Martes, 02 de abril, 2019
Alvarenga, Luis Miguel

“Tenemos la convicción que frente a la crisis de derechos humanos, las mujeres somos fundamentales para la reconstrucción de la ciudadanía y en los futuros procesos de cambio, las mujeres tenemos que ser protagonistas”, destacó la defensora de derechos humanos y coordinadora nacional del Observatorio Venezolano de los Derechos Humanos de las Mujeres (OVDHM), Isolda Heredia de Salvatierra


Afirmar y asegurar que se ha dedicado la vida entera por una causa justa y noble es una satisfacción que no todas las personas se pueden dar, pero la defensora de derechos humanos de las mujeres, Isolda Heredia de Salvatierra, es un claro ejemplo de lo que significa entregar sus fuerzas a la labor constructiva por un grupo social históricamente discriminado.

La actual coordinadora nacional del Observatorio Venezolano de los Derechos Humanos de las Mujeres (OVDHM) recuerda que, pese a ser economista de profesión, la mayor parte de su labor ha estado vinculada a lograr la incidencia efectiva en las leyes e instituciones venezolanas en favor de las mujeres.

En 1979, la defensora tuvo su primer roce con el activismo por los derechos humanos, ya que participó en las acciones para lograr la reforma parcial del Código Civil venezolano, en las que se incluyeron sensibilización a diputados de la República, reuniones con la comisión encargada y hacer campaña por su aprobación.

“Fue necesario sensibilizar a los diputados del Congreso (ya extinto) en materia de administración igualitaria de los bienes, establecer entre ambas partes el domicilio conyugal y la igualdad de los hijos”, apunta Heredia, para luego destacar que este fue la primera victoria que cuenta en su haber en favor de las mujeres.

Desde ese momento asumió además la responsabilidad de ser la delegada por Venezuela ante la Comisión Interamericana de Mujeres, para el período 1980-1982, luego se convirtió en la primera y única venezolana en ser presidenta del organismo durante los dos años siguientes.

Además, en 1984 le fue solicitada su participación en las mesas de trabajo que se conformaron para incidir en los Ministerios y entes públicos del país, con el fin de mejorar la participación de las mujeres en la administración del Estado. Esta labor la llevó a estar en las puertas del para entonces Consejo Supremo Electoral (actual Consejo Nacional Electoral), para exigir la igual inclusión de las féminas en los procesos comiciales, logrando que en 1989 se incorporara el 10% de diputadas al Congreso.

Su labor no se detuvo ahí, ya que en esa misma votación fue electa como Diputada por el estado Monagas, con cuyo cargo participó directamente en la Comisión Bicameral de los Derechos de las Mujeres hasta el año 1999, cuando cesa su labor parlamentaria.

Durante sus 10 años de labor en el Palacio Federal Legislativo, Heredia de Salvatierra alzó su voz por las mujeres venezolanas en todos los eventos, reuniones y debates que pudo, entre los que se encuentra la Conferencia de Beijing. De esta actividad se logró crear una subcomisión para construir el proyecto de Ley sobre la Violencia Contra la Mujer y la Familia.

Este documento no solo destaca por su vocación feminista, sino por la forma como fue elaborado, ya que las organizaciones no gubernamentales y de la sociedad civil estuvieron mano a mano con las diputadas redactando el texto que más tarde fuese aprobado.

Luego, con la modificación total de la Constitución venezolana y el cambio de las instituciones del Estado en 1999, Heredia de Salvatierra cambia su ámbito de acción mas no así su objetivo: construir ciudadanía con base en los derechos humanos.

Mujeres fundamentales

Como defensora de derechos humanos, Heredia de Salvatierra recuerda que la situación de las mujeres en Venezuela nunca estuvo tan vulnerada. Desde que inició su labor, casi en la década de 1980 hasta la actualidad, la regresión en esta materia ha sido enorme.

“Qué mayor violación que tener que pasar hasta 8 horas o más en una fila para poder adquirir los alimentos básicos y así poder dar de comer a los hijos”, destaca la defensora como un ejemplo de las graves vulneraciones que sufren en la actualidad las madres, abuelas, hermanas y tías para poder hacer realidad uno de los derechos humanos más básicos: la alimentación.

Pese a ello, Heredia asegura que las mujeres deben ser protagonistas en el proceso de transformación del país y de reconstrucción de la ciudadanía.

“Tenemos la convicción que frente a la crisis de derechos humanos, las mujeres somos fundamentales para la reconstrucción de la ciudadanía y en los futuros procesos de cambio, las mujeres tenemos que ser protagonistas”, subrayó.

Sin descanso

Aunque reconstruir el tejido social y la ciudadanía sea una labor lenta, de mucha paciencia y perseverancia, Heredia de Salvatierra asegura que no descansará hasta lograr este acometido, ya que solo así se podrá garantizar la vida digna de las mujeres en Venezuela.

Señala que lograr esta meta en la actualidad se ha vuelto cada vez más difícil, ya que los retrasos y evasiones de las autoridades se han hecho permanentes, lo que repercute en su labor de visibilizar la situación de los derechos humanos de las mujeres.

“Ha habido mecanismos indirectos para frenar nuestra labor, como negarnos la información, no atendernos en los entes gubernamentales, los bloqueos al financiamiento para nuestros proyectos”, señala.

Por ello, Heredia reconoce el esfuerzo que realizan defensores de derechos humanos en el país y las redes que apoyan y forman parte del Observatorio, con quienes logran reportar y visibilizar la situación con base en el trabajo voluntario de quienes conforman la organización y creen en que los derechos de las mujeres deben ser respetados y garantizados plenamente.