Jueves, 14 de diciembre, 2017
Mata Carnevali, María Gabriela

Los cantos de trabajo del llano colombo-venezolano fueron declarados en diciembre 2017 como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), en una medida URGENTE para evitar la desaparición de esta manifestación común a los dos países latinoamericanos.


El Patrimonio cultural inmaterial o Patrimonio cultural intangible forma parte, junto con el patrimonio cultural material, de aquellos bienes inestimables e irremplazables de las naciones, cuya desaparición representaría una pérdida invaluable para la humanidad entera. Infunde un sentimiento de identidad, se transmite de generación en generación y es recreado constantemente por las comunidades. Pero, muchas de sus expresiones están amenazadas por la homogeneización implícita en la globalización o la falta de apoyo local. De allí la preocupación por salvaguardarlo para el disfrute de todos.

La Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Inmaterial de la UNESCO (París, 2003) establece que el  mismo está formado por los “usos, representaciones, expresiones, conocimientos y técnicas -junto con los instrumentos, objetos, artefactos y espacios culturales que les son inherentes- que las comunidades, los grupos y en algunos casos los individuos reconozcan como parte integrante de su cultura”. Sin llegar a establecer categorías ni clasificaciones cerradas, afirma que este patrimonio se manifiesta particularmente en los siguientes ámbitos:

-tradiciones y expresiones orales, incluido el idioma

-artes del espectáculo

-usos sociales, rituales y actos festivos

-conocimientos y usos relacionados con la naturaleza y el universo de técnicas artesanales tradicionales

Este año se han incorporado seis nuevos elementos a la lista procedentes de Botswana, Colombia y Venezuela, Mongolia, Marruecos, Turquía y Emiratos Árabes Unidos.

Como ocurre con la cultura en general, el patrimonio inmaterial cambia y evoluciona constantemente, y cada nueva generación lo enriquece. Pero, muchas expresiones y manifestaciones se han ido desdibujando por la globalización y la falta de aprecio y comprensión a nivel local. Si no se alimenta, el patrimonio cultural inmaterial podría perderse para siempre, o quedar relegado al pasado.

Esa es la situación con los cantos de los Llanos colombo-venezolanos, propios de la actividad ganadera e interpretados a capella mientras se trabaja con los animales, que están en declive debido a la honda transformación socioeconómica y demográfica de la sociedad llanera, según alertaron autoridades en la materia.

Salvaguardarlos requiere la transferencia de conocimientos, técnicas y significados pues la salvaguardia se centra, sobre todo, en los procesos inherentes a la transmisión o comunicación del patrimonio de una generación a otra, y no tanto en la producción de sus manifestaciones concretas, como la ejecución de una danza y una canción, o la fabricación de un instrumento musical o un objeto de artesanía.

Entre los esfuerzos que el organismo propone en este caso concreto están el celebrar encuentros entre llaneros y jóvenes, formar a los maestros en la escuela y organizar diferentes certámenes de canto.

En el proceso largo y complejo que implica una declaración de este tipo estuvieron involucrados equipos de trabajo de Venezuela y Colombia, distinguiéndose el aporte de la Universidad Central de Venezuela (UCV), por intermedio del prof. Victor Rago Albujas y estudiantes de la escuela de Antropología.

 

 Referencias:

UNESCO (2017). Seis elementos inscritos en la Lista del patrimonio cultural inmaterial que requiere medidas urgentes de salvaguardia  Disponible: https://es.unesco.org/news/seis-elementos-inscritos-lista-del-patrimonio-cultural-inmaterial-que-requiere-medidas-urgentes