Martes, 16 de marzo, 2021
Albano, Gonzalo

Las féminas llaneras exigen justicia, mecanismos de protección, leyes que realmente funcionen y acciones contundentes  que erradiquen la violencia de género y eviten los asesinatos de más venezolanas


Las mujeres del estado Cojedes repudian enérgicamente la lamentable y preocupante ola de femicidios que ocurrieron en Venezuela durante los dos primeros meses del año 2021. Las féminas llaneras exigen justicia, mecanismos de protección, leyes que realmente funcionen y acciones contundentes que erradiquen la violencia de género y eviten los asesinatos de más venezolanas.

18 femicidios ocurrieron en el mes de enero

“El Observatorio Digital de Femicidios del Centro de Justicia y Paz (Cepaz) registró, del 1 al 31 de enero de 2021, dieciocho víctimas de femicidios en Venezuela. Hubo, en promedio, un femicidio cada 38 horas”.

Siete femicidios más se registraron durante el mes de febrero

 

Eliannys Andreína Martínez Roñoz (17):

El lunes 22 de febrero, encontraron el cuerpo sin vida de EliannysAndreína Martínez Roñoz de 17 años de edad en un terreno baldío del sector Punta Brava, municipio Turén, estado Portuguesa. La víctima desapareció el domingo 21 de febrero, luego de asistir al culto de una iglesia evangélica. Según reportes forenses extraoficiales, el cadáver de la adolescente presentó signos de violencia sexual y física, además en la escena del crimen fue encontrado un bejuco (planta de tallo largo, tipo liana o enredadera), con el cual presuntamente fue estrangulada.

 

Eduarlis Carolina Falcón Torrealba (20):

El martes 23 de febrero, en el puente Las Marías de Turén, estado Portuguesa, fue hallado el cadáver de Eduarlis Carolina Falcón Torrealba de 20 años de edad. La última vez que fue vista con vida, fue el lunes 22 de febrero, cuando salió en bicicleta desde su casa hacia un gimnasio cercano al cual asistía. Al igual que Eliannys Andreína Martínez Roñoz, el cuerpo sin vida de Eduarlis tenía signos de violencia sexual y física y según fuentes policiales también fue estrangulada con un bejuco.

 

Capturado el “Monstruo de Turén”

El 27 de febrero, Tarek William Saab informó a través de su cuenta en la red social de Twitter, que el asesino de Eliannys Andreína Martínez Roñoz (17) y Eduarlis Carolina Falcón Torrealba (20), fue capturado en un río del municipio Turén, estado Portuguesa. El criminal responde al nombre de: Nelson Antonio Torrealba Saavedra, quien fue delatado por su esposa.

 

Yohanny Sosa (33):

El 23 de febrero, también en el estado Portuguesa, esta vez en la urbanización Baraure del municipio Araure, Yohanny Sosa de 33 años de edad, fue asesinada por su exesposo JhonKellerLuques, quien le propinó dos disparos con su arma de fuego y luego se suicidó.

 

Nahomy Evelyn Lara (17):

Extraoficialmente,  trascendió que el lunes 22 de febrero, en su casa del sector El Valle de Caracas, fue asesinada de un tiro en la cabeza por su pareja, tras una discusión, Nahomy Evelyn Lara de 17 años de edad. Según el periodista Miguel Da Silva de Caraota Digital, los familiares de la víctima, le relataron que presuntamente el homicida y su hermana movieron el cadáver hasta la avenida Lecuna, para intentar encubrir el atroz crimen.

 

Yarvelis Carolina Uzcátegui (28):

El jueves 25 de febrero, en una zona boscosa del sector Agua Regada del municipio Pueblo Llano del estado Mérida, fue hallado el cadáver de Yarvelis Carolina Uzcátegui de 28 años de edad. Juan Manuel Rosales Santiago, quien era su pareja sentimental, le quitó la vida a puñaladas.

La periodista del Diario de Los Andes, Yanara Vivas, confirmó a través de ese medio de comunicación que un día después del homicidio, el viernes 26 de febrero,el autor material del asesinato de Yarvelis Uzcátegui, Juan Manuel Rosales Santiago de 39 años de edad, se disparó en la cabeza con una escopeta y se quitó la vida.

La comunicadora social, también informó que La red Mérida Feminista, corroboró  que en el mes de enero de este año 2021, ocurrieron otros dos femicidios en tierras andinas:

1.Rosaura Molina, fue asesinada el 11 de enero en el sector San Miguel del municipio Zea.

 

2.Norma Méndez fue asesinada por su pareja con un arma de fuego el pasado 25 de enero en el sector Bailadores, municipio Rivas Dávila.

 

Arennys Desiree Castillo (35):

El domingo 28 de febrero, en el sector Ruiz Pineda de la parroquia Miguel Peña del estado Carabobo, murió calcinada, ArennysDesiree Castillo de 35 años de edad. Según versión de Francisco Figuera,  periodista del diario El Carabobeño, el alcalde de esa jurisdicción, Gustavo Gutiérrez, confirmó el femicidio. Aparentemente Juan Antonio Rodríguez Mota (29), pareja de la víctima y funcionario activo de la Policía de Naguanagua, roció una sustancia inflamable y le prendió fuego a la vivienda.El homicida se quemó el 20% de su cuerpo y ya está a la orden del Ministerio Público.

 

María José López Montilla (20):

Según información del periodista Román Camacho, la madrugada del pasado domingo 28 de febrero, en un apartamento del edificio Bamir ubicado en la avenida Mónaco del sector La California Norte de Caracas, fue asesinada a puñaladas por su novio, María José López Montilla de 20 años de edad. El presunto homicida Edilson José Pereira Rodríguez (23), se entregó a funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) y fue presentado ante la Fiscalía del Ministerio Público.

 

El último femicidio en Cojedes ocurrió en el año 2019

El 24 de septiembre del año 2019, en el sector Luis Arias Andrade  (Fundabarrios) de la ciudad de San Carlos, Eduardo Flores Páez (33), asesinó a puñaladas a su pareja, María Elizabeth Mora (38) y a sus dos hijos, Franyelis Alexeidy Martínez Mora,  y Franklin Enrique Martínez Mora de  8 y 13 años de edad respectivamente.

 

Análisis y opinión de María Andreina Villavicencio, criminóloga del estado Cojedes

Lo primero que hay que aclarar es: ¿qué es el feminicidio en sí, y por qué este fenómeno ha tomado tanto auge en los últimos años?

El feminicidio no es otra cosa que el asesinato de una mujer a manos de un hombre por machismo, es decir, todo hecho que genere violencia mortal hacia una mujer, por el hecho de ser mujer es un feminicidio. En cambio el homicidio no ocurre por los motivos antes expuestos, por ejemplo si un robo sale mal y los delincuentes utilizan armas o fuerza letal y la mujer resulta muerta, no la matan por ser mujer, sino para robarla o por lamentablemente estar en el lugar y el momento inadecuado.

En estos últimos años en nuestro país se ha escuchado mucho el término, que ya tenía fuerza en países como México, Argentina o Colombia, donde este fenómeno desafortunadamente es bastante común, las mujeres constantemente son víctimas  de estos hechos delictivos que se generan por circunstancias irregulares y fenómenos sociales.

 

Perfil de los agresores

En cuanto a los agresores, se dividen los victimarios en dos grupos: el primero es el victimario ocasional, quien generalmente tiene una conducta violenta en el seno del hogar por trastornos psicológicos o psiquiátricos, pero con el resto de su entorno es una persona tranquila y serena, por lo que para la sociedad es un ser humano aparentemente normal, pero en realidad es un potencial feminicida.

El segundo tipo de victimarios es el que vimos en los casos de Turén, estado Portuguesa, son personas con conductas delictivas previas, asociadas hacia la violencia de género o delitos sexuales.

 

El seguimiento y rastreo de  los delincuentes sexuales luego de cumplir sus condenas es necesario

En Venezuela no se le hace seguimiento a los sujetos con perfiles conductuales peligrosos o complicados que ya pagaron sus penas y están en proceso de reinserción social. En países como Estados Unidos rastrean y monitorean a los delincuentes sexuales, están bajo constante vigilancia de los organismos de seguridad y eso es fundamental.

El asesino de Turén es capturado por circunstancias excepcionales y ocasionales, él es aprehendido porque su esposa colabora y lo delata y no por una investigación per sé. Si él era un delincuente sexual que estaba ubicado en la zona, se le debió realizar un seguimiento y tenía que estar registrado, eso iba a permitir precisarlo rápidamente como principal sospechoso, los monitoreos y rastreos de reinserción son necesarios.

 

Revictimización, victimización secundaria o doble  victimización

Muchas veces se revictimiza a la mujer que sufrió violencia de género cuando va a realizar la denuncia ante los organismos competentes debido a que no existe una adecuada preparación de las personas que reciben la denuncia para lidiar y asistir a esa mujer..

Lamentablemente en muchas ocasiones, erróneamente se les dice a las mujeres que son culpables de haber sufrido esos hechos violentos, por cómo se visten, por cómo se peinan, por cómo se maquillan, por salir a la calle en horas nocturnas, por ingerir bebidas alcohólicas. Desafortunadamente se revictimiza socialmente a la mujer por el simple hecho de serlo. La mujer es víctima de su agresor y es víctima de la sociedad y sus prejuicios.

Insisto, no es relevante a qué hora salimos, cómo nos vestimos,  cómo nos maquillamos, o cómo nos comportamos, se trata inobjetablemente de que ninguna persona tiene el derecho a agredirnos, las mujeres no somos objetos, merecemos respeto, protección, consideración, justicia e igualdad.

 

Lucha por la igualdad sin radicalismo ni odio

Los extremos siempre son negativos, ciertamente las mujeres debemos luchar contra el machismo latinoamericano que fomenta la superioridad masculina y que se cree con el derecho de agredir y violentar  a las mujeres, es cierto que debemos batallar por nuestra dignificación, por nuestros derechos, por la igualdad y nuestro rol protagónico en la sociedad, pero esa lucha,  no nos pone por encima de los hombres o nos hace enemigos de ellos.

 

El Estado, la sociedad y la educación como elementos claves

El Estado venezolano sí ha legislado acerca de la violencia de género y todas sus consecuencias, sin embargo le falta lo más importante y es hacer que esas leyes se cumplan, porque desde la propia intimidad del hogar, muchas mujeres víctimas de violencia no se atreven a denunciar y están sufriendo abusos debido a que no tienen confianza en las leyes o la justicia.

Es importante recalcar que la ley dice, que si usted es testigo o tiene conocimiento de que una mujer está siendo víctima de violencia, usted puede denunciar ese hecho, evitar sufrimiento y romper ese círculo de protección al agresor.

La sociedad en ocasiones es muy cruel con las mujeres que están sometidas o atrapadas en un círculo familiar e íntimo violento, porque aseguran desconsideradamente y sin ningún tipo de solidaridad y empatía que, “ella se lo buscó” o  “a ella le gusta porque sigue con él”, pero no entienden que por el hecho de ser víctima, su autoestima está bastante deteriorada y no es capaz de defenderse a sí misma y decir alto, ya basta, no quiero sufrir más, esto no es lo que merezco y la realidad es que no se puede defender, y es en estos casos donde es urgente y necesario educar y promover la conciencia y el apoyo de la sociedad, porque la indiferencia puede ocasionar un feminicidio.

En el estado Cojedes, por ser un estado llanero, muchas veces vemos este tipo de situaciones donde las mujeres están sometidas constantemente a la violencia, pero además existe un fenómeno social y cultural que hace que las mujeres sean criadas para obedecer a los hombres, cuando realmente deben ser educadas para empoderarse, para ser libres, autónomas, independientes y autosuficientes, es importante romper definitivamente los roles domésticos y machistas que socavan la igualdad.

El feminicidio por simbolizar un extremo de expresión violenta contra la mujer, debe estudiarse a profundidad y denunciarse, también es importante que existan y se multipliquen los hombres feministas que levanten la voz por aquellas féminas que no lo pueden hacer porque el miedo las paraliza o por aquellas a las que se les arrebató la vida. Hay que inculcarles a las mujeres que no merecen bajo ningún concepto ser agredidas.

En mi experiencia personal, estudié criminología y siempre me repiten que es una profesión de hombres, pero resulta que no es así, somos muchas las mujeres que nos empeñamos en estudiar criminología y no nos da miedo fajarnos, meternos en una cárcel y lidiar con hechos extremos de violencia. Agradecemos que nos cuiden, pero no somos frágiles, las mujeres somos capaces de asumir cualquier reto y responsabilidad. Es nuestro deber luchar por no ser víctimas de ningún tipo de violencia. Como madres debemos inculcarles a nuestras hijas que pueden lograr cualquier cosa que se propongan, enseñarlas a detectar cualquier patrón de violencia y  capacitarlas para defenderse.

Foto: Pixabay