Jueves, 23 de noviembre, 2017
AIVEN, Equipo de Documentación

Alexander Tirado es un deportista y dirigente del partido político opositor, Voluntad Popular (VP), quien fue detenido, junto con Raúl Emilio Baduel, el 21 de marzo de 2014 mientras participaban en una protesta pacífica. Tras ser sometidos a un proceso judicial plagado de irregularidades, fueron condenados a 8 años de prisión. Tirado y Baduel denunciaron que durante su reclusión han sido víctimas de torturas y tratos crueles, hechos que no han sido debidamente investigados por las autoridades. El 22 de noviembre de 2017, Alexander Tirado pasó su cuarto cumpleaños en una condena arbitraria. Amnistía Internacional ha pedido su libertad. 


Alexander Tirado es un deportista y dirigente del partido político opositor, Voluntad Popular (VP).

El 21 de marzo de 2014, Tirado, junto a Raúl Emilio Baduel, fue detenido por funcionarios de la Policía del Estado Aragua en la ciudad de Maracay, estado Aragua (región central), mientras se encontraba protestando por la realización de las ferias de San José durante un momento de alta conflictividad social y política que había cobrado la vida de muchos venezolanos.

Tirado fue detenido cuando hablaba por un megáfono. A pesar de que existen videos y múltiples testigos que dan cuenta de que la protesta se desarrollaba de forma pacífica, el 22 de marzo de 2014, el Tribunal Segundo de Juicio del estado Aragua imputó a Baduel y Tirado los delitos de instigación pública, intimidación pública con artefactos explosivos y agavillamiento, así como les dictó medida preventiva de libertad.

Baduel y Tirado han denunciado que fueron sometidos a torturas y malos tratos durante su detención preventiva. Específicamente, relatan que fueron golpeados por funcionarios policiales y trasladados en múltiples ocasiones sin autorización judicial.

El 10 de abril, fueron recluidos en el Centro Penitenciario de Centro Occidente II, conocido como la Cárcel de Uribana, ubicada en la ciudad de Barquisimeto, estado Lara (región central), a 4 horas de distancia de sus familiares y su equipo de defensa. En este centro de reclusión, se les arrojó a la celda bombas lacrimógenas, se les dio comida caliente en las manos para que se les cayera al suelo y entraban residuos de aguas negras a la celda donde se encontraban. También denunciaron el sometimiento a música proselitista durante las noches, y la orden de los custodios de acostarse en el suelo de asfalto caliente, episodio en el que relatan haber sufrido quemaduras en sus partes genitales. Tales hechos fueron denunciados a la Fiscalía el 24 de noviembre de 2014.

El 4 de marzo de 2015, el Tribunal Segundo de Juicio del estado Aragua condenó a ocho años de prisión a Baduel y Tirado por los delitos de intimidación pública, agavillamiento e instigación a la desobediencia.

Tal como explicaron los abogados a Amnistía Internacional, entre las arbitrariedades cometidas en su procesamiento y sentencia, se encuentra la exclusión injustificada de pruebas -como los videos presentados en los que se evidencia el carácter pacífico de la protesta-, y basar la condena en el uso de un megáfono como señal de que se encontraban en el lugar con objetos que podrían poner en peligro la tranquilidad pública. Además, a los abogados se les negó obtener las copias de las primeras actuaciones, y no se grabaron en video las audiencias que se celebraron, a pesar de ser un requisito legal.

En el proceso de apelación, las irregularidades continuaron: la Corte de Apelaciones no materializó el traslado de Baduel y Tirado a la sede del Tribunal, por lo que no pudieron ser escuchados. El 31 de julio de 2015, se declaró sin lugar el recurso de apelación.

El 15 de junio de 2016, se introdujo el recurso para solicitar el decaimiento de la medida judicial de preventiva de libertad, dado que a dos años, dos meses y 24 días de la detención de Baduel y Tirado, no se había emitido una sentencia definitivamente firme. Hasta marzo de 2017, no se había dado un pronunciamiento al respecto.

El 14 de enero de 2017, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) emitió una medida cautelar solicitando a la República Bolivariana de Venezuela que protegiera la vida de Baduel y Tirado, dada la situación de riesgo en vista de su detención arbitraria como consecuencia de su posición política.

Actualmente, Baduel y Tirado se encuentran en el Centro Experimental de Rehabilitación y Reclusión (CERRA) en el estado Aragua (región central). Han estado en cuatro centros de reclusión.

El 22 de noviembre de 2017, Alexander Tirado pasó su cuarto cumpleaños en prisión, cumpliendo una condena arbitraria.