Sábado, 25 de marzo, 2017
Montilla, Evelyn
Para abordar este fenómeno de la violencia que día a día se hace más fuerte y más grande pero no invencible; no hay mejor instrumento que la educación, a través de ella se debe afirmar la dignidad humana, sembrar una cultura de no violencia para construir una paz duradera. La educación genera la oportunidad de desarrollar nuevas formas de vivir unos con otros y con el planeta creando una convivencia pacífica que permita des normalizar la violencia.
La ONU estableció celebrar el 2 de octubre como el Día Internacional de la No Violencia, en homenaje al nacimiento de Mahatma Gandhi, quien demostró con su ejemplo que las manifestaciones pacíficas podían lograr mucho más que la agresión. En esta época, es importante recordar el llamamiento de Gandhi para la paz, la reconciliación y su advertencia «Ojo por ojo y todo el mundo acabará ciego» cada día que transcurre nos damos cuenta que vivimos en una sociedad donde la violencia es vista como algo normal, es “normal” que los niños y niñas se maltraten en los espacio para el descanso o el compartir, es “normal” que las escuelas estén tomadas por la violencia escolar o bullying, es “normal” que los medios de comunicación compartan hechos de violencia o matanzas, es “normal” que exista el abuso de poder verbal, o físico, o laboral, o económico, o político, es “normal” gritar, o dar golpes, o romper objetos si estamos enfadados, es tan normal llamar la atención a nuestros niños o niñas con maltrato solo para enseñarle lo que está mal.
Evidentemente, el hecho de ver normalizada la violencia a futuro tendrá consecuencias muy graves en nuestros niños y niñas, los cuales pasaran a ser adultos del mañana, llenos de miedo, sentimientos reprimidos, odio contenido y no reconocido, ellas y ellos también la seguirán normalizando, haciendo una gran cadena que acrecentara día tras día la violencia.
Citando otra de las frases de Mahatma Gandhi, en la cual dijo que «la no violencia es la mayor fuerza a la disposición de la humanidad. Es más poderosa que el arma de destrucción más poderosa concebida por el ingenio del hombre». Sería maravilloso vivir en un mundo donde todas las personas se unan a la lucha contra la violencia y se opongan a las fuerzas de la intolerancia, promuevan la ciudadanía mundial, forjando la solidaridad humana y fomentando una cultura de paz basada en el diálogo y el entendimiento para convivir en armonía, al tiempo que todos y todas puedan disfrutar de los derechos humanos respetando y celebrando la rica diversidad de la humanidad.
Para abordar este fenómeno de la violencia que día a día se hace más fuerte y más grande pero no invencible; no hay mejor instrumento que la educación, a través de ella se debe afirmar la dignidad humana, sembrar una cultura de no violencia para construir una paz duradera. La educación genera la oportunidad de desarrollar nuevas formas de vivir unos con otros y con el planeta creando una convivencia pacífica que permita des normalizar la violencia.
Educar para la paz es una forma de educar en valores. La educación para la paz lleva implícitos otros valores como: justicia, democracia, solidaridad, convivencia, respeto, cooperación, autonomía, racionalidad, amor a la verdad... Es tan fundamental esta herramienta para combatir la violencia que puede afirmar las bases para desarrollar nuevas formas de ciudadanía mundial y solidaridad humana, que tan esenciales son en el mundo de hoy, siendo esta un factor importantísimo para conseguir la calidad que propone nuestro sistema educativo.
El acoso escolar es una manifestación de la violencia que ha venido acrecentándose en las instituciones educativas de nuestro país desde hace un buen tiempo y como una contribución a su reducción, Amnistía Internacional Venezuela a través de la Educación en Derechos Humanos, desarrolla talleres y materiales educativos dentro del proyecto: contra el acoso escolar, que tiene como propósito brindar herramientas a los docentes para que realicen actividades con niñas, niños y adolescentes dirigidas a: sentar bases para tener colegios libres de violencia y discriminación.
El proyecto contra el acoso escolar plantea, como una de sus estrategias tres manuales de facilitación con talleres dirigidos a tres grupos: a) niñas y niños en etapa de educación inicial, b) niños y niñas que cursan educación básica y c) adolescentes en etapa diversificada. Los talleres se desarrollan con una metodología constructiva y experiencial que busca sensibilizar con la finalidad de reducir la violencia, potenciando prácticas de los valores, habilidades y actitudes que se necesitan para promover espacios de convivencia pacífica.
Para sensibilizar a los docentes sobre los efectos de la violencia escolar en los alumnos, se ha creado un taller de capacitación para facilitadores contra el acoso escolar a través de esta formación se busca unificar criterios de intervención y apoyo a las víctimas de violencia escolar, por parte de expertos y estrategias puntuales para aplicar en el aula, con contendidos que permiten brindar a activistas, profesionales de la docencia y áreas afines, herramientas potentes y pertinentes para la profundización de la problemática relacionada con el acoso escolar y el abordaje en aula. Este taller está dirigido a Redes de Amnistía Internacional Venezuela, docentes, defensores y defensoras de derechos humanos, especialistas, alumnos y alumnas, activistas de DDHH y demás organizaciones interesadas en la reducción del acoso escolar.
Así mismo realizamos actividades complementarias en espacios no convencionales orientadas hacia la difusión del conocimiento de los Derechos Humanos en la población infantil, con dinámicas recreativas que incluyen representaciones teatrales haciendo uso de títeres, cuenta cuentos y juegos de integración entre los niños y niñas; así como actividades que integran la participación de artistas de la música emergente venezolana en el evento Arte que Desarma, dirigido a niños, niñas y jóvenes.
Frente a la violencia se debe aplicar la cultura de paz. Un antídoto para la violencia es la justicia social. El Estado tiene la obligación de garantizar la educación; siendo esta un derecho humano fundamental, diseñando y llevando a la práctica diversos planes que estén dirigidos a proteger a la niñez, unir a la familia, fomentar la educación donde se refuercen las habilidades artísticas. Una educación personalizada enfocada a fomentar las capacidades no solo de estudiantes sino también de docentes, la cual permita que los niños, niñas y adolescentes se empoderen de las herramientas para la creación de espacios de convivencia pacífica y de esta forma construir el mundo que todos deseamos libre de violencia donde se respeten los derechos humanos sin ningún tipo de discriminación. ¿Qué esperas? Sé parte del cambio. Escríbenos, súmate a crear consciencia frente a este mal