Sábado, 25 de enero, 2020
Avila Morillo, Karla
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) hará su visita in loco a Venezuela, la cual se efectuará del 03 al 08 de febrero del presente año.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) hará su visita in loco a Venezuela, la cual se efectuará del 03 al 08 de febrero del presente año.
Sin embargo, aún cuando hay muchas expectativas al respecto, debido a la condición política que vive el país y considerando que dicha invitación surgió del grupo de trabajo del presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, da la impresión que exista la gran posibilidad que el gobierno venezolano no los deje entrar al país y la misma se vea frustrada, es por ello que desde la organización “Una Ventana a la Libertad”, creen que las organizaciones de derechos humanos deben darle la mayor visibilidad posible a esta visita.
Carlos Nieto Palma, destacado abogado que trabaja en la defensa y protección de las personas privadas de libertad asevera lo siguiente: “Si bien es cierto que la mayor posibilidad es que no les permitan entrar a Venezuela, también tenemos que prepararnos para que si los dejen ingresar. Nuestra invitación desde “Una Ventana a la Libertad” es que en estos pocos días que nos quedan, debemos trabajar para darle visibilidad ante opinión pública, que creemos poco se ha hablado de ello.”
Por su parte, la abogada Beatriz Borges, directora del Centro de Justicia y Paz (CEPAZ) considera: “La facultad de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de poder hacer visitas a los sitios donde concurran las violaciones de derechos humanos a través de la invitación formal que se hiciera por parte del gobierno interino, sería muy importante porque las víctimas tendrían acceso a la Comisión directamente, lo cual permite tomar de primera mano la situación que han vivido, cómo han sido afectados, ver que no han podido acceder a la justicia y la mayoría están en la impunidad. Cabe destacar que esta es una solicitud que ha hecho la CIDH pero no han podido materializar esa voluntad del organismo en participar directamente sin las hostilidades propias de un gobierno de facto.”
Borges hace hincapié en que, si no dejan entrar a la Comisión, básicamente sería reiterar que el Estado venezolano no tiene la voluntad de cooperar con los organismos internacionales, específicamente de derechos humanos, lo cual va en detrimento de las víctimas, pero ante esta situación, es importante destacar que la CIDH seguirá tomando acciones a pesar de las negativas. Además agrega que, no solamente se evidenciará ante el mundo la forma que actúa este gobierno sino que además le dará pie a la Comisión de seguir avanzando en otros mecanismos de monitoreo que tiene voluntad de llevar a cabo por la defensa de los derechos humanos en Venezuela.
Para Beatríz Borges es importante que la Comisión pueda ingresar al país y que al estar presentes en Venezuela, puedan tener una agenda lo más diversa posible en lo que se sabe, será un tiempo limitado, pero que ellos puedan entender las prioridades de los distintos tipos de víctimas, sobre todo en el tema de los derechos de las mujeres, que por cierto, se le ha manifestado a la CIDH, la necesidad de atender las violaciones de los derechos de las mujeres en el contexto humanitario ya que tienen un peso diferenciado, una carga importante dentro de la Emergencia Humanitaria Compleja.
Al consultarle al abogado y profesor Alí Daniels, experto en Derecho Internacional Humanitario, opina que hay que poner atención a un detalle interesante de la historia, en cuanto a las visitas in loco, las cuales se basan fundamentalmente en las observaciones in situ que la Comisión realiza en los Estados que la invitan.
Relata Daniels con gran interés: “La CIDH es un organismo previo a la Convención Americana sobre Derechos Humanos (OEA) de 1969, ya que la Comisión fue conformada en 1961 y en su creación fue hecha para temas educativos y formativos, es decir, sí tenía la defensa de los derechos humanos pero no tenía competencias claras o establecidas sobre como los podía defender o qué podía hacer. Ahí viene el punto, al que deseo llegar, que muchos de los venezolanos desconocen, que la primera persona que dirigió la CIDH fue Rómulo Gallegos, entonces ante la multitud de comunicaciones que le empezaron a llegar denunciando las gravísimas violaciones de derechos humanos y viendo que no existía una competencia particular de algo que él podría hacer, Don Rómulo decidió que a los efectos del cumplimiento de la potestad general que tenía la CIDH, la comisión puede sesionar en cualquier parte de los Estados miembros, entonces partiendo de la posibilidad de que pueden ir en cumplimiento de su misión a cualquier parte de los Estados miembros, Gallegos invitó a hacer una visita a sitios donde existían situaciones más graves. La primera visita in loco que hicieron fue a República Dominicana.”
Para ese momento hubo una gran convulsión política y social en República Dominicana por causa de la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo Molina, un absolutismo que tenía particulares problemas con Venezuela y contra el gobierno de Rómulo Betancourt, de hecho se dice que miembros esa dictadura fueron los autores del atentado contra Betancourt.
Explica el abogado Alí Daniels, que la conmoción que trajo la muerte de las hermanas Patria, Minerva y María Teresa Mirabal, desembocó en el asesinato de Trujillo Molina. Entonces a raíz de esas denuncias, de las detenciones arbitrarias, detenciones extra judiciales, Rómulo propuso la visita in loco (visita en el lugar) y al final el gobierno dominicano aceptó dicha observación.
Para ese entonces emularon el formato de visita que tiene la Cruz Roja, empezaron a entrevistar a las víctimas a solas sin presencia de representantes del Estado con total libertad de preguntarle lo que era considerado importante, esto en sí mismo fue un avance importantísimo en materia de derechos humanos porque las victimas se sintieron escuchadas, puesto que parte de las injusticias durante las dictaduras es que a las víctimas se les ignora. Entonces la primera vez que un organismo internacional de DDHH escuchó a las victimas oficialmente y directamente, que dejó constancia de esa situación, fue con esa visita in loco hecha por la Comisión a Republica Dominicana.
Adicionalmente, al entrevistar a aquellas victimas, el gobierno tuvo que dar explicaciones a un organismo internacional, lo que hoy en día puede parecernos una tontería, pero en ese entonces fue algo revolucionario porque los Estados simplemente no daban explicaciones, solo daban su versión oficial. Pero respecto a un caso en particular, una vez dada la versión oficial pues consideraban que no se tenía que volver a dar más explicaciones y mucho menos a un país extranjero o a una organización internacional, entonces en los casos de aquella época donde la Comisión tuviera esa información de primera mano de las víctimas y que pudiera contrastar esa visión con lo que negaba el gobierno, y pedir al Estado más información que complementase el monitoreo, que diera más luz sobre el tema, también fue un logro.
Es decir, el hecho que un gobierno tuviera que dar explicaciones en materia de derechos humanos fue una innovación muy importante. Gracias a Rómulo Gallegos se introdujo este instrumento de control de los derechos humanos, incluso, antes que la Convención sobre Derechos Humanos.
Por todo esto, el hecho que arribe esa visita a Venezuela en la actualidad, aun cuando no la dejen entrar, significa algo, está diciendo que están tan preocupados por Venezuela que aun así arriesgan su integridad física, como defensores se someten a un riesgo y eso dice mucho de la gravedad de la situación que vive el país.
Foto: CIDH