Jueves, 22 de noviembre, 2018
De Faria , Daniela
El principal objetivo de conmemorar el 25 de noviembre es sensibilizar a la población sobre uno de los más grandes y graves problemas a los que se enfrentan miles de mujeres y niñas en el mundo. El Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, fue declarado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en el año 2000, esto debido a las hermanas Mirabal, quienes eran activistas políticas de la República Dominicana, y fueron asesinadas el 25 de noviembre de 1960
En América cada día es menos la protección a los derechos de las mujeres y niñas. La violencia extrema persiste en cada una de estas regiones del mundo y aún se sigue esperando que las autoridades de cada país le pongan un alto a estas terribles violaciones.
En América Latina y el Caribe se vulneran los derechos de las mujeres y esto las coloca en riesgo, ya que existen muy pocas leyes que contribuyan a poner freno a este tipo de vulneraciones, más aún en estas regiones donde se registra la tasa más alta de maltrato y restricciones extremas del acceso a servicios de salud reproductiva y las discriminaciones que afrontan las mujeres de los pueblos indígenas.
Según el informe 2017/2018 de Amnistía Internacional la mayoría de los derechos de las mujeres continúan siendo vulnerados, y por ello, la organización exigió nuevamente a los Estados el reconocimiento y la garantía en la igualdad de derechos, ya que existen países en los que aún no se toman a las mujeres en cuenta para ocupar cargos de poder, no son valoradas ni respetadas y además, se aplican leyes estrictas que deben respetar para no ser severamente castigadas.
Buscando justicia
Muchas mujeres hondureñas están saliendo de su país natal en busca de un mejor futuro. La mayoría de estas mujeres y niñas han sido violentadas sexualmente y amenazadas por pandillas, donde tienen que permanecer calladas o escondidas, debido a que las autoridades de este país no ponen un alto a esta situación.
En El Salvador sigue vigente la prohibición total del aborto y las mujeres son declaradas culpables de homicidio agravado después de haber sufrido un aborto espontáneo u otras emergencias obstétricas.
Por otra parte, en Venezuela continua la crisis económica que sigue limitando el acceso a métodos anticonceptivos. En junio, en una encuesta llevada a cabo por la ONG local AVESA en Internet, el 72% de las personas encuestadas dijo no haber podido acceder a métodos anticonceptivos durante los 12 meses anteriores y el 27% afirmó que no se podía permitir comprar anticonceptivos en las farmacias.
En Argentina las mujeres y las niñas siguen afrontando obstáculos para acceder a un aborto legal, cuando el embarazo ponía en riesgo su vida y su salud o cuando era consecuencia de una violación. La despenalización plena del aborto estaba pendiente de aprobación en el Congreso de la Nación.
En México, hay violencia de género contra mujeres y niñas que era generalizada. La investigación de la mayoría de los casos era deficiente, y los autores de la violencia gozaban de impunidad. No se disponía de suficientes datos actualizados sobre los feminicidios. Sin embargo, se publicaron datos oficiales que en el 2016 indicaban que a 2.668 mujeres se les consideraba víctimas de homicidio, a falta de más investigaciones.
En Europa las mujeres y niñas continúan siendo abusadas, lo que las lleva a ser torturadas. En esta región los casos de feminicidio no son tan alarmantes como en América, pero eso no quiere decir que no estén expuestas a estos actos.
Actualmente, las mujeres en España, están siendo violentadas por sus conyugues así lo asegura el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, donde hay más de 48 mujeres y ocho menores de edad que han perdido la vida a manos de sus parejas o ex parejas. En septiembre, el Parlamento aprobó un plan para combatir la violencia de género que incluía la reforma de la legislación y otras medidas dirigidas a cumplir las obligaciones proclamadas en el Convenio de Estambul en relación a la violencia contra las mujeres
Italia, Reino Unido y Alemania tienden a ser los países con mayor número de casos y continúan teniendo más índice de violencia, discriminación, tortura, sufriendo abusos y violaciones contra sus derechos humanos, privación de derecho a la salud y a la autonomía corporal, desigualdad de oportunidades y violencia generalizada por motivos de género.
Amnistía Internacional espera respuestas de las autoridades en las distintas regiones del mundo, para que ya no siga habiendo más violencia sexual y los diferentes maltratos a los que son sometidas las féminas. Las leyes deben ser justas y no exponer de ninguna forma a las mujeres.
En lo que va de año en Italia han llegado más de 15.000 mujeres, donde son engañadas con falsos trabajos de modelos y niñeras. Durante su estadía en el nuevo país les son arrebatados sus documentos personales y obligadas a trabajar en las calles de esta ciudad. También, un gran número de mujeres expuesta a una migración forzada son vulnerables a los abusos, vejaciones, engaños y a organizaciones ilegales que practican la trata.
En el continente africano, la población continúa siendo fiel a sus tradiciones culturales que son institucionalizadas por leyes injustas. Las mujeres y las niñas son sometidas a violaciones, discriminación, marginación y en ocasiones son vetadas por su propia familia o etnia por estar en gestación.
El aborto en Manawi continúa penalizado en todos los casos en virtud del artículo 317 del Código Penal. Toda persona que practicara o intentara practicar un aborto se exponía a una cuantiosa multa y a una pena de hasta 10 años de cárcel. Además de la prisión y la multa, el personal médico que facilitara información sobre la obtención de un aborto se exponía a la suspensión del ejercicio de su profesión por periodos que oscilaban entre los cinco años y de por vida.
En Asía, se han desvirtuado leyes que han perjudicado a las mujeres de esa región. Las mujeres son vejadas y humilladas solo por ser mujeres, debido a que en algunos países no se les permite estudiar o ejercer una carrera profesional. Esto se debe a un problema cultural que se ha mantenido por muchos años en esta región asiática.
En algunos países del continente asiáticos desde que nace una mujer es abusada o vendida por sus propios padres para obtener dinero o algún beneficio Abundan los casos de niñas que al cumplir los 3 años ya están comprometidas para casarse.
En Filipinas las niñas también son vendidas a una red de trata de blancas y puestas a la prostitución y maltrato infantil.
Por otra parte, en Irán las mujeres siguen sufriendo con más frecuencia discriminación, tanto en la legislación como en la práctica, en aspectos como el acceso al divorcio, el trabajo, la herencia en condiciones de igualdad y los cargos políticos, así como en el derecho de familia y penal.
Las iranies son obligadas a usar el hiyab, ya que en algunos países de esa región del mundo es ilegal mostrar mechones de cabello, llevar maquillaje o ropa ceñida al cuerpo. A raíz de esto, se realizaron campañas de desprestigio y el Estado sancionó a mujeres que luchaban contra el uso obligatorio del hiyab.
Las autoridades de cada región del mundo deben dar un alto a todos estos actos de violencia, bien sea a través de la garantía del cumplimiento de algunas leyes o con modificaciones que beneficien a las mujeres para que ejerzan sus derechos. De esta manera, las mujeres tendrán más herramientas para llevar una vida digna, llena de oportunidades para su crecimiento integral y libre de violencia.