Viernes, 11 de agosto, 2017
Buada Blondell , Gabriela

Los partes del Ministerio Público sobre personas fallecidas dan fe de que la gran mayoría de las muertes en el contexto de las protestas y conflictividad en Venezuela afectan a jóvenes con este particular perfil, quienes igualmente están llenando las cárceles del país.


En la mayoría de los rincones del mundo las y los jóvenes sufren por la falta de oportunidades  a pesar de ser quienes a la larga pueden aportar soluciones a problemas como el hambre y la pobreza. Es por este panorama que la juventud ocupa un lugar central en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.

Las y los jóvenes buscan espacios cada vez más para exigir el disfrute de derechos y en este sentido Venezuela no es la excepción. Basta solo con salir a la calle a presenciar las múltiples protestas que están teniendo lugar en las calles venezolanas desde el mes de abril para observar que la mayor parte de manifestantes son jóvenes en edades comprendidas entre los 15 y 20 años quienes alzan su voz. Son un fenómeno que tiene, asimismo su paralelismo ante tantas personas que a su vez podemos encontrar deambulando en las esquinas, en estado de abandono y que son también mayormente jóvenes, envueltos en una crisis que no les permite estudiar o simplemente vivir el momento de desarrollarse para contribuir en la conformación de una mejor sociedad.

Los partes del Ministerio Público sobre personas fallecidas dan fe de que la gran mayoría de las muertes en el contexto de las protestas y conflictividad en Venezuela afectan a jóvenes con este particular perfil, quienes igualmente están llenando las cárceles del país.

La juventud venezolana enfrenta la crisis de distintas formas. Desde edades tempranas a veces se trabaja para buscar el sustento familiar, como es el caso de Alexander que tiene 20 años recién cumplidos y trabajaba en un restaurante en Altamira para que sus dos hermanos menores estudiaran y no les faltara nada.

Alexander participó desde 2014 en las protestas y en el mes de junio de este año, justo cuando salía de su trabajo manifiesta haber sido brutalmente golpeado por más de 6 funcionarios del SEBIN al momento de su detención arbitraria. Actualmente continúa detenido en El Helicoide sin saber por qué le tocó vivir esa experiencia, ya que asevera que nunca le enseñaron una orden de aprehensión. Está recluido en una celda llamada Guantánamo donde convive con más de 40 jóvenes de su edad y que, como él, se están enfrentando a la justicia militar. Invisibilizados notablemente y con un poder adquisitivo totalmente limitado. En condiciones deplorables está detenido pensando en el olvido del Estado.   

Juventud defensora de jóvenes  

Desde el Centro de Derechos Humanos de la Universidad Católica Andrés Bello surgió una iniciativa que lleva más de tres años, la organización Asistencia UCAB del Centro de Derechos Humanos de la Universidad Católica Andrés Bello que tiene como objetivo defender a jóvenes universitarios detenidos por los cuerpos de seguridad del Estado en contexto manifestaciones. Está constituida por miembros del Centro de Estudiantes de Derecho que trabajan de manera voluntaria para ofrecer orientación y defensa legal gratuita a afectados y a sus familiares.

Son más de 200 jóvenes de distintas universidades, incluyendo la Ucab, los aprehendidos durante los últimos tres meses por ejercer el legítimo ejercicio del derecho a la manifestación, el respeto a la pluralidad política y a la disidencia. Una organización que inició sus actividades con la participación de 20 personas entre estudiantes de derecho, profesores y abogados externos, todos ad honorem que actualmente, cuenta ahora con más de 40 voluntarios.

Solo en lo que va de  2017, se ha incrementado el número de detenciones arbitrarias de jóvenes que protestan. Desde abril a la fecha, ONG de derechos humanos contabilizan casi 2.000 arrestos en todo el país, de los cuales Asistencia UCAB ha manejado más 150 casos, la mayoría de estudiantes ucabistas, aunque la organización está abierta a gente que no pertenece a esta casa de estudios.

Asistencia UCAB emplea una dinámica que le ha permitido al equipo crear una metodología de trabajo para identificar, procesar y hacer seguimiento a los casos con la urgencia y eficacia que ameritan.  El proceso funciona a través de cuatro pasos:

  • Recepción de denuncia: Se realiza vía telefónica, Twitter o correo electrónico.
  • Confirmación y localización: El equipo revisa los datos y se comunica con los familiares para verificarla.
  • Visita y levantamiento: Una vez localizado el paradero del individuo, Asistencia UCAB designa a dos de sus voluntarios para que acudan al centro de detención, verifiquen sus condiciones físicas y conozcan  la fecha de su traslado a los tribunales.
  • Defensa y acompañamiento: Confirmado el paso anterior -y en caso de que los familiares del detenido lo decidan- el caso pasa a las manos de los abogados de la agrupación (en su mayoría ucabistas), quienes se encargan de llevar la defensa del detenido desde la audiencia de presentación.
  • Seguimiento: El equipo de Asistencia UCAB continúa monitoreando el caso hasta que la persona salga en libertad, incluso si el afectado decidió no aceptar el apoyo legal de Asistencia UCAB.

Los jóvenes venezolanos han enfrentado una especie de suerte que está llena de angustia y vivencias que no son propias de su edad biológica. A pesar, que esta es una edad en la que en la actualidad se suele estar a la vanguardia porque dispone de más información que cualquier otra generación anterior pareciera, que sus idealismos los coloca en situación de vulnerabilidad.

En el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Juventud es propicio llamar la conciencia de los Estados a apoyar el liderazgo juvenil para la promoción de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en pro del progreso de las sociedades dotándolos de recursos y sistemas que ayuden a generar el verdadero cambio positivo en el mundo.