Lunes, 12 de septiembre, 2016
El 8 de septiembre, un grupo de hombres con indumentaria de cosacos (paramilitares uniformados que a menudo participan extraoficialmente en las labores policiales en la zona) impidieron a los activistas que visitaran el campamento base del personal del Ministerio de Emergencias y les dijeron que se fueran de la región. Los activistas habían recibido también amenazas anónimas, y en su campamento habían aparecido pintadas.
En respuesta al ataque perpetrado la pasada noche por unos hombres enmascarados contra el lugar donde acampaban activistas de las organizaciones Greenpeace Rusia y Vigía Ambiental del Cáucaso Septentrional (Ecologicheskaya Vakhta po Severnomu Kavkazu) en la región de Krasnodar (sur de Rusia), Amnistía Internacional ha declarado:
“La agresión sufrida por activistas de Greenpeace y Vigía Ambiental del Cáucaso Septentrional que habían acudido a la región de Krasnodar para ayudar en las labores de extinción de incendios forestales es un paso más en los constantes ataques contra el derecho a la libertad de asociación en Rusia. Este infame acto, con independencia de quién esté tras él, se inscribe en el marco de las represalias y las campañas de desprestigio contra organizaciones independientes de la sociedad civil orquestadas por las autoridades. Si el incidente no se investiga pronta y eficazmente y no se protege a los activistas de nuevos actos de violencia, esto equivaldrá a reconocer la connivencia oficial en la agresión” ha dicho Sergei Nikitin, director de la Oficina de Amnistía Internacional en Rusia.
Información complementaria
Bomberos voluntarios y activistas de Greenpeace Rusia y Vigía Ambiental del Cáucaso Septentrional (Ecologicheskaya Vakhta po Severnomu Kavkazu) habían acudido a la región de Krasnodar para formar a activistas locales y ayudar conjuntamente en la extinción de incendios forestales. La noche del 8 de septiembre, unos ocho hombres enmascarados y armados con porras, cuchillos y pistolas de balas de goma, atacaron el lugar donde los activistas acampaban. Varios activistas resultaron heridos y dos tuvieron que ser hospitalizados. Los agresores también causaron daños en las tiendas de campaña de los activistas, rajaron los neumáticos de sus vehículos y rompieron sus parabrisas.
El 8 de septiembre, un grupo de hombres con indumentaria de cosacos (paramilitares uniformados que a menudo participan extraoficialmente en las labores policiales en la zona) impidieron a los activistas que visitaran el campamento base del personal del Ministerio de Emergencias y les dijeron que se fueran de la región. Los activistas habían recibido también amenazas anónimas, y en su campamento habían aparecido pintadas.