Lunes, 29 de enero, 2018
García, Gladys

El día de la no violencia escolar y la paz, se celebra cada 30 de enero. Amnistía Internacional inicia en los próximos meses la formación de jóvenes líderes en derechos humanos desde las escuela y universidades. Conoce un poco más acerca de este programa en el siguiente artículo.


A propósito de celebrarse el Día de la No Violencia Escolar y la Paz, el 30 de enero, fecha que recuerda la muerte del pacifista Mahatma Gandhi, es indudable la labor inmensa que tenemos en cuanto a la Educación en Derechos Humanos en un contexto social que se perfila cada vez más crítico por una serie de cambios que traspasan los límites de las escuelas e instituciones educativas, cuyos docentes, estudiantes, padres y representantes hacen un esfuerzo sobrehumano por mantener sus principios y valores.

El impacto de la conflictividad social, ha permeado las aulas, donde los niños, niñas y adolescentes muestran su constante angustia por lo que a diario viven con sus familiares y amigos. Aspectos como, la carencia de recursos materiales, como la alimentación, la seguridad y el transporte, aumenta el número de ausentismo escolar, disminuyendo, por ende, la calidad educativa y la posibilidad de los y las estudiantes de poder encontrar espacios más amables y seguros como en muchos casos lo representaba su escuela, en situaciones normales.

No sólo en Venezuela estas necesidades han producido disminución de la calidad educativa, sino también en otros países de África y Asia que confrontan fuertemente el tema de la violencia, la inseguridad y la violación de derechos humanos.

Fomentar una cultura de paz en estos tiempos, se ha hecho una labor desgastante, para las  y los docentes quienes a diario reconocen que sus esfuerzos se ven afectados por la inestabilidad social. Estos mismos docentes se encuentran con la diatriba de mantener la esperanza y la fe de un futuro mejor en sus alumnos y alumnas, en medio de un ambiente de carencias de elementos esenciales para el desarrollo de todo ser humano.

A pesar de todo esto, pareciera que hoy más que nunca, la respuesta está en un concepto que tiene más sentido, en un contexto crítico donde la incertidumbre pone de manifiesto las debilidades a las que se enfrenta la educación. Elrescate por lo humano, la resiliencia, el modelaje de los valores y la educación basada en la defensa de los derechos humanos en niños, niñas y jóvenes pareciera ser la respuesta ante esta situación. Como se hizo mención en el VII Encuentro Foro Constructores de Paz: “Construir la paz, supone ponerse en movimiento, servir como catalizador para restaurar el tejido social deshilachado y recuperar al individuo como sujeto social” (1).

Este rescate incluye, indudablemente, el conocimiento de sus derechos y la defensa de los mismos en los contextos escolares, permitiendo su empoderamiento y liderazgo en la construcción de una sociedad más justa y equilibrada. Temas como la empatía, la compasión y la solidaridad son necesarios  rescatar en la construcción de una convivencia pacífica.

Hoy más que nunca cobran sentido las palabras de la profesora Luisa Pernalete, Coordinadora de Fé y Alegría y del Proyecto Madres Promotoras por la Paz, sobre la educación:“Frente a la cultura de la violencia de todo tipo: pedir perdón, alabar, pedir un favor, dedicarle tiempo a la educación motivacional, saber pedir un favor. Frente a la desconfianza: reconstruir el tejido social. Frente a tanta adversidad: promover la Resiliencia. Si el Plan B es quedarnos, tenemos que ayudar a los niños a que descubran las cosas buenas que sí tienen. Tenemos que reeducarnos, ejerciendo nuestro poder(2).

Desde Amnistía Internacional, seguimos trabajando en la construcción de esa luz frente a la oscuridad, “más vale encender una vela que maldecir la oscuridad”, tal como expresa nuestro fundador, Peter Benenson.

Actualmente, el Equipo de Educación en Derechos Humanos de Amnistía Internacional Venezuela desarrolla el Programa de Formación de Promotores de los Derechos Humanos de Jóvenes para Jóvenes, con adolescentes desde los 14 hasta los 18 años, que incluyen a estudiantes de Bachillerato y de varias Universidades del país. El Programa busca dar respuesta a estas necesidades en contexto de crisis, mediante la  formación, orientación y participación activa por parte de esta población referente al tema de los derechos humanos, con herramientas de liderazgo y de proyección dentro de sus espacios de alcance e influencia.

Nuestra esperanza se encuentra centrada en la formación de niños, niñas y jóvenes como promotores de los derechos humanos quienes, en un futuro no muy lejano, permitirán darle sentido a la educación basada en la construcción de una sociedad más justa, empática y libre.

Ponemos a tu disposición nuestro correo electrónico educacion@aiven.org para más información sobre nuestros programas y actividades de educación en derechos humanos.

 

 Por: Gladys García Uzcátegui

 

 

Fuentes:

  1. VII Encuentro de Constructores de Paz. La Paz pasa por transformar las tragedias personales en oportunidades. El Universal. Delia Meneses. (Mayo 2016).
  2. Soluciones para el país. Pasan por desaprender la guerra, reformar el sistema judicial y el cambio político. Crónica 1. Norma Rivas (Agosto, 2017).