Lunes, 23 de septiembre, 2019
Daniela Guzmán Cascio

Cualquier persona puede poner su granito de arena para celebrar el Día Internacional de la Paz, realizando acciones en su ámbito personal, como reciclar, usar el transporte público o moverse en la ciudad en bicicleta o a pie. Lo más importante es la educación para los más pequeños, quienes son el futuro del planeta


La paz es un estado a nivel social o personal, en el cual se encuentran en equilibrio y estabilidad las partes de una unidad. También se refiere a la tranquilidad mental de una persona o sociedad.

En un principio, el Día Internacional de la Paz se celebraba el tercer martes del mes de septiembre, pero fue en el año 2001 cuando la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) estableció un día fijo para esta celebración: el 21 de septiembre.

Las bases para la celebración de este Día Internacional de la Paz están en la Declaración Universal de los Derechos Humanos que en su artículo 3 dice: "Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona". Aunque no especifica la palabra "paz", estas palabras sentaron las bases para la libertad, la justicia y la paz en el mundo.

Los Estados miembros de las Naciones Unidas adoptaron los Objetivos de Desarrollo Sostenible en 2015, porque entendían que no sería posible construir un mundo pacífico si no se adoptaban medidas a fin de lograr el desarrollo económico y social de todas las personas en todo el mundo, y garantizar que sus derechos estuvieran protegidos.

Los Objetivos de Desarrollo Sostenibles abarcan una amplia gama de asuntos, entre ellos la pobreza, el hambre, la salud, la educación, el cambio climático, la igualdad de género, el agua, el saneamiento, la energía, el medio ambiente y la justicia social.

El Objetivo de Desarrollo Sostenible 13 “Acción para el clima“ es un llamado a la acción inmediata por parte de todos, a fin de reducir las emisiones de gases de invernadero, aumentar la resiliencia y mejorar la educación sobre el cambio climático

¿Y por qué el cambio climático puede influir en la paz?

Hay muchas razones para pensar que el medio ambiente puede influir en la paz mundial. Algunas de estas son:

  • Los desastres naturales provocan muchos más desplazamientos que los conflictos, obligando a miles de personas a abandonar sus hogares en busca de refugio.
  • La escasez de recursos crea tensiones entre las poblaciones.
  • La salinización del agua y los cultivos pone en peligro la seguridad alimentaria.

Por todas estas razones, y muchas más, es fundamental luchar contra el cambio climático para conseguir la paz en el mundo.

Cualquier persona puede poner su granito de arena para celebrar el Día Internacional de la Paz, realizando acciones en su ámbito personal, como reciclar, usar el transporte público o moverse en la ciudad en bicicleta o a pie.

Lo más importante es la educación para los más pequeños, quienes son el futuro del planeta. Es importante enseñarles a proteger el medio ambiente y fomentar la paz entre sus semejantes. También se puede organizar un acto de concientización en tu comunidad.

Cualquier cosa que influya en la sociedad puede generar un cambio y transmitir información, puede ser compartido en redes sociales con los hashtag  #DiaInternacionaldelaPaz #PeaceDay
#lapazdependedelclima #elmundonecesitapaz

Cerca de medio millón de jóvenes de todo el mundo han emprendido acciones sobre el cambio climático en sus hogares, escuelas y comunidades. Según la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, son actores clave en la concientización, la ejecución de programas educativos, la promoción de estilos de vida sostenibles, la conservación de la naturaleza, el apoyo a las energías renovables, la adopción de prácticas respetuosas con el medio ambiente y la implementación de proyectos de adaptación y mitigación.

El compromiso que tenemos con nuestras sociedades como generadoras de espacios para impulsar cambios y herramientas para una sociedad empoderada, se basa en comprender y asumir que la cultura de paz y el desarrollo sostenible son dos caras de la misma moneda, y este es el principio fundamental que debemos defender e integrar a nuestras líneas de trabajo.

Para ello debemos redoblar esfuerzos para construir juntos y en todos los planos una cultura de paz, entendiendo que cada país enfrenta desafíos específicos en su búsqueda. Siendo uno de los mayores desafíos de la sociedad venezolana, producto al contexto actual, posicionar e reintegrar en el imaginario social el concepto de diálogo, comprensión y colaboración entre la sociedad como el mecanismo para generar ese primer paso para la búsqueda de una solución pacífica.

No obstante, es fundamental señalar que para que cualquier país alcance una paz duradera, la ruta debe ser siempre dirigida por su propia gente. Lograrlo requiere una participación continua y dinámica de toda la sociedad, para que se pueda configurar el interés en un futuro común.