Viernes, 02 de marzo, 2018
“Dadas la enorme tensión política existente en Egipto y la represión de la disidencia durante el periodo previo a las elecciones presidenciales, tememos que Ezzat Ghonim haya sido víctima de desaparición forzada", declaró Najia Bounaim, directora de campañas de Amnistía Internacional para el norte de África
En respuesta a la presunta desaparición forzada, la otra noche, de Ezzat Ghonim, abogado de derechos humanos y director de la ONG egipcia Coordinación por los Derechos y las Libertades, Najia Bounaim, directora de campañas de Amnistía Internacional para el norte de África ha manifestado:
“Dadas la enorme tensión política existente en Egipto y la represión de la disidencia durante el periodo previo a las elecciones presidenciales, tememos que Ezzat Ghonim haya sido víctima de desaparición forzada.
“Las autoridades egipcias se han labrado una pésima reputación por el uso de la desaparición forzada para silenciar a los defensores y defensoras de los derechos humanos y los miembros de la oposición política. Esta desaparición parece un vergonzoso atentado más contra el derecho a la libertad de expresión y de asociación. Es un recordatorio de los increíbles obstáculos que encuentran quienes se esfuerzan por defender los derechos básicos de las personas en Egipto.
“En vez de secuestrar a quienes salen en defensa de los derechos ajenos, las autoridades egipcias deben proteger a los activistas y facilitar su trabajo. Tienen que desvelar toda la información que tengan sobre el paradero de Ezzat Ghonim y que dejarlo en libertad de inmediato si está bajo custodia del Estado.
Información complementaria
Amnistía Internacional ha hablado con la familia y los colegas de Ezzat Ghonim sobre las circunstancias de su desaparición ayer por la noche. Su esposa dice que estuvo esperando a que regresara a casa de la oficina después de que la llamara a las cinco y media de la tarde para decirle que estaría allí en media hora. Como a las seis y media no había regresado aún, lo llamó reiteradas veces al teléfono móvil, pero no estaba disponible o parecía apagado. Entonces llamó a los colegas y conocidos de Ghonim, antes de ponerse en contacto con los hospitales y comisarías de policía locales, pero no consiguió ninguna información sobre su paradero. Continuó intentando hablar con él por la noche, cuando lo llamó varias veces al teléfono móvil sin conseguir respuesta. A la una y media de la madrugada lo llamó otra vez al móvil, que sonó unos minutos sin que nadie respondiera. El teléfono móvil no da ninguna respuesta desde entonces.
La esposa de Ghonim ha presentado denuncias en el Ministerio del Interior y en la Fiscalía para que revelen su paradero.
Amnistía Internacional ha documentado ya varios casos de desaparición forzada en 2018. El 4 de febrero desaparecieron el periodista Mustafa al-Aassar y su compañero de habitación, el activista Hassan al-Banna, cuando se dirigían al trabajo en Giza. El 8 de febrero despareció también el vicepresidente del partido de oposición Misr al Qawia. A pesar de las numerosas denuncias de sus familiares y sus abogados, las autoridades egipcias se niegan a revelar el paradero de estos hombres. Sin embargo, el tercero apareció posteriormente en la Fiscalía de Seguridad del Estado. Los fiscales ordenaron su detención por los cargos falsos de publicar información falsa con intención de dañar la seguridad nacional y unirse a “grupos prohibidos”.
La desaparición forzada es el método preferido de las autoridades egipcias para ocultar otros abusos cometidos también contra disidentes, incluidos malos tratos, tortura y ejecuciones extrajudiciales.
Fotografía: Shutterstock / Nito.