En respuesta a los informes que indican que las autoridades iraníes han ejecutado arbitrariamente esta mañana a Reza Rasaei, de 34 años, miembro de las minorías étnicas y religiosas oprimidas kurda y yaresaní, en relación con el levantamiento “Mujer Vida Libertad” de septiembre-diciembre de 2022, sin avisar con antelación ni a él ni a su familia ni a su abogado, Diana Eltahawy, directora adjunta de Amnistía Internacional para Oriente Medio y el Norte de África, ha declarado:
“Mientras la atención de los medios de comunicación internacionales y nacionales se centraban en las tensiones regionales con Israel, las autoridades iraníes han llevado a cabo la abominable ejecución arbitraria en secreto de un joven que fue sometido a tortura y otros malos tratos durante su detención, incluida violencia sexual, y más tarde condenado a muerte en un simulacro de juicio.
“Esta ejecución deja al descubierto una vez más hasta qué punto el sistema de justicia penal de Irán está corrompido hasta la médula y pone de relieve la determinación de las autoridades iraníes de usar la pena de muerte como herramienta de represión política para infundir miedo en la población. También disipa cualquier ilusión de progreso en los derechos humanos con la asunción del poder por un nuevo presidente la semana pasada.
“La continuada ejecución arbitraria de manifestantes tras el levantamiento ‘Mujer Vida Libertad’ demuestra una vez más que sin reformas constitucionales, jurídicas y políticas, persistirán las violaciones de derechos humanos y la impunidad. Además, subraya la necesidad de que los Estados inicien investigaciones penales, en virtud del principio de jurisdicción universal, contra todas aquellas personas sospechosas de responsabilidad penal por crímenes recogidos en el derecho internacional, incluidos altos cargos iraníes”.
Reza (Gholamreza) Rasaei fue ejecutado arbitrariamente en secreto a las 5 de la mañana, hora local, del 6 de agosto de 2024 en la prisión de Dizel Abad, provincia de Kermanshah. Según la información facilitada a Amnistía Internacional por una fuente informada, las autoridades no avisaron con antelación a Reza Rasaei, su familia o su abogado. Unas horas después de informar a la familia de su ejecución, las autoridades obligaron cruelmente a sus familiares a enterrar su cuerpo en una zona remota lejos de su lugar de residencia y en presencia de las fuerzas de seguridad. Reza Rasaei fue condenado a muerte el 7 de octubre de 2023 tras un juicio manifiestamente injusto que se basó en sus “confesiones”, forzadas bajo tortura y otros malos tratos, entre los que figuraron golpes, choques eléctricos, asfixia, y violencia sexual. Reza Rasaei es la décima persona ejecutada en relación con el levantamiento “Mujer Vida Libertad”. Varias personas más, entre ellas Mojahed (Abbas) Kourkouri, se encuentra en grave peligro de ejecución en relación con el levantamiento.
Tras el levantamiento, las autoridades iraníes han intensificado el uso de la pena de muerte, y en 2023 se tuvo constancia de al menos 853 ejecuciones. En 2024, la cifra de personas ejecutadas ha continuado en niveles alarmantes; hasta el 30 de junio de 2024 se habían llevado a cabo al menos 274 ejecuciones, según el Centro Abdorrahman Boroumand para los Derechos Humanos en Irán.
Amnistía Internacional se opone a la pena de muerte en todos los casos sin excepción, con independencia de la naturaleza del delito, las características de la persona condenada o el método de ejecución utilizado por el Estado para matarla. La organización viene pidiendo desde hace tiempo a las autoridades iraníes que establezcan la suspensión de todas las ejecuciones con vistas a abolir la pena de muerte.
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