Viernes, 02 de marzo, 2018

Aproximadamente 20 familiares de Gulchehra Hoja, periodista uigur que vive en el extranjero, han sido detenidos y corren peligro de tortura. Se cree que se ha puesto en el punto de mira a todos los miembros de su familia, radicada en la Región Autónoma Uigur del Sin-kiang (China), debido al trabajo que ella lleva a cabo


Gulchehra Hoja, periodista radicada en Estados Unidos, que ha trabajado en el servicio uigur de Radio Free Asia durante 17 años, no ha podido ponerse en contacto con su madre, Chimanguli Zikeli, desde enero de 2018. A mediados de ese mes, la madre de la periodista, de 72 años, que es diabética y padece del corazón, fue operada del pie. Gulchehra Hoja tampoco ha podido comunicarse con su padre, Abduqeyum Hoja, de 77 años, que actualmente está en un hospital aquejado de parálisis tras sufrir un derrame y que requiere atención médica constante. En octubre de 2017, las autoridades se llevaron al hermano de la periodista, Kaiser Keyum, el principal cuidador de sus padres, que al parecer está detenido en el Centro de Detención Número 1 de la Región Autónoma Uigur del Sin-kiang, aunque no se sabe si la detención se ha producido a través del sistema oficial de justicia penal o no.

Gulchehra Hoja también ha sabido por dos fuentes fiables que las autoridades se han llevado a unos 20 familiares más. Entre ellos están siete de sus primos –Elshat Abduwali, Gheyret Abdurahman, Daniyar Abdukerim, Madina Mutalip, Mirzat Mutalip, Gulpiya Almas e Izhar Almas– a quienes las autoridades se llevaron el 31 de enero y que están recluidos en la cárcel de Ghulja Yengi Hayat, al parecer por estar en un grupo de WeChat con la periodista. Otra prima, Mehray Kahar, está recluida en un centro de Urumqi.

Bajo el liderazgo del secretario del Partido Comunista regional, Chen Quanguo, se han creado numerosos centros de detención en la Región Autónoma Uigur del Sin-kiang. Se denominan “centros contra la radicalización”, “centros de estudios políticos” o “centros de educación y transformación”, y son lugares donde se detiene arbitrariamente a la gente durante periodos indeterminados y se la obliga a estudiar leyes y normas chinas. Suele enviarse a estos centros de detención a personas conocidas por sus prácticas religiosas, que tienen “contactos en el extranjero”, o que se han visto involucradas, ellas o sus familiares, en campañas de estabilidad social.

Escriban inmediatamente en chino, en inglés o en su propio idioma, instando a las autoridades a:

- Poner en libertad a todos los familiares de Gulchehra Hoja y retirar los cargos contra ellos, salvo que haya suficientes pruebas creíbles y admisibles de que han cometido un delito reconocido internacionalmente y se les garantice un juicio justo con arreglo a las normas internacionales;

- Garantizar que todos los habitantes de la Región Autónoma Uigur del Sin-kiang pueden comunicarse con familiares y con otras personas, incluidos los familiares que viven en otros países, sin injerencias, salvo caso justificado, con arreglo al derecho internacional de los derechos humanos;

- Garantizar que los padres de Gulchehra Hoja pueden tener acceso a la atención médica adecuada y asequible que necesiten, y recibirla oportunamente.

 

Envíen llamamientos antes del 12 de abril de 2018 a:

 

Secretario del Partido de la Región Autónoma Uigur del Sin-kiang

Chen Quanguo    

479 Zhongshan Lu

Wulumuqi Shi, Xinjiang

República Popular China

Tratamiento: Señor Secretario / Dear Secretary


Director del Centro de Detención

Kanshuosuo Suozhang      

Yining Shi Kanshuosuo

Yingayati Jie 245 hao

Yili Diqu, Yili Shi, 835000

Xinjiang,

República Popular China

Tratamiento: Señor Director / Dear Director


Y copias a:

Presidente del Tribunal Supremo Popular

Zhou Qiang Yuanzhang

Zuigao Renmin Fayuan

27 Dongjiaomin Xiang

Beijingshi 100745,

República Popular China

Fax: +86 10 65292345

Tratamiento: Señor Presidente / Dear President

 

Información complementaria

La información publicada en los medios de comunicación y la obtenida por Amnistía Internacional indican que las personas de la Región Autónoma Uigur del Sin-kiang corren grave peligro si se comunican con sus familiares que viven en el extranjero. Las autoridades han detenido a personas que reciben llamadas telefónicas desde fuera de China. Además, han intentado asegurarse de que nadie utiliza aplicaciones de mensajería encriptada, sino aplicaciones chinas, que no tienen encriptación ni otras salvaguardias de la privacidad.

Al no poder contactar con sus padres, Gulchehra Hoja llamó a su tía para saber de ellos, pero ésta le dijo: “Hijita, he tenido un infarto. No te preocupes por mí ni por tus padres, pero no vuelvas a llamarnos”.

El 28 de febrero, The Washington Post informó de que otros tres periodistas del servicio uigur de Radio Free Asia estaban en la misma situación, con familiares en la Región Autónoma Uigur del Sin-kiang detenidos en aparente represalia por su ejercicio del periodismo en el extranjero.

Gulchehra Hoja, una de las periodistas uigures más conocidas, fue la estrella de un programa infantil en la Región Autónoma Uigur del Sin-kiang en la década de 1990 y trabajó después en Xinjiang TV. Gulchehra se fue a Estados Unidos y ha pasado los últimos 17 años trabajando en el servicio uigur de Radio Free Asia, uno de los pocos medios que proporcionan información independiente sobre la situación en la Región Autónoma Uigur del Sin-kiang. El ejercicio del periodismo independiente es sumamente difícil en la Región Autónoma Uigur del Sin-kiang, y las autoridades acosan y plantean numerosas restricciones a los periodistas extranjeros. El informe anual de 2017 sobre las condiciones de trabajo en China del Club de Corresponsales Extranjeros de China señala que funcionarios y agentes de seguridad les dijeron que estaba prohibido o restringido informar al 73% de los corresponsales extranjeros encuestados que viajaron a la Región Autónoma Uigur del Sin-kiang en 2017, comparado con el 42% de 2016.

Si bien los uigures y otras minorías étnicas predominantemente musulmanas de la Región Autónoma Uigur del Sin-kiang llevan años sufriendo violaciones de sus derechos a la libertad de religión y asociación y de otros derechos humanos, desde hace algo más de un año las autoridades se han embarcado en una campaña de represión contra ellos sin precedentes. Entre las técnicas de represión está el uso generalizado de la detención arbitraria, la vigilancia tecnológica, la presencia en las calles de patrullas fuertemente armadas, los controles de seguridad y una serie de políticas invasivas que violan los derechos humanos.

Según numerosos informes, las autoridades chinas de la Región Autónoma Uigur del Sin-kiang han eludido las salvaguardias procedimentales que la legislación China ofrece a las personas acusadas penalmente. A muchos uigures detenidos se les ha denegado la asistencia letrada, y además del uso generalizado de la detención administrativa, hay informes de que en algunos lugares se ha facultado a la policía para imponer directamente penas de cárcel, pasando por alto a los tribunales.

Los informes de Radio Free Asia, Buzzfeed, The Globe and Mail, la agencia Associated Press y otros medios de comunicación, así como la información recogida por Amnistía Internacional, indican que en la primavera de 2017 las autoridades de toda la región comenzaron a detener a uigures masivamente y a enviarlos a centros de detención administrativa o a condenarlos a largas penas de prisión. Esta campaña de represión no sólo se ha aplicado a los uigures, sino a otros grupos étnicos predominantemente musulmanes, como el kazajo y el kirguís.

Índice: ASA 17/7964/2018