La violencia sistemática contra los Yukpa continúa. Siendo la impunidad e invisibilización de la situación un punto a favor de los poderes que pretenden silenciar al movimiento indígena de base. Hoy, los yukpa exigen justicia por Rodolfo y Leonardo Fernández, detenidos en condiciones infrahumanas y de tortura. A la vez que no olvidan a Sabino Romero o al  Atancha José Manuel Romero,  Alexander, José Luis y Cristóbal Fernández, entre otras y otros indígenas asesinados  por reclamar los derechos históricos y colectivos sobre sus tierras ancestrales.

Rodolfo y Leonardo Fernández,  jóvenes yukpa de la comunidad de Kuse, se encuentran detenidos en condiciones infrahumanas y de tortura, según ha reseñado el Prof. Lusbi Portillo de la Organización Homo et Natura y los familiares de las víctimas. Los jóvenes son hijos de  Carmen Fernández, prima materna de Sabino Romero,  activista yukpa marcada por la sistemática violencia contra su pueblo y perpetrada por agentes  militares en asociación con factores del poder agro-ganadero de la Sierra de Perijá.

Para Carmen, el pasado Día de la Resistencia Indígena implica recordar los asesinatos de Sabino Romero y de tres de sus hijos (Cristóbal, José Luis y Alexander Fernández).  Todos criminalizados por  la  defensa de  los derechos territoriales  en un contexto de persecución e impunidad. Tal como lo refieren los capítulos que abarcan del 2009 al 2015 sobre la situación de los pueblos indígenas de Venezuela[1] de los anuarios El mundo indígena del Grupo Internacional de Trabajo sobre Asuntos Indígenas (IWGIA).  A la par, PROVEA también  ha hecho énfasis en la criminalización de la lucha yukpa en sus informes anuales, siendo especialmente importantes  los correspondientes al 2011, 2012 y 2013[2]. En estos documentos se hace un detallado recuento de la inoperatividad del derecho a la demarcación en los territorios tradicionales yukpa y las irregularidades en la investigación penal de los asesinatos de los mencionados líderes y activistas indígenas.

El ensañamiento de la Policía de Machiques y funcionarios militares radicados en la zona contra los familiares de Sabino Romero es una situación ampliamente denunciada por la Organización Homo et Natura, activistas de la Guarura  y de la Organización Intercultural Wainjirawa.  Afirma el Prof. Portillo que las condiciones de hacinamiento y el retardo procesal en las que se encuentran hoy los  hermanos Fernández se relacionan –inequívocamente- con  la persecución y hostigamiento que devienen de la filiación con Sabino Romero y la causa yukpa. De la misma forma, el abogado Leonel Galindo manifiesta que los funcionarios involucrados en la detención de los hermanos Fernández  “les sembraron pistolas que no tenían, como venganza por el encarcelamiento de cinco funcionarios de Polimachiques involucrados en el asesinato de Sabino. Algunos policías sentenciaron a muerte a la familia por eso”[3]. Familiares de los detenidos además denuncian que los funcionarios policiales negaron la solicitud de atención médica para Rodolfo Fernández, a pesar de los cuadros febriles que ha padecido durante la reclusión.

La violencia sistemática contra los Yukpa continúa. Siendo la impunidad e invisibilización de la situación un punto a favor de los poderes que pretenden silenciar al movimiento indígena de base. La persecución inagotable, según indican los yukpa y la Organización Homo et natura, del poder agro-ganadero y militar en la Sierra de Perijá no cesa, a pesar de que el gobierno nacional continúe ratificando -en declaración más no en acción- su apoyo a la causa indígena.  Hoy, los yukpa exigen justicia por los hijos de Carmen, a la vez que no olvidan a Sabino Romero o al  Atancha José Manuel Romero,  Alexander, José Luis y Cristóbal Fernández, entre otras y otros indígenas asesinados  por reclamar los derechos históricos y colectivos sobre sus tierras ancestrales.