27 de diciembre de 2017; poner obstáculos a un soldado el 27 de diciembre de 2017 y lanzar un objeto incendiario y piedras contra soldados israelíes el 22 de diciembre de 2017. Todos los cargos del acta de acusación se deben estrictamente a que Munther Amira participara y dirigiera marchas, excepto en el caso de la del 22 de diciembre de 2017.

Los defensores y defensoras de los derechos humanos de los TPO llevan mucho tiempo siendo objeto de campañas israelíes de difamación y hostigamiento dirigidas a deslegitimar su activismo. Según el Comité de Coordinación de la Lucha Popular, las fuerzas israelíes habían estado presionando a Munther Amira para que abandonara su activismo y habían amenazado con causarle daño y detenerlo tres meses antes de su detención. El Comité cree que la detención de Munther Amira tiene por objeto silenciar las voces activas de la lucha popular no violenta por los derechos de la población palestina.

La Orden Militar 101 israelí regula el derecho de la población palestina de Cisjordania a manifestarse y a expresarse libremente. Prohíbe cualquier reunión de 10 o más personas “por motivos políticos o sobre cualquier asunto que pudiera interpretarse como político” si no es con autorización previa del jefe militar israelí de la zona. Cualquier persona que infrinja la orden se enfrenta a hasta 10 años de prisión, el pago de una cuantiosa multa o ambas sanciones.

Índice: MDE 15/8054/2018