Viernes, 09 de febrero, 2018
Alvarenga, Luis Miguel
La crisis en Venezuela en materia de salud sigue empeorando, y por ello, las víctimas denunciaron públicamente respondiendo a una concentración convocada por CODEVIDA, Coalición de Organizaciones por la Salud y la Vida en la plaza Alfredo Sadel de Caracas, para exigir el respeto por sus derechos
Desde las 9 de la mañana personas afectadas por distintas enfermedades crónicas se apersonaron para exigir al Estado la cooperación internacional en materia de salud, ya que más de 20 personas han fallecido en 2018 por la escasez de medicamentos e insumos médicos según revela Codevida.
El presidente de Codevida, Francisco Valencia, declaró que “debido a la situación devastadora que se está viviendo en el país en materia de salud, especialmente en la escasez de medicamentos para personas con condiciones de salud crónica; por la falta de respuesta del Estado y la negación de la emergencia que se vive en el país, se decidió convocar una concentración para visibilizar ante el mundo lo que ocurre”.
De acuerdo a los datos que maneja la ONG, solo en el mes de enero fallecieron 22 personas que sufrían de hemofilia y 7 por insuficiencia renal, mientras el Estado venezolano sigue negando la existencia de una emergencia humanitaria.
“Ya empezamos a ver reportes alarmantes seguidos de personas que han fallecido o que tienen consecuencias irreversibles a la salud”, alertó Valencia con respecto a la falla en la distribución de medicamentos en el país, especialmente los indicados para enfermedades crónicas.
Por su parte, la secretaria general de la Sociedad Venezolana de Hematología, Maribel Meléndez, aseguró que la emergencia humanitaria ya tiene en vilo a las personas con cualquier tipo de cáncer, debido a que no hay en el país 29 de los medicamentos requeridos para las quimioterapias.
“Los bancos de sangre están sin reactivos para el tamizaje serológico. El Estado no está proporcionándolos”, agregó Meléndez, quien señaló la urgente necesidad de permitir que los medicamentos ingresen al país a través de la cooperación internacional.
“Esta concentración es un llamado de atención al gobierno nacional, que es quien tiene la llave para abrirse a la cooperación internacional en materia de nutrición y salud, que ha cobrado miles de vidas”, declaró el presidente de la ONG Acción Solidaria, Feliciano Reyna.
Durante su participación en la actividad, Reyna alertó sobre la posibilidad de que 16 mil personas dependientes de las diálisis mueran, por no poder acceder ni siquiera al tratamiento mínimo requerido para sobrevivir.
“Venimos viendo crisis muy severas con los pueblos indígenas. El tema de los Warao es gravísimo y, por ello, se está observando la migración hacia Brasil para buscar alguna forma de subsistencia. Eso da cuenta del alcance geográfico de la emergencia”, enfatizó.
Reyna, también alzó su voz para alertar sobre las 77 mil personas con VIH que están en todo el país sin medicamentos. “Se acabaron los insumos. Las personas con hemofilia también están sin factores”.
No queremos morir
Durante la concentración, las víctimas de la emergencia humanitaria compleja denunciaron las deficiencias de los servicios de salud, la escasez de medicamentos y de los implementos médicos.
Pedro Hernández es una de las víctimas de la emergencia venezolana, ya que los medicamentos de alto costo para el párkinson, que el Estado distribuía, ya no se consiguen.
“Soy enfermo de parkinson, no consigo los medicamentos y me dio un ACV por eso. Ningún organismo del Estado se ha dignado a darnos la medicación y no los consigo por mi cuenta desde hace 6 meses”.
Por su parte, la profesora universitaria Ariana Malán relató que tiene 26 años con diabetes tipo 1 y su esposo fue trasplantado de un riñón hace 9 años. Desde hace por lo menos un año dependen de los medicamentos que sus exalumnos y familiares les envían de otros países.
“Lo más grave lo tenemos ahorita con mi esposo, porque los inmunosupresores dejaron de llegar al país hace 5 meses y actualmente estamos preocupados porque puede perder su riñón. Solo tiene tratamiento para 4 meses”, apuntó.
Además, destacó que los entes gubernamentales relacionados al área de salud no responden a las necesidades de las víctimas, a quienes las sumergen en una cadena burocrática y de recortes en los presupuestos para su atención.
Uno de los casos en los que se ha profundizado la crisis es el referido a las diálisis, ya que no hay medicamentos en Venezuela que puedan cubrir la demanda total. De hecho, entre las víctimas se conoce que son pocos los días que quedan de tratamiento.
“Si no llegan más insulinas o inmunosupresores, somos pacientes sentenciados a muerte”, concluyó Malán.
Declaración conjunta
Las organizaciones no gubernamentales y las víctimas de la emergencia humanitaria recolectaron firmas para entregar un documento a la Asamblea Nacional y a diferentes organismos internacionales para que investiguen “las causas del grave desabastecimiento de medicamentos, reactivos y otros insumos necesarios” para los personas con enfermedades crónicas.
El documento fue suscrito y respaldado por Codevida, la Asociación Venezolana para la Hemofilia, Acción Solidaria, Funcamama, Aconvida, Asociación Venezolana Amigos con Linfoma, Avepeii, Amigos Trasplantados de Venezuela, SenosAyuda y Fundaparka.
Entre los casos citados en la declaración, se señala que la emergencia humanitaria afecta a:
- 16 mil personas dependientes de diálisis.
- 3.500 personas trasplantadas, quienes no tienen acceso a inmunosupresores.
- 5.668 mujeres diagnosticadas con cáncer de mama y sin acceso a quimioterapias y radioterapias.
- 4.990 personas con hemofilia, privados de factores de coagulación. De este grupo, 22 personas fallecieron en 2017 y 270 siguen en riesgo de muerte.
- 4 millones de víctimas con problemas cardiovasculares, primera causa de muerte en Venezuela.
- Miles de personas que padecen de desnutrición, como la étnia Warao en el estado Delta Amacuro.
“Rechazamos las declaraciones de las autoridades del gobierno venezolano con las cuales se insiste en negar la situación de emergencia humanitaria por la que atraviesa el país y les hacemos directamente responsables de las muertes y severos daños a la salud y al estado nutricional de los grupos de población afectados, ocurridas a diario y en creciente aumento durante las próximas semanas, a no ser que cumplan con su obligación de recurrir a los mecanismos de asistencia y cooperación de organismos internacionales, los cuales ya han manifestado estar dispuestos a contribuir para evitar más daños irreparables a la población”, sentencia la declaración.