Jueves, 24 de noviembre, 2016
(EDH), Educación en Derechos Humanos


La violencia contra las mujeres tiene bases fundamentadas en las desigualdades y la discriminación contra las niñas y mujeres, su erradicación solo será posible en la medida que eduquemos a la sociedad en y para los derechos humanos, una educación que fomente la igualdad entre los géneros y empodere a las mujeres a conocer sus libertades y reclamar las mismas es una de las principales metas que persigue Amnistía Internacional    

Para Amnistía Internacional es un principio fundamental hacer de este mundo un lugar en el que todas las personas conozcan sus derechos y puedan reclamar sus libertades.

La violencia contra la mujer, como forma de discriminación contra mujeres y violación de los derechos humanos, está prohibida y existen instrumentos internacionales de derechos humanos que así lo ratifican, como es el caso de la convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer,  tratados regionales como la convención de Belén do Pará, el protocolo de la carta Africana de Derechos Humanos y de los pueblos sobre los Derechos de las Mujeres en África (protocolo de Maputo) y la convención de Estambul.

La impunidad frente a los delitos de feminicidio u asesinatos por razones de género, la violencia sexual y las otras formas de violencia de género siguen sin duda atentando contra las niñas y las mujeres del mundo. Son muchos los países en donde existe impunidad debido a la falta de implementación de los instrumentos internacionales y regionales sobre los Derechos de las mujeres, son muchos países en dónde no se han implementado sistemas de protección verdadera para cada mujer o cada niña.

Hoy 25 de Noviembre Día Internacional de lucha contra la violencia de Género, queremos exigir a todos los estados que con carácter de urgencia y en colaboración con la sociedad civil, organizaciones defensoras de los derechos humanos, medios de comunicación y entes estatales intensifiquen sus refuerzos para la prevención y erradicación de feminicidio, de violaciones y otras formas de violencia de género  contra las mujeres y las niñas.

Todas las mujeres y niñas del mundo tenemos el derecho a una vida libre de violencia y para ello debemos redoblar los esfuerzos para que las organizaciones difundamos la existencia de estos tratados internacionales, Educar a la sociedad sobre los derechos de las mujeres es sin duda unas de las principales labores más poderosas para la prevención de formas de violencia de género en la sociedad,  se deben incorporar acciones claras de protección, los estados, deben garantizar  refugios y lugares seguros, centros de crisis, órdenes de protección y otros servicios para las mujeres y sus hijos sobrevivientes de la violencia.

Además de proporcionar perspectiva de género en el trabajo especializado que se realicé por parte de los profesionales jurídicos y los funcionarios involucrados en la atención de víctimas de violencia de género.

Solo la justicia es garante directa de la paz, las sanciones a los perpetradores y la indemnización y reparación de las víctimas y a sus familias es sin duda una de las principales formas de justicia frente a un acto criminal como lo es la violencia de género.

No más violencia contra las mujeres y niñas, la violencia genera formas sistemáticas de violencia, no podemos normalizar formas de comportamientos violentos que atenta contra las libertades de las mujeres. Cada año las cifras aumentan, la impunidad se acrecienta frente a estos delitos y el resultado son niñas y mujeres rotas.

Detengamos la violencia hacia las niñas y las mujeres, erradiquemos la desigualdad, la injusticia luchemos por un mundo más humano, solo educación en derechos humanos puede humanizar el mundo. Las mujeres somos la vida, somos el útero, somos las madres, somos las hijas, somos la luz, la guía, somos energía potenciadoras de sueños,somos vientre , somos esperanza somos iguales a ti y a mi.  

“Hay criminales que proclaman tan campantes ‘la maté porque era mía’, así no más, como si fuera cosa de sentido común y justo de toda justicia y derecho de propiedad privada, que hace al hombre dueño de la mujer. Pero ninguno, ninguno, ni el más macho de los supermachos tiene la valentía de confesar ‘la maté por miedo’, porque al fin y al cabo el miedo de la mujer a la violencia del hombre es el espejo del miedo del hombre a la mujer sin miedo.” Eduardo Galeano.

Escrito por Enza Petraglia