ISRAEL Y EL TERRITORIO PALESTINO OCUPADO: UNA COMUNIDAD DE MASAFER YATTA, EN LA CISJORDANIA OCUPADA, CORRE PELIGRO INMINENTE DE TRASLADO FORZOSO

Jueves, 27 de febrero de 2025

La comunidad palestina de Shib al Butum, en Masafer Yatta, corre peligro inminente de traslado forzoso debido al aumento de los ataques de colonos respaldados por el Estado y a las demoliciones de casas, las restricciones de acceso a tierras y la expansión ilegal de asentamientos por las autoridades israelíes; así lo ha manifestado hoy Amnistía Internacional.

Esta comunidad dedicada al pastoreo, en la que residen unas 300 personas palestinas, es una de las 12 comunidades que constituyen la región de Masafer Yatta, al sur de Hebrón, y lleva décadas sufriendo ataques cada vez más frecuentes de colonos respaldados por el Estado y medidas represivas por parte de las autoridades israelíes. Desde el 7 de octubre de 2023, la situación ha empeorado considerablemente. Si no se toman medidas de inmediato para exigir rendición de cuentas a los colonos y para poner fin a las demoliciones de casas y la expansión de los asentamientos cercanos, esta comunidad, como otras de la zona, sufrirá desplazamiento forzoso.

“La situación de la comunidad de Shib al Butum es un microcosmos de lo que está sufriendo la población palestina, especialmente las comunidades beduinas y dedicadas al pastoreo, en la mayor parte de la Cisjordania ocupada. Los colonos entran ilegalmente en sus tierras, vandalizan y roban sus bienes, y los acosan y atacan con absoluta impunidad”, ha afirmado Erika Guevara Rosas, directora general de Investigación, Incidencia, Política y Campañas de Amnistía Internacional.

“Mediante el efecto acumulado de décadas de ocupación y apartheid, que incluyen violencia, discriminación institucionalizada y expansión ilegal de los asentamientos, Israel está creando de forma intencionada un entorno coercitivo que obliga a comunidades palestinas como la de Shib al Butum a abandonar su tierra. El traslado forzoso de civiles contra su voluntad es una grave infracción del Cuarto Convenio de Ginebra y constituye un crimen de guerra.”

“La situación de la comunidad de Shib al Butum es un microcosmos de lo que está sufriendo la población palestina, especialmente las comunidades beduinas y dedicadas al pastoreo, en la mayor parte de la Cisjordania ocupada.”- Erika Guevara Rosas, directora general de Investigación, Incidencia, Política y Campañas

Desde el 7 de octubre de 2023, el repunte de la violencia de los colonos respaldada por el Estado y las medidas adoptadas por las autoridades israelíes han causado desplazamientos forzosos de población palestina en toda Cisjordania. Tales medidas incluyen la aplicación de nuevas órdenes militares de confiscación, un marcado incremento de la destrucción de bienes palestinos, y apoyar y participar en ataques de colonos contra población palestina y no prevenir ni castigar tales ataques.

Según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCAH), 2024 ha sido el peor año de violencia de colonos en toda la Cisjordania ocupada, incluido Jerusalén Oriental, desde que la organización comenzó a llevar un registro hace 20 años. Del 7 de octubre de 2023 al 31 de diciembre de 2024, la OCAH documentó 1.860 casos de violencia de colonos que causaron el desplazamiento de más de 300 familias (1.762 personas, de las que 856 eran menores). Asimismo, la OCAH registró un aumento de los ataques violentos de colonos en Cisjordania, que pasaron de un promedio de dos al día en 2022 a cuatro al día en 2024.

Organizaciones de derechos humanos israelíes, entre ellas Yesh Din y Haqel, han documentado también la falta de protección de la población palestina por los servicios encargados de hacer cumplir la ley israelíes en la Cisjordania ilegalmente ocupada.

Según ha documentado Amnistía Internacional, la intensificación del entorno coercitivo creado por Israel, incluso a través de violencia de colonos respaldada por el Estado, ya ha dado lugar al traslado forzoso de la comunidad de Zanuta, en las colinas del sur de Hebrón, dedicada al pastoreo. Shib al Butum se enfrenta al mismo destino.

Indicios de traslado forzoso en Zanuta

En marzo de 2024, Amnistía Internacional visitó el sitio abandonado de Zanuta, donde antes residían unas 250 personas, entre ellas 100 niños y niñas. Además, la organización entrevistó a cinco miembros de la comunidad que había vivido en Zanuta, quienes dijeron que la frecuencia y virulencia de los ataques de colonos contra su comunidad se intensificaron tras los ataques perpetrados por Hamás el 7 de octubre de 2023 en el sur de Israel y obligaron a marcharse a toda la comunidad.

Contaban que los colonos de un puesto de avanzada cercano, Granja Meitarim, habían atacado y acosado sistemáticamente a su comunidad desde 2021. Además, y pesar de que estos puestos de avanzada también son ilegales con arreglo a la legislación israelí, los colonos habían levantado estructuras y comenzado a pastorear sus ovejas en las tierras agrícolas de Zanuta, causando daños en los cultivos.

Según estos residentes, los ataques de colonos habían aumentado y eran casi diarios desde el 7 de octubre de 2023, lo que había llevado a muchos palestinos a huir. En varias ocasiones, los colonos prendieron fuego a sus propiedades o vertieron aguas residuales en sus terrenos de cultivo.

“Los colonos nos atacaron en nuestra casa más de una vez después del 7 de octubre de 2023. Una vez rompieron la puerta y golpearon a nuestros hijos con sus rifles. Rompieron las ventanas cuando estábamos durmiendo”, contó Hadeel Jabareen.

La comunidad se desplazó al completo antes del 22 de octubre de 2023. En julio de 2024, el Tribunal Supremo de Israel ordenó que se permitiera a los habitantes de Zanuta regresar a su comunidad. Sin embargo, tras la vuelta de algunas familias en agosto, los ataques de colonos se reanudaron enseguida y los habitantes tuvieron que huir de nuevo.

Las últimas familias se marcharon de Zanuta el 18 de octubre de 2024.

“Los colonos iban armados y no paraban de atacarnos. Éramos la última familia que quedaba allí. Todos los demás se habían ido, así que también tuvimos que hacerlo, por la seguridad de nuestros hijos y nuestro ganado. Teníamos miedo, era terrorífico”, dijo Adel A-Tal, exresidente.

Shib al Butum, una comunidad en peligro

Amnistía Internacional ha documentado asimismo un aumento de la violencia de colonos israelíes contra personas palestinas dedicadas al pastoreo en zonas de alrededor de Shib al Butum desde el 7 de octubre de 2023, quienes ahora podrían correr la misma suerte que la población de Zanuta. La organización entrevistó a seis miembros de la comunidad y verificó 38 vídeos de los ataques.

Los residentes contaron a Amnistía Internacional que colonos de Mitzpe Yair, puesto de avanzada cercano, y del asentamiento de Avigayil los hostigan y atacan prácticamente a diario desde el 7 de octubre de 2023. Avigayil es uno de los 10 puestos de avanzada que el gabinete de seguridad israelí “legalizó” con carácter retroactivo en febrero de 2023.

Los residentes contaron que los colonos abordaban sistemáticamente a los pastores y los amenazaban, empleaban lenguaje insultante y a menudo denunciaban en falso a personas palestinas por el robo de ovejas ante los servicios encargados de hacer cumplir la ley israelíes. Casos parecidos se han denunciado en otras comunidades de las colinas del sur de Hebrón y otras partes de Cisjordania.

En lugar de protegerlos, las fuerzas armadas israelíes ordenaron a los pastores palestinos de Shib al Butum que dejaran de usar esas zonas y los confinaron en su pueblo, donde no hay alimento suficiente para sus rebaños. Esto ha supuesto una enorme carga económica para muchos pastores, que no pueden comprar comida para sus animales durante todo el año y se ven obligados a vender parte de sus rebaños, su principal medio de vida, para llegar a fin de mes.

Khalil Jabarin, pastor, dijo a Amnistía Internacional: “Nadie se atreve ya a pastorear sus rebaños fuera del pueblo. Se llevaron todo lo que quisieron, pero aún no les basta […] quieren que nos vayamos. Vienen aquí y me dicen que no tengo tierra aquí y que debo irme a Yatta [ciudad palestina cercana].”

Según los residentes, desde principios de septiembre de 2024, un colono de Mitzpe Yair en particular irrumpe regularmente en el pueblo a cualquier hora del día o de la noche, armado y con uniforme militar. Se pasea por el lugar, hace fotos y vandaliza bienes, especialmente estructuras y tierras de cultivo. En vídeos grabados por residentes, se lo ve destruyendo puertas y cercas en sus tierras de cultivo. Los miembros de la comunidad viven con miedo constante por ese motivo. En otros vídeos, verificados por Amnistía Internacional, se ven colonos armados paseando por la comunidad o pasando a toda velocidad en motocicletas para amedrentar a la población palestina.

Iman Jabarin, madre de siete hijos y residente en la comunidad, contó: “No nos sentimos a salvo en casa. No tenemos seguridad, ni yo, ni mis hijos, ni mi esposo.”

En un vídeo de 19 de julio de 2024 verificado por Amnistía Internacional se ve a un grupo de ocho colonos acompañados de un soldado atacando a miembros de la familia Najjar cuando estaban sentados a la puerta de su casa. Según la familia, los colonos los golpearon con palos mientras el soldado se mantenía al margen. En las imágenes se ve también al soldado apuntando a la familia palestina con su arma y haciendo un disparo al aire. Dos miembros de la familia fueron hospitalizados por las lesiones sufridas. Una de ellos, Wadha Najjar, de 64 años, dijo que, en vista de la impunidad con que se siguen cometiendo estos ataques, no tienen ninguna confianza en el sistema de justicia israelí.

Las autoridades israelíes también han demolido viviendas y bienes palestinos en Shib al Butum. El 22 de noviembre de 2023, las fuerzas israelíes demolieron ocho estructuras en la comunidad por falta de permisos de edificación israelíes, que son prácticamente imposibles de obtener. Según la OCAH, las demoliciones obligaron a 19 personas palestinas —incluidos 11 menores— a desplazarse de Shib al Butum. El 8 de julio de 2024, las fuerzas israelíes demolieron dos estructuras residenciales por falta de permisos, y con ello causaron el desplazamiento de 11 personas. Según la organización israelí Peace Now, que vigila la expansión de los asentamientos, las autoridades urbanísticas israelíes no aprobaron un solo permiso o recurso de edificación con fines residenciales para personas palestinas en el Área C de Cisjordania. 

Los colonos, por encima de la ley

Los colonos siguen disfrutando de impunidad casi total por la violencia que ejercen contra la población palestina. Yesh Din, grupo de derechos humanos israelí, concluyó que alrededor del 94% de las investigaciones policiales sobre la violencia de los colonos contra personas palestinas en toda Cisjordania de 2005 a 2024 concluyeron sin una acusación formal. Estos datos avalan la convicción de la población palestina de que el sistema israelí para hacer cumplir la ley está concebido para anteponer los intereses de los colonos en detrimento suyo.

“En lugar de seguir permitiendo la incesante apropiación de territorio por Israel, con consecuencias demoledoras para las personas palestinas, los dirigentes mundiales deben presionar a Israel para que ponga fin a su ocupación ilegal y desmantele su sistema de apartheid contra la población palestina.” – Erika Guevara Rosas

La inacción internacional también ha permitido que prosperen las políticas de asentamiento de Israel y la violencia de los colonos, y ha consolidado la impunidad. El 21 de enero, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, revocó todas las sanciones estadounidenses impuestas a colonos israelíes violentos. La misma existencia de todos los asentamientos israelíes en Territorio Palestino Ocupado, con independencia de su condición con arreglo a la legislación israelí, constituye una violación manifiesta del derecho internacional y, sin embargo, los Estados no han actuado en repetidas ocasiones para detener su expansión y garantizar protección a la población del Territorio Palestino Ocupado. A pesar de que la Corte Internacional de Justicia declaró en su opinión consultiva de julio de 2024 que la presencia de Israel en el Territorio Palestino Ocupado era ilegal y pidió su desmantelamiento en el plazo de 12 meses, los Estados no han tomado medidas para hacerlo.

“La impunidad profundamente arraigada por la violencia de los colonos y el hecho de que la comunidad internacional lleve tiempo sin actuar para impedir la expansión de los asentamientos ilegales israelíes y poner fin a la ocupación de Israel están propiciando el traslado forzoso de comunidades palestinas, lo que constituye un crimen de guerra. En lugar de seguir permitiendo la incesante apropiación de territorio por Israel, con consecuencias demoledoras para las personas palestinas, los dirigentes mundiales deben presionar a Israel para que ponga fin a su ocupación ilegal y desmantele su sistema de apartheid contra la población palestina”, ha dicho Erika Guevara Rosas.

Además de Shib al Butum, otras nueve comunidades de Masafer Yatta corren peligro inminente de desplazamiento forzoso, ya que las fuerzas armadas israelíes han declarado sus pueblos como parte integrante de zonas de entrenamiento militar. La difícil situación de estas comunidades y su lucha para permanecer en sus tierras ancestrales se describen en el documental No Other Land, recientemente nominado a los Oscar.

 


Tags: ISRAEL, PALESTINA, TERRITORIOS PALESTINOS OCUPADOS, CRÍMENES DE GUERRA, APARTHEID, DISCRIMINACIÓN.

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