Miércoles, 23 de mayo, 2018
Ramirez, Sandra
José Adrián es un adolescente maya quien a los 14 años fue detenido arbitrariamente y golpeado por la policía en su comunidad de X-Can, en el estado de Yucatán, México, el 25 de febrero de 2016.
En México muchas veces una acción tan común como lo puede ser volver a casa desde la escuela de manera segura es un lujo que no muchos pueden disfrutar. José Adrián volvía caminando a su casa desde la escuela justo después de que unos jóvenes tuvieran una pelea en la calle, en la que le ocasionaron daños a una patrulla policial. Cuando la policía se presentó en la escena, comenzaron a golpear al niño contra el vehículo policial, le pisaban la cabeza y le lesionaron el cuello, a la vez que lo detenían en vez de protegerlo, como era su obligación.
No conforme con haberle dado este trato, le quitaron la camisa y los zapatos y lo llevaron a los calabozos de la comisaría de policía de la cercana localidad de Chemax, lo colgaron de la pared y lo dejaron ahí por horas.
Posteriormente sus padres fueron obligados a pagar una multa y los daños al vehículo policial sólo para poder sacarlo del calabozo. Dos años después de un altercado violento, sigue sin sentirse seguro porque los autores del incidente, es decir, agentes de policía locales, siguen a sus anchas sin haber rendido cuentas por lo sucedido.
El caso de José Adrián es uno de los muchos en los que se evidencia el uso excesivo y desproporcionado de la fuerza por parte de agentes policiales, el trato cruel hacia las personas detenidas, y el no seguimiento de los procesos regulares en cuanto a detenciones.
Amnistía Internacional ve con preocupación este tipo de situaciones, por lo que desde el año 2016 ha respondido a esta grave deficiencia en la actuación policial publicando detalladas directrices (Uso de la fuerza: Directrices para la aplicación de los principios básicos sobre el empleo de la fuerza y de armas de fuego por los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley) para que las autoridades garanticen que la policía concede máxima prioridad al respeto y la protección de la vida y la integridad física.
“Con demasiada frecuencia, en muchos países de todo el mundo el uso de la fuerza por parte de la policía infringiendo las normas internacionales o las leyes nacionales causa muertes o lesiones graves” aseguró Anja Bienert, autora del informe e integrante del Programa Policía y Derechos Humanos de Amnistía Internacional Países Bajos.
El objetivo de estas directrices es justamente eliminar los vacíos de información existentes y proporcionar medidas legales y prácticas que los Estados pueden y deben adoptar para garantizar que la policía no utiliza la fuerza de modo excesivo, abusivo, arbitrario o ilegal.
Después de tan terribles sucesos, la familia de José Adrián decidió luchar para que se haga justicia por lo que presentaron una denuncia en lugar de regresar a casa y tratar de olvidar lo sucedido.
Con tu ayuda podemos atraer atención sobre su caso y asegurarnos de que se escuche su voz.
Firma y exige a las autoridades locales que le brinden a José Adrián y a su familia reparación adecuada por las violaciones de derechos humanos sufridas; al igual que se lleven a cabo una investigación exhaustiva, inmediata e imparcial sobre su caso y hagan comparecer ante la justicia a los funcionarios del Estado involucrados.
Todxs podemos dar la cara y exigir un cambio.
Red de Jóvenes
Referencias:
* https://www.amnesty.org/es/get-involved/take-action/act-now-for-teenager-jose-adrian/