Viernes, 25 de octubre, 2019
Romero, Victoria
Zeynab Jalalian es una activista por los DDHH quien soporta una condena de cadena perpetua. Detenida por sus actividades políticas, fue torturada bajo custodia, y podría quedar ciega.
En 2008 fue encarcelada porque la vincularon al brazo armado de un grupo de oposición kurdo. Hoy día, las autoridades le niegan el tratamiento que podría salvarle la vida.
El grupo local de Terrassa de Amnistía Internacional llevó a cabo una campaña, en la plaza del Progreso en donde se recogieron firmas para visibilizar y presionar ante el presidente del Tribunal Supremo de Irán justicia por el caso de Zainab Jalalian que es una prisionera de conciencia kurda.
Es decir, el motivo del acto en la calle que promovieron los activistas de Amnistía Internacional fue dar a conocer que la Zainab está actualmente sufriendo torturas en las terribles cárceles de su país y que su estado de salud es muy precario.
Desde entonces los grupos de derechos humanos han conseguido que habiendo sido condenada a muerte se le conmutara por la pena de prisión vitalicia.
Lamentablemente el juicio de esta valiente defensora fue injusto. No sólo tuvo poca duración, sino que además para condenarla se basaron en “confesiones” que había hecho tras meses de tortura. Tampoco había ninguna prueba que la vinculara a actividades armadas, y no le permitieron comunicarse con su representante legal.
Antes del juicio, pasó ocho meses recluida en una celda, durante los cuales afirma que recibió tortura: la azotaron con un látigo en la planta de los pies, le golpearon repetidas veces la cabeza contra un muro, lo cual le provocó una fractura craneal y una hemorragia cerebral.
Por esta razón todos los miembros y simpatizantes de Amnistía Internacional quieren que se garantice su pronta liberación #JusticiaParaZeynab